Los gobernadores civil y militar de Valencia pidieron a Milans del Bosch que retirara el bando

El gobernador militar de Valencia, general de divisi¨®n Luis Caruana, permanec¨ªa ayer desempe?ando su cargo y no hab¨ªasido destituido, a diferencia de lo ocurrido con el capit¨¢n general de la III Regi¨®n Militar, Jaime Milans del Bosch. El general Caruana asisti¨® ayer a la toma de posesi¨®n del nuevo capit¨¢n general, Antonio Pascual Galmes, y desminti¨® a los medios informativos que hubiese detenido al gobernador civil de la provincia, Jos¨¦ Mar¨ªa Fern¨¢ndez, del R¨ªo, durante el tiempo en que estuvo en vigor el bando dictado por Milans del Bosch.Lo ocurrido en el Gobierno Civil durante la noche del lunes al martes permanece todav¨ªa. en una cierta nebulosa. No obstante, parece confirmado que Caruar¨ªa no dijo a Fern¨¢ndez del R¨ªo en ning¨²n momento que estuviese detenido; que el trato entre ambos fue amigable en todo momento y que el gobernador civil transgredi¨® el bando en varias ocasiones en presencia de Caruana sin que ¨¦ste le hiciese ninguna advertencia al respecto.

Seg¨²n las versiones recogidas por EL PAIS, p¨¢rece que el general, Caruana sali¨® dos veces durante la noche de la sede del Gobierno Civil, en la que se encontraba desde antes de que se hiciese p¨²blico el bando de Milans del Bosch. En ambas ocasiones, Caruana fue a Capitan¨ªa General, abandonando a su supuesto detenido, Fern¨¢ndez del R¨ªo. La primera salida se produjo alrededor de la una de la madrugada, y el contenido de la entrevista entre el gobernador militar y el capit¨¢n general permanece bastante oscuro. Se supone que Caruana intent¨® detener a Milans del Bosch y asumir el mando militar de la regi¨®n por orden del jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito de Tierra, general Gabeiras, sin conseguirlo. En la segunda visita a Capitan¨ªa, realizada sobre las tres de la ma?ana, el general Caruana habr¨ªa intentado, tambi¨¦n sin ¨¦xito, persuadir al capit¨¢n general de que anulase el bando.

Por otra parte, el presidente de UCD en Valencia, Jos¨¦ Luis Manotano. que estaba presente cuando lleg¨® Caruana al Gobierno Civil, manifest¨® a EL PAIS que el gobernador militar exterioriz¨® su sorpresa ante las decisiones tomadas por Milans del Bosch.

Las conversaciones con Milans del Bosch

Aunque los dos principales protagonistas de la larga noche en el Gobierno Civil, Caruana y Fern¨¢ndez del R¨ªo, no quer¨ªan hacer ayer declaraciones, ambos desmintieron tajantemente la detenci¨®n del segundo. No obstante, los hechos, en su mayor parte, se pueden reconstruir con una cierta base de verosimilitud.

El gobernador civil habl¨® en repetidas ocasiones durante la tarde y la noche con el capit¨¢n general a trav¨¦s del tel¨¦fono. La primera de ellas fue al tener noticia de lo que hab¨ªa ocurrido en el palacio del Congreso de los Diputados, pues Fern¨¢ndez del R¨ªo estaba escuchando la radio cuando se produjeron los incidentes. Curs¨® instrucciones de extremar las medidas de seguridad a los responsables de las Fuerzas de Orden P¨²blico. Al parecer, Milans del Bosch le dijo que hab¨ªa hablado por tel¨¦fono con el Rey, o con la casa del Rey, y que iba a dictar un bando como medida de seguridad, con lo que en principio Fern¨¢ndez del R¨ªo se mostr¨® de acuerdo.

