Una huelga singular
EL CONFLICTO que ha estallado en la Ciudad Sanitaria Provincial ven¨ªa arrastr¨¢ndose larvadamente desde hace tiempo, y no fue ajeno al cese-dimisi¨®n de Carlos Revilla -m¨¦dico de profesi¨®n- como presidente de la Diputaci¨®n, designado por el PSOE para ese cargo en abril de 1979. El asunto de la contrataci¨®n de un anestesista, que ha motivado la entrada en erupci¨®n del volc¨¢n, ha sido el pretexto para desencadenar una huelga dif¨ªcil de comprender por los ciudadanos.El problema de fondo de la Ciudad Sanitaria Provincial parece residir en sus graves dificultades econ¨®micas, tal y como puso de manifiesto el informe elaborado por Jos¨¦ Borrell, delegado de Hacienda en la Diputaci¨®n. Los ingresos que la cl¨ªnica privada de la Ciudad Sanitaria Provincial proporcionaba paliaban ese d¨¦ficit, pero a costa de una anomal¨ªa tan escandalosa -para no utilizar expresiones m¨¢s duras- como que los m¨¦dicos de plantilla ejercieran la medicina privada dentro de su centro de trabajo y en horas de trabajo.
El cese-dimisi¨®n de Carlos Revilla fue resueltamente decidido hace unos meses por Joaqu¨ªn Leguina, pero los propios socialistas mantuvieron una brumosa discreci¨®n a la hora de explicar los motivos de la defenestraci¨®n del presidente de la Diputaci¨®n, plausiblemente relacionada con los abusos por ¨¦l tolerados en la Ciudad Sanitaria Provincial. El nuevo presidente, Jos¨¦ Mar¨ªa Rodr¨ªguez Colorado; la diputada que ha ocupado la presidencia del Consejo de Administraci¨®n de la Ciudad Sanitaria, Mar¨ªa G¨®mez Mendoza, y el director t¨¦cnico del establecimiento, doctor Barros, han tropezado de inmediato, al tratar de poner cortapisas a las irregularidades de quienes hablan tomado el hospital provincial como un rentable feudo o como una finca particular, con la obstinada resistencia de un sector de los m¨¦dicos de plantilla, incapaces de aceptar que un servicio p¨²blico impone a quienes lo desempe?an -y cobran por hacerlo- exigencias y obligaciones deontol¨®gicas m¨ªnimas.
En ese contexto, el nombramiento -por un a?o improrrogable- de un anestesista ha sido el detonante que los profesionales encastillados en sus privilegios y en sus negocios necesitaban para montar el lamentable espect¨¢culo de una protesta demag¨®gicamente acogida a las banderas de la ?voluntad democr¨¢tica?. Mar¨ªa G¨®mez Mendoza ha calificado la huelga de los m¨¦dicos anestesistas como salvaje, aludiendo seguramente al incumplimiento de las normas legales y administrativas que regulan una decisi¨®n tan dr¨¢stica como es el paro en un hospital. Pero incluso sin necesidad de recurrir a argumentos jur¨ªdicos, no ser¨¢n escasos los ciudadanos, sobre todo si est¨¢n hospitalizados en la Ciudad Sanitaria Provincial, que consideren una huelga de cafres la que desencadenan unos especialistas vinculados te¨®ricamente por el juramento hipocr¨¢tico, pero que anteponen los -ingresos que les reporta el ejercicio de la medicina privada en un centro p¨²blico a sus deberes como profesionales encargados de velar por la salud.
Por ¨²ltimo, las leg¨ªtimas actuaciones de la Diputaci¨®n como titular de este centro m¨¦dico deben respetar siempre la calidad asistencia? y cient¨ªfica de este hospital, porque, en definitiva, se trata de acercar a los ciudadanos a niveles civilizados de asistencia sanitaria, desterrando pr¨¢cticas incompatibles con el alto ejercicio de la profesi¨®n m¨¦dica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Carlos Revilla
- Huelgas sectoriales
- Jos¨¦ Mar¨ªa Rodr¨ªguez Colorado
- Opini¨®n
- Enfermeras
- ATS
- Provincia Madrid
- Sanidad privada
- Huelgas
- Sistema sanitario
- Personal sanitario
- Comunidad de Madrid
- Elecciones
- Diputaciones
- Conflictos laborales
- Ayuntamientos
- Administraci¨®n provincial
- Pol¨ªtica sanitaria
- Relaciones laborales
- Sanidad
- Administraci¨®n local
- Trabajo
- Salud
- Pol¨ªtica
- Espa?a