La televisi¨®n francesa suspende un programa en directo saboteado por los comunistas

El Partido Comunista franc¨¦s (PCF) sabote¨® en la noche del lunes la emisi¨®n en directo de un programa de televisi¨®n dedicado al paro juvenil, ansiosamente esperado desde hac¨ªa varias semanas por millones de telespectadores. El incidente se vino a unir a la larga cadena de montajes electorales protagonizados por los comunistas franceses, y que hasta ahora se hab¨ªan centrado en los drogadictos, los inmigrantes y la ecolog¨ªa.

Le Palace es una de las cimas de la noche parisiense. Hace cuatro a?os que el rey de los nidos homosexuales de Ia calle de Sainte Anne, pr¨®xima a la Opera, mont¨® en este antiguo teatro uno de los tinglados de masa m¨¢s astutos, en el que hoy la generaci¨®n clean escucha la m¨²sica new wave.En ese escenario, el segundo canal de la televisi¨®n gala organiz¨® una de las emisiones p¨²blicas en directo m¨¢s prometedoras.

El drama del paro en general (veinticinco millones en el mundo occidental), y el de la juventud en particular (alrededor del 40% de la cifra anterior), no es menos grave en Francia que en los dem¨¢s pa¨ªses: del mill¨®n y medio largo de franceses que buscan empleo, 700.000 son j¨®venes. Seg¨²n las ¨²ltimas estad¨ªsticas, la droga, las c¨¢rceles y el suicidio se nutren en gran parte de j¨®venes sin empleo y sin profesi¨®n.

En torno a este tema, la tele visi¨®n mont¨® su programa con treinta j¨®venes an¨®nimos, de todas las categor¨ªas sociales e ideol¨®gicas, por un lado, y con siete personalidades triunfantes, por el otro: un m¨¦dico, un rector de universidad, un cantante c¨¦lebre, la ministra de la Condici¨®n Femenina, un l¨ªder sindicalista, un futbolista y el gerente de una industria.

Pero cuando los treinta acusadores j¨®venes apenas hab¨ªanempezado a interrogar a sus v¨ªctimas, medio centenar de militantes comunistas, que se hab¨ªan colado en el recinto entre los invitados, desencadena ron su operaci¨®n saboteadora: ?Viva la libertad ?, gritaron, y en pocos segundos Le Palace se convirti¨® en lo que es: en un teatro en el que, sin quererlo, la televisi¨®n represent¨® un happening en vez de la emisi¨®n preparada desde hace varios meses. El comando exig¨ªa la presencia de un l¨ªder comunista. Los organizadores hab¨ªan explicado que, premeditadamente, no hab¨ªan invitado a ning¨²n pol¨ªtico.

Todos los observadores coinciden en Francia al analizar la estrategia del pu?etazo espectacular del PCF: la campa?a electoral de su candidato a las elecciones presidenciales, Georges Marchais, est¨¢ naufragando. Los sondeos prev¨¦n resultados p¨¦simos (entre el 14% y el 17%, frente al 20% que mantiene desde hace un cuarto de siglo).

La emisi¨®n fue interrumpida y sustituida por una foto fija, mientras se echaba mano de un programa enlatado. Los telediarios de esa noche informaron ampliamente del incidente, incluyendo entrevistas con los espont¨¢neos. Pero el comportamiento del PCF ha sido calificado de fascista por la opini¨®n p¨²blica, incluidos los socialistas.