Sobre las ocho de la tarde, una vez que el gobernador civil hubo escuchado el bando y tuvo copia mecanogr¨¢fica del mismo, llam¨® a Milans del Bosch y le dijo que las medidas le parec¨ªan exageradas, a lo que el capit¨¢n general replic¨® que eran necesarias y que cuando se hace una cosa hay que hacerla bien. Al parecer hubo m¨¢s conversaciones telef¨®nicas entre ambas autoridades, quiz¨¢ una de las m¨¢s significativas se produjo alrededor de las tres de la madrugada, cuando Fern¨¢ndez del R¨ªo pidi¨® a Milans del Bosch que retirase el bando y ¨¦ste se neg¨®, alegando que el Rey le hab¨ªa ordenado que retirase las tropas de la ciudad, pero no que revocara las normas dictadas.

En cuanto a las transgresiones al bando efectuadas por el gobernador civil, existen m¨²ltiples indicios de que se produjeron. Una de las m¨¢s significativas fue la convocatoria de la Junta de Orden P¨²blico -para lo que carec¨ªa en ese momento de atribuciones, seg¨²n lo decretado por el capit¨¢n general-, sobre la 1.30 horas, una vez conocido el mensaje del Rey y recibido un t¨¦lex del director de la Seguridad del Estado, Francisco La¨ªna, ordenando la reuni¨®n, que se celebr¨® levant¨¢ndose acta de la misma. Fern¨¢ndez del R¨ªo curs¨® adem¨¢s un telegrama a La¨ªna comunicando este hecho.

El alcalde socialista de la ciudad, Ricardo P¨¦rez Casado, telefone¨® al gobernador y le pregunt¨® si pod¨ªa ir al Gobierno Civil a entrevistarse con ¨¦l, a lo que asinti¨®. P¨¦rez Casado estuvo de dos a dos y media de la madrugada en el edificio, en compa?¨ªa del general Caruana; el jefe superior de Polic¨ªa, Rafael del R¨ªo, y jefes de las fuerzas de seguridad.

El alcalde dijo a Fern¨¢ndez del R¨ªo que iba a reunir a los concejales, lo que hizo tras abandonar el Gobierno Civil con el asentimiento del gobernador. Una vez reunida la Corporaci¨®n municipal, en el Ayuntamiento se recibieron llamadas telef¨®nicas, no realizadas por M¨¹ans del Bosch ni por Caruana, advirtiendo que se enviar¨ªa una patrulla de la Polic¨ªa Militar a disolverles, lo que no lleg¨® a ocurrir.

Milans del Bosch llam¨® al gobernador civil para decirle que la reuni¨®n del Ayuntamiento iba contra el contenido del bando. Esta conversaci¨®n la comunic¨® Fern¨¢ndez del R¨ªo a P¨¦rez Casado, en una ocasi¨®n en que ¨¦stete volvi¨® a telefonear.

El jefe superior de Polic¨ªa fue llamado al Gobierno Civil por Fern¨¢ndez del R¨ªo y pas¨® tambi¨¦n toda la noche all¨ª, sin que llegase a recibir ¨®rdenes del capit¨¢n general, como hubiera sido l¨®gico seg¨²n el contenido del bando.

Por otra parte, Fern¨¢ndez del R¨ªo recibi¨® varias llamadas de l¨ªderes pol¨ªticos y sindicales, comunic¨¢ndole que iban a reunir a sus respectivas ejecutivas. En todos los casos contest¨® que le parec¨ªa bien y que lo hiciesen.

Por lo dem¨¢s, los gobernadores civil y militar cenaron juntos en el Gobierno Civil y en ning¨²n momento Caruana desautoriz¨® las decisiones tomadas por Fern¨¢ndez del R¨ªo. Incluso el gobernador militar se present¨® desde el principio indicando que hab¨ªa acudido a colaborar. Al parecer, si ten¨ªa ¨®rdenes m¨¢s estrictas de Milans del Bosch, como ser¨ªa acorde con el contenido del bando, no las manifest¨®.

Un carro de combate estuvo situado frente al edificio del Gobierno Civil durante la ocupaci¨®n militar de la ciudad. Algunas fuentes han manifestado que, si bien el ca?¨®n del carro de combate estuvo dirigido la mayor parte del tiempo en otra direcci¨®n, en una ocasi¨®n, por espacio de unos diez minutos, apunt¨® hacia la fachada del Gobierno Civil.