Los valencianos vivieron angustiosas horas bajo la ocupaci¨®n militar

Jaime Milans del Bosch, capit¨¢n general de la III Regi¨®n Militar, fue el principal protagonista de la m¨¢s larga noche vivida por los valencianos en los cinco a?os de democracia. Fuerzas acorazadas bajo su mando ocuparon la ciudad durante m¨¢s de cinco horas en la noche del lunes al martes pasado. Desde el momento en que se hizo p¨²blico el primer bando, por el que la regi¨®n militar quedaba en estado de sitio, la mayor¨ªa de los 840.000 habitantes de la ciudad se sintieron protagonistas de excepci¨®n de la inquietante situaci¨®n originada tras el asalto al Palacio del Congreso de los Diputados. Algunas zonas de la ciudad quedaron desabastecidas de alimentos (la carne y la harina desaparecieron pr¨¢cticamente en Benimaclet). Un impenetrable silencio rodeaba todav¨ªa ayer la actuaci¨®n de algunos mandos militares, entre los que destaca el gobernador de la plaza, Luis Caruana, de quien se rumoreaba que hab¨ªa sido encargado por el Rey y el Gobierno provisional de asumir el poder militar en la regi¨®n.

A las 18.24 horas del pasado lunes, los valencianos sintieron el mismo escalofr¨ªo que el resto de los espa?oles. Radio Nacional de Espa?a y la cadena SER. transmit¨ªan en directo los tiros del palacio de Congresos de Madrid. A las 19.22 horas, un grupo de soldados ocupaba las instalaciones de Radio Nacional de Espa?a (RNE) en Valencia y entregaba copia de un documento firmado por Jaime Milans del Bosch, capit¨¢n general de la III Regi¨®n Militar, en once puntos, algunos de ellos calcados del bando de guerra firmado por el general Franco el 18 de julio de 1936, suprim¨ªan las garant¨ªas constitucionales, los derechos pol¨ªticos y sindicales, reclamaba el poder absoluto y dejaba a la regi¨®n bajo un estado de excepci¨®n con toque de queda entre las nueve de la noche y las siete de la ma?ana del d¨ªa siguiente.Desde la hora de ocupaci¨®n de RN E y las otras tres emisoras de la ciudad, as¨ª como el resto de los medios de comunicaci¨®n, los valencianos quedaron aislados del resto del pa¨ªs, m¨¢xime teniendo en cuenta que Prado del Rey estaba ocupado militarmente. Cada media hora se le¨ªa el bando de once puntos y se emit¨ªa constantemente m¨²sica ambiental que lleg¨® a crear una aut¨¦ntica angustia en busca de informaci¨®n.

A las 20.45 horas, la Polic¨ªa Municipal valenciana, que hab¨ªa recibido la orden de llamada general sin respuesta y, en definitiva, hab¨ªa sido militarizada se ocup¨® de regular el tr¨¢fico a cualquier costo e impedir el espectacular tap¨®n de tr¨¢fico que sufr¨ªa la ciudad, obstaculizada por la entrada de veh¨ªculos militares y tropa hacia los puntos estrat¨¦gicos que deb¨ªan ser controlados por orden del mando.

A la ocupaci¨®n de la ciudad se uni¨® el miedo de los primeros momentos que incit¨® a los valencianos a copar las gasolineras, acudir de forma masiva a las tiendas de alimentaci¨®n y, en algunos casos, a salir de la ciudad en busca de la segunda residencia en las afueras o en la casa de alg¨²n familiar. Ese ¨¦xodo confirmado por la Polic¨ªa Municipal al Ayuntamiento se transform¨® en retorno a primeras horas de la ma?ana, una vez que hab¨ªa sido difundido el mensaje del Rey.

El toque de queda, que comenz¨® a las nueve de la noche, se demor¨® de hecho hasta las diez de la noche, aproximadamente, por la imposibilidad material de los valencianos por llegar a casa. A las diez de la noche la calma era absoluta, las fuerzas del Ej¨¦rcito patrullaban la ciudad y 840.000 valencianos, a los que hab¨ªa que sumar la masiva afluencia de visitantes con ocasi¨®n de la Feria del Juguete, esperaban noticias.

