El sovi¨¦tico expulsado de Espa?a ofrec¨ªa dinero a cambio de informaci¨®n militar
El diplom¨¢tico sovi¨¦tico Vladimir I. Efremencov, agregado de la Embajada de la URSS en Madrid, abandon¨® ayer Espa?a dentro del plazo de veinticuatro horas concedido para ello por el Gobierno, tras la orden de expulsi¨®n decretada contra ¨¦l por el Consejo de Ministros del viernes pasado. Efremencov, al parecer, habr¨ªa intentado proporcionar cierta cantidad de dinero a cambio de determinados documentos militares.Seg¨²n nuestro corresponsal en Mosc¨², F¨¦lix Bay¨®n, las autoridades sovi¨¦ticas guardaban ayer silencio sobre esta expulsi¨®n, y los medios de comunicaci¨®n no dieron a conocer la noticia, de acuerdo con la actitud habitual de la URSS en este tipo de asuntos.
El Consejo de Ministros celebrado el pasado viernes, en una breve nota inserta en la ampliaci¨®n de la referencia de lo tratado, declaraba persona no grata a Vladimir Efremencov y se le conced¨ªa un plazo de veinticuatro horas para abandonar el pa¨ªs, ?por haber llevado a cabo actividades incompatibles con su condici¨®n diplom¨¢tica y contrarias a la seguridad del Estado
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Silencio de la Embajada de la URSS en torno a la expulsi¨®n de territorio espa?ol de uno de sus funcionarios
Viene de primera p¨¢gina
Un alto cargo del Ministerio de Asuntos Exteriores espa?ol comunic¨® ayer a este peri¨®dico que existen pruebas fehacientes que demuestran que Efremencov ha trabajado para el espionaje sovi¨¦tico. Estas pruebas, seg¨²n la misma fuente, fueron conseguidas mediante la actuaci¨®n de un falso contacto, que desempe?¨® el papel de cebo, al que el diplom¨¢tico sovi¨¦tico ofreci¨® dinero a cambio de cierta informaci¨®n militar. Asimismo indic¨® que Efremencov trat¨® de infiltrarse en los servicios de inteligencia militar y que su fulminante expulsi¨®n, que no guarda relaci¨®n con el intento de golpe, est¨¢ motivada en el hecho de que el falso contacto estaba a punto de ser descubierto, por lo que su misi¨®n se dio por terminada.
Efremencov, que lleva acreditado en Espa?a como diplom¨¢tico desde junio de 1978, tiene rango de agregado, puesto que dentro del Cuerpo Diplom¨¢tico es inferior al de secretario de Embajada. Ocupaba el puesto de agregado sin tener una funci¨®n determinada dentro de la Embajada de Madrid, lo que pronto motiv¨® la sospecha de los servicios de inteligencia del Ej¨¦rcito espa?ol, concretamente el CSID, encargados de realizar este tipo de misiones.
Aunque no existe confirmaci¨®n oficial de que sea un agente del KGB (servicio de espionaje sovi¨¦tico), Efremencov trataba de conocer determinadas funciones de la inteligencia militar espa?ola y ya en otra ocasi¨®n estuvo a punto de ser expulsado.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores indicaron que existen fotograf¨ªas de las actividades del diplom¨¢tico sovi¨¦tico y a?adieron que realizaba lo que se conoce como espionaje cl¨¢sico (obtenci¨®n de informaci¨®n) y no espionaje subversivo (contactos de funcionarios extranjeros con grupos terroristas). Al parecer, recientemente se dio el caso de un funcionario de un pa¨ªs socialista que fue tambi¨¦n expulsado de Espa?a por mantener contactos con determinado grupo independentista canario.
Europa Press inform¨® ayer que Efremencov hab¨ªa obtenido tambi¨¦n de forma ilegal datos sobre partidos pol¨ªticos espa?oles y sobre personalidades de la vida p¨²blica del pa¨ªs. A?ad¨ªa que el diplom¨¢tico expulsado estaba implicado en una operaci¨®n en la que tambi¨¦n estaba comprometido un periodista de la agencia sovi¨¦tica Novosti llamado Yuri Goloviatenko, que sali¨® de Espa?a por propia iniciativa hace algunas semanas, ya que estaba quemado y cre¨ªa haber sido descubierta su supuesta actividad.
La Embajada de la URSS en Madrid no ha protestado a¨²n por la expulsi¨®n de uno de sus funcionarios y manten¨ªa ayer silencio total en torno al caso. Aunque Efremencov conoci¨® el viernes la decisi¨®n del Gobierno espa?ol, en medios pr¨®ximos al Ej¨¦rcito se comentaba desde hace unos d¨ªas la detecci¨®n por parte de la Inteligencia Militar de un esp¨ªa sovi¨¦tico. Efremencov abandon¨® ayer Madrid en un vuelo de Aeroflot que despeg¨® de Barajas en direcci¨®n a Mosc¨².
Un total de siete diplom¨¢ticos o funcionarios sovi¨¦ticos han sido expulsados de nuestro pa¨ªs bajo la acusaci¨®n de espionaje desde el restablecimiento de relaciones diplom¨¢ticas entre Madrid y Mosc¨², en febrero de 1977.
El d¨ªa 5 de marzo de ese mismo a?o era expulsado el delegado comercial Yuri Pivoravov, a quien se le inculp¨® de realizar espionaje en materia de armamento e industria pesada. Tres meses despu¨¦s le segu¨ªa el funcionario de la sociedad mixta de pesca Intramar, Guenadai Sveshnikov, detenido en Aranjuez. Sveshnikov fue arrestado por agentes del servicio secreto militar cuando llevaba consigo un paquete que conten¨ªa material clasificado de inter¨¦s para la defensa nacional.
Tambi¨¦n acusado de espionaje fue expulsado de Espa?a el delegado comercial Yuri Isaev, especialista en informaci¨®n pol¨ªtica, el 22 de abril de 1978. Por id¨¦ntico motivo, un mes m¨¢s tarde, parti¨® obligatoriamente hacia Mosc¨² Yuri Pavlovih Popov, ingeniero t¨¦cnico, acusado de espionaje industrial en diversas instalaciones espa?olas.
En febrero de 1980, Oleg Suranov, director de la compa?¨ªa a¨¦rea sovi¨¦tica Aeroflot en la capital de Espa?a, y Anatoli Krasilnikov, primer secretario de la Embajada en Madrid, fueron obligados por las autoridades a abandonar el territorio espa?ol. Olego Suranov fue detenido in fraganti por los servicios de inteligencia del Ministerio de Defensa, si bien no se precis¨® la actividad que el funcionario sovi¨¦tico y presunto esp¨ªa realizaba en esos momentos. De Krasilnikov se dijo que hab¨ªa mantenido contactos con alg¨²n grupo pol¨ªtico extraparlamentario, que podr¨ªa haber sido el MPAIAC.
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