No cabe

duda de que el documento de los obispos sobre el divorcio ha clarificado muchas posturas, hasta ahora un tanto confusas.El Grupo Parlamentario Socialista, a trav¨¦s de su portavoz, Gregorio Peces Barba, ha facilitado un comunicado en el que bajo capa de indiferencia y queriendo. relativizar la importancia del documento -?se escribe un comunicado tan estudiado para algo sin importancia?- muestra que para los socialistas el documento ?ha levantado ampollas?.

Otra postura es la del actual ministro de Justicia, Fern¨¢ndez Ord¨®?ez; despu¨¦s de decir que el documento es respetable, hace o¨ªdos sordos a la llamada de los obispos a la conciencia de los gobernantes cat¨®licos con el fin de que ?mediten muy seriamente sus determinaciones para que las decisiones legislativas sean un servicio positivo a la familia y al bien com¨²n?. Con estas palabras, ?se interfiere al Parlamento espa?ol? ?Por qu¨¦ este miedo a que los parlamentarios cat¨®licos oigan la voz de los obispos? No creo que el miedo se deba a la influencia del documento en conciencias comunistas. Para los militantes del PCE bastan las palabras de Pilar Brabo, que al hablar de la Iglesia se muestra en perfecta consonancia con las ideolog¨ªas marxistas. Tambi¨¦n en este caso se clarifican posturas.

La declaraci¨®n de Fraga es tambi¨¦n coherente: como parlamentario cat¨®lico acepta la orientaci¨®n de los obispos.

Con todo esto resalta la importancia del documento, su oportunidad -siempre se est¨¢ a tiempo de declarar la verdad- y la valent¨ªa de los obispos para ejercer su ministerio iluminando las conciencias, sin detenerse ante oportunismos temporales./

Valladolid.