Jaime Milans del Bosch, que fuera defensor del Alc¨¢zar de Toledo, legionario, miembro de la Divisi¨®n Azul y que desde enero de 1978 ocupaba el cargo de capit¨¢n general de la III Regi¨®n Militar, dirig¨ªa desde su despacho en Capitan¨ªa la operaci¨®n militar. Ese despacho, que no abandon¨® durante todo el transcurso de los acontecimientos, fue visitado por el gobernador militar de Valencia, general Luis Caruana. Esas visitas, que ten¨ªan como objetivo convencer al teniente general Milans del Bosch para que retirase los puntos contenidos en el bando se repitieron durante la ma?ana del martes.

Capitan¨ªa ignora la retirada de tropas

Pese a que determinados medios informativos valencianos aseguran en sus ediciones de ayer que antes de las seis de la tarde del lunes se hab¨ªan registrado movimientos inusuales de tropas en la ciudad y sus alrededores, el comandante Silla, jefe de Prensa del gabinete de Capitan¨ªa General informaba que eran falsas esas afirmaciones y que los movimientos de tropas, en todo caso, correspond¨ªan a traslados rutinarios a los acuartelamientos de Marines. Tras la aparici¨®n del Rey en Televisi¨®n a la 1.14 horas del martes, comenz¨® a detectarse un repliegue de tropas hacia sus cuarteles, pese a que Capitan¨ªa, en aquel momento, negara que se hubiera producido cualquier orden al respecto.

Sin embargo, la retirada continuaba y hasta las cinco de la madrugada los valencianos no supieron a ciencia cierta a que se deb¨ªa el trasiego de material militar. A esa hora, el teniente general Mitans del Bosch, cuatro horas despu¨¦s del mensaje del Rey, que seg¨²n ¨¦l mismo le hab¨ªa inspirado la decisi¨®n, daba publicidad a lo que los valencianos ya llaman el contra-bando, que dejaba sin efecto el estado de sitio en que la ciudad hab¨ªa estado sumida durante toda la madrugada.

Luis Caruana y G¨®mez de Barrera, general de divisi¨®n y gobernador militar desde el 30 de junio de 1978, contestaban ayer con un silencio impenetrable a los intentos de los medios de comunicaci¨®n por conocer sus actividades durante la noche del 23 al 24 de febrero. La respuesta fue que no habr¨ªa declaraciones y, por el momento, no habr¨ªa comunicado alguno. Una vez producida la ocupaci¨®n de Valencia por las tropas mandadas por el teniente general Milans del Bosch, Luis Caruana acudi¨® al Gobierno Civil, donde, con altos cargos del Ej¨¦rcito, Guardia Civil y Polic¨ªa Nacional, sigui¨® los acontecimientos.

Diario de Valencia inform¨® ayer, en una de sus ediciones, que Luis Caruana fue responsable de la detenci¨®n del gobernador civil durante siete horas en el despacho de ¨¦ste. El gobernador civil neg¨® este extremo a EL PAIS, dijo que en ning¨²n momento hab¨ªa estado detenido, aunque si privado de sus atribuciones, y que, contra lo que informaba el rotativo valenciano, no hab¨ªa necesitado escaparse a telefonear desde una cabina p¨²blica para recibir instrucciones del Gobierno provisional instalado en Madrid.

Jos¨¦ Mar¨ªa Fern¨¢ndez del R¨ªo, gobernador civil de Valencia estima que el teniente general Milans del Bosch asumi¨® la responsabilidad que correspond¨ªa al Gobierno Civil: ?Sobre las medidas complementarias a?adidas por Capitan¨ªa prefiero no opinar?. Fern¨¢ndez del R¨ªo estima que el comportamiento de las FOP fue ejemplar durante la larga noche. La junta de orden p¨²blico se reuni¨® con car¨¢cter urgente en el momento en que se tuvo conocimiento de los hechos. Durante la ma?ana del martes el gobernador civil mantuvo reuniones extraordinarias con la mencionada, junta, con los representantes del Consejo del Pa¨ªs Valenciano y de los partidos pol¨ªticos. El gobernador civil inform¨® a EL PAIS que hab¨ªa mantenido algunas conversaciones telef¨®nicas con el capit¨¢n general de la regi¨®n durante la noche, la primera entre las 19.30 y 20.00 horas, pero se neg¨® a informar sobre el contenido de las mismas.

