Algo m¨¢s que un crimen

Las autoridades espa?olas han reaccionado con vigor y rapidez, despu¨¦s de la muerte por tortura, el viernes 13 de febrero, de un detenido presunto miembro de ETA Militar. Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, ministro de Justicia en el Gabinete Su¨¢rez, que est¨¢ todav¨ªa en funciones, orden¨® la apertura inmediata de una investigaci¨®n. ( ... )La reprobaci¨®n de la clase pol¨ªtica es un¨¢nime. De la ¨ªzquierda a la derecha, todos piden que se haga luz sobre las circunstancias exactas de la muerte de Jos¨¦ Arregui y sobre los malos tratos que ha sufrido.

El oto?o pasado, un informe de Amnist¨ªa Internacional hab¨ªa de nunciado casos precisos de tortura y comentado con toda justicia que las disposiciones de la ley Antiterrorista favorec¨ªan todos los exce sos policiacos. ( ... )

En virtud de esta ley de excepci¨®n, Arregui, como tantos otros sospechosos estos ¨²ltimos meses, ha podido ser mantenido legalmente en detenci¨®n durante diez d¨ªas, sin ninguna protecci¨®n. En el Pa¨ªs Vasco es donde la emoci¨®n, naturalmente, ha sidom¨¢s viva. La mayor¨ªa de las formaciones pol¨ªticas y sindicales han lanzado una consigna de huelga general, y el Parlamento vasco de Vitoria ha pedido la derogaci¨®n de la ley Antiterrorista. Una vez m¨¢s, la uni¨®n sagrada de los vascos se hace espont¨¢neamente contra el Gobierno de Madrid. En pocos d¨ªas, todo ha cambiado. El asesinato, la semana pasada, del ingeniero Jos¨¦ Mar¨ªa Ryan, por ETA Militar, hab¨ªa suscitado la indignaci¨®n de la opini¨®n espa?ola y de una gran mayor¨ªa de vascos preocupados por conquistar una autonom¨ªa verdadera, en paz y libertad.

ETA Militar aparec¨ªa de repente como minoritaria y reducida a batirse contra los vascos partidarios de la no violencia. El juicio severo del diario madrile?o EL PA?S sobre la organizaci¨®n separatista, calificada de pura canalla, era tambi¨¦n el de todas las organizaciones vascas moderadas.

La muerte en prisi¨®n de Jos¨¦ Arregui, promovido e ¨® el ingeniero Ryan al rango e v¨ªctima ejemplar, trastorna todos esos hechos favorables al Gobierno de Madrid. Desde este punto de vista, la muerte del militante vasco es, m¨¢s que un crimen, un enorme error pol¨ªtico.

Par¨ªs, 17 de febrero