Sadat marca los l¨ªmites de la participaci¨®n europea en el proceso de paz de Oriente Pr¨®ximo

El presidente de Egipto, Anuar el Sadat, en su esperada intervenci¨®n ante el Parlamento Europeo, reunido en Luxemburgo, disip¨® ayer cualquier malentendido sobre cu¨¢l puede ser, a su juicio, la participaci¨®n europea en el proceso de paz de Oriente Pr¨®ximo. Los acuerdos de Camp David, vino a decir, no tienen punto de retorno, como tampoco el tratado de paz entre Egipto e Israel: los diez fueron amablemente invitados a limitar su famosa ?iniciativa?, aprobada en la cumbre del verano pasado.

La sede luxemburguesa del Parlamento Europeo parec¨ªa ayer peque?a para acoger a todos los diputados, dos centenares de periodistas y numerosos invitados, reunidos all¨ª con una ocasi¨®n solemne: por primera vez, un jefe de Estado de un pa¨ªs no miembro de la CEE se dirig¨ªa a los ?representantes populares? de los pueblos europeos. El orador era adem¨¢s Anuar el Sadat, el rais, la persona m¨¢s poderosa de Egipto y un elemento clave para la soluci¨®n del conflicto ¨¢rabe-israel¨ª, la larga guerra que pone en peligro sistem¨¢ticamente el bien m¨¢s preciado para los europeos: el petr¨®leo.El presidente egipcio fue acogido con una gran ovaci¨®n. El ¨²nico incidente se produjo cuando llevaba diez minutos hablando. Un diputado radical italiano, Mario Capanina, despleg¨® una bandera palestina, en medio del murmullo de sus compa?eros. Sadat reaccion¨® r¨¢pidamente y dijo, con cierta acrimonia: ?No he venido aqu¨ª a "vender" los acuerdos de Camp David?.

Seguridad suplementaria

Sadat acept¨® venir a Europa antes de acudir a Estados Unidos para celebrar su primera entrevista con el presidente Reagan. Un detalle diplom¨¢tico y una invitaci¨®n a Washington para que no cierre completamente la puerta a la posible contribuci¨®n de los diez. Pero, al mismo tiempo, Sadat no ha dejado ning¨²n margen a la ambig¨¹edad: para Egipto, el interlocutor v¨¢lido en el proceso de paz para Oriente Pr¨®ximo es Estados Unidos.

Ello no quiere decir que Europa deba ser mantenida completamente al margen. Su participaci¨®n es conveniente y deseada, pero debe limitarse a dar ?garant¨ªas de seguridad suplementarias? al relanzamiento del di¨¢logo Norte-Sur, promoviendo una conferencia tripartita Europa-Africa-Oriente Pr¨®ximo, a dar su apoyo a la defensa de una Jerusal¨¦n abierta a todos los creyentes y nacionalidades del mundo y a presionar para que israel¨ªes y palestinos lleguen a un ?reconocimiento simult¨¢neo? de su existencia.

El presidente egipcio reiter¨® tambi¨¦n su posici¨®n respecto al pueblo palestino: nadie puede negarles su derecho a la autodeterminaci¨®n y a la dignidad nacional, que es ?sagrado?. Quien as¨ª lo haga est¨¢ lanzando ?una invitaci¨®n abierta a los extremistas y a la destrucci¨®n?.

La ¨²nica menci¨®n concreta a la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) lleg¨® a trav¨¦s de una an¨¦cdota y de una acusaci¨®n a Siria: ?Recuerdo que hace unos a?os llegamos en Alejandr¨ªa a un acuerdo de principio con Jordania y la OLP. Pues bien, el representante de la OLP se fue a Damasco, y dos d¨ªas despu¨¦s de una visita al embajador sovi¨¦tico se retract¨®?.