Los carros apuntan al Ayuntamiento

A las diez de la noche del lunes tres carros de combate apuntaban sus armas a la fachada del Ayuntamiento de Valencia, en la plaza del Pa¨ªs Valenciano, antes del Caudillo, presidida por una escultura ecuestre del general Franco. ?A las ocho de la tarde me enter¨¦ de que por primera vez hab¨ªa dejado de ser alcalde provisionalmente ?. Ricard P¨¦rez Casado, alcalde, del PSOE, permaneci¨® en el edificio con las puertas cerradas y enter¨¢ndose de lo que pasaba en Valencia por la Polic¨ªa Municipal, que le informaba de cuando en cuando. Inmediatamente despu¨¦s de escuchar el mensaje del Rey se traslad¨® al Gobierno Civil, donde permaneci¨® hasta las 3.30 horas, en que volvi¨® al Ayuntamiento y, contraviniendo el toque de queda, convoc¨® a los concejales para que acudieran al edificio. A las 5.20 horas, la Corporaci¨®n municipal valenciana escuch¨® el segundo bando de Milans del Bosch, y a las seis de la ma?ana cada cual se fue a su domicilio. Todos estaban convocados para asistir a un pleno extraordinario a la una de la tarde, en el que se propuso el acuerdo de la Corporaci¨®n para hacer p¨²blica su adhesi¨®n al Rey, a la Constituci¨®n ?y a las instituciones que el pueblo eligi¨® libremente y que nadie, en contra de la voluntad popular, puede arrebatar. El Ayuntamiento expresa su respeto a las Fuerzas Armadas como garantes de la Constituci¨®n y de las instituciones, al tiempo que rechaza cualquier tipo de violentaci¨®n de la legalidad vigente?.

Cientos de llamadas bloqueaban la centralita del Ayuntamiento a mediod¨ªa del martes con mensajes de apoyo y solidaridad. La mayor¨ªa proven¨ªan de otros ayuntamientos espa?oles. Durante toda la madrugada, el Ayuntamiento hab¨ªa tenido graves dificultades en las conexiones telef¨®nicas, y no se produjeron llamadas de Capitan¨ªa General para dar ¨®rdenes.

Muchos representantes de partidos pol¨ªticos pasaron fuera de sus domicilios la madrugada del lunes al martes, y entre ellos Manuel Girona, presidente socialista de la Diputaci¨®n. Algunos archivos hab¨ªan sido trasladados desde las sedes de los partidos a otros lugares.

Uno de los puntos aprobados un¨¢nimemente por el pleno de la Diputaci¨®n ayer fue: ?Exigir una oportuna depuraci¨®n de responsabilidades por los hechos producidos dentro y fuera del Congreso de los Diputados y, especialmente, por la suspensi¨®n de derechos y libertades del pueblo valenciano?. Diversos partidos y centrales sindicales, entre ellos UCI), aprobaron resoluciones similares durante las reuniones mantenidas ayer.

Rafael del R¨ªo, jefe superior de Polic¨ªa de Valencia, cuya j urisdicci¨®n coincide con la de la III Regi¨®n Militar, inform¨® a EL PAIS que durante toda la noche estuvo en el Gobierno Civil como miembro de la Junta de Orden P¨²blico, salvo algunos momentos en que, junto con el gobernador, sali¨® a inspeccionar los servicios de las fuerzas del orden. ?No tuve ning¨²n tipo de instrucci¨®n especial proveniente de Capitan¨ªa, excepto por lo contenido en el bando del teniente general Milans del Bosch. El Gobierno Civil me orden¨® que reforzara el servicio y me pusiera al frente de las fuerzas que estaban a mis ¨®rdenes para mantener la tranquilidad en las calles?. Seg¨²n se desprende de estas declaraciones, tanto eljefe superior de Polic¨ªa como el gobernador civil, que te¨®ricamente hab¨ªan sido despose¨ªdos de su autoridad por el mando militar, la mantuvieron al frente de las Fuerzas de Orden P¨²blico.

El protagonista de la larga noche valenciana, el teniente general Jaime Milans del Bosch, al que quedan escasos meses para pasar a la situaci¨®n de reserva, abandon¨® ayer por la tarde Valencia a bordo de un Mystere de la Subsecretar¨ªa de Aviaci¨®n Civil con destino a Madrid, adonde lleg¨® poco antes de las ocho de la tarde, concretamente a la zona militar del aeropuerto de Barajas.