El Mundial debe tener dos presupuestos
El Mundial-82 todav¨ªa no ha definido formalmente sus presupuestos. A estas alturas, y pese a la existencia de una comisi¨®n mixta de seguimiento, en la que est¨¢n integrados los grupos parlamentarios, no se ha llegado a la conclusi¨®n de que una cosa son los dineros que emanan del Estado espa?ol y otra los que produce el propio f¨²tbol. En las cuentas generales del campeonato, de las que participar¨¢n la FIFA y las veinticuatro seleccion,es finalistas, no deben estar incluidos los millones que producen la loter¨ªa, las emisiones de monedas y los sorteos extraordinarios de loter¨ªa.
El d¨ªa en que Manuel Clavero, como ministro, compareci¨® ante la Comisi¨®n de Cultura del Congreso intent¨¦ soplarle la pregunta de los presupuestos a un parlamentario, pero las discusiones sobre las inversiones de RTV E consumieron el tiempo. Desde entonces se mantiene la inc¨®gnita. Te¨®ricamente ya hab¨ªa sido despejada, pero, a lo que se ve, dentro del propio Comit¨¦ Organizador del Mundial-82 a¨²n se mantienen las dudas sobre el tema. Algunos son partidarios de hacer un fondo com¨²n para repartirlo con el organismo futboustico.El comit¨¦ espa?ol del campeonato nutre sus arcas de los cincuenta c¨¦ntimos de las quinielas, de las emisiones extraordinarias de monedas conmemorativas del torneo y de los sorteos extraordinarios de loter¨ªa. Solamente estas cuestiones bastan para asegurar un beneficio. El Comit¨¦ de Saporta, seg¨²n ha prometido ¨¦ste, tendr¨¢ super¨¢vit. Los dineros sobrantes extra¨ªdos por concesi¨®n especial del Estado no pueden en modo alguno mezclarse con los recursos que ir¨¢n a parar a la Federaci¨®n Internacional de F¨²tbol y sus afiliados. El dinero espt?ol solamente puede revertir en el tesoro p¨²blico.
La FIFA y sus afiliadas tienen aseguradas tambi¨¦n el ¨¦xito econ¨®mico derivtdo de la comercializaci¨®n de los s¨ªmbolos, de los contratos con televisi¨®n, la publicidad est¨¢tica y la venta de localidades. Los parlarnentarios espa?oles deben exigir un control estricto de los millones que van a manejar los hombres de Saporta porque son justamente los recursos en los que no debe meter baza una organizaci¨®n internacional como es la FIFA.
Raimundo Saporta le ha hecho un quiebro a la banca privada con los beneficios que hasta ahora ha tenido. Para evitar problemas estableci¨® la cuenta mundialista en el Banco de Espa?a. Los millones eran muy golosos y hab¨ªa quien opinaba que no ten¨ªa sentido perder la oportunidad de obtener unos sustanciosos intereses. El Mundial-82, de acuerdo con el gobernador del Banco de Espa?a, ha adquirido obligaciones de Deuda P¨²blica, con lo cual el dep¨®sito semanal de las quinielas y los ingresos de la loter¨ªa producir¨¢n unas cantidades adicionales y, por tanto, la devaluaci¨®n ser¨¢ menor.
El dinero del f¨²tbol, por lo menos en lo que se refiere al Mundial-82, por el momento, est¨¢ controlado. Saporta no quiere verse envuelto en auditor¨ªas escandalosas como las que se han producido en varias federaciones. Las auditor¨ªas han sido tema de moda durante alg¨²n tiempo y parece que volver¨¢n a la actual idad. El Atl¨¦tico de Madrid anunci¨® que har¨ªa p¨²blicos los resultados de la e¨ª'ectuada a la gesti¨®n de la directiva anterior, pero hasta el momento, Alfonso Cabeza no se ha atrevido a publicar los resultados. Ahora hay socios atl¨¦ticos que piden que la fiscalizaci¨®n sea permanente, a fin de tener conocimiento exacto de la gesti¨®n actual.
El pr¨®ximo esc¨¢ndalo puede producirse en Valencia, en donde, al parecer, se han perdido m¨¢s de tres millones de pesetas con el traspaso de Kempes. El River vino a comprar al jugador, de club a club, y el Y alencia puso por delante dos intermediarios. Que, seg¨²n se afirma, percibir¨¢n el 10% de la operaci¨®n, lo que es una tajada sustancial. Al presidente del club, Ramos Costa, le exigir¨¢n los socios, en la pr¨®xima asamblea, las razones por las cuales el club ha de perder m¨¢s de tres millones de pesetas, cuando el comprador, el River, no puso a nadie por medio para negociar. El Valencia ten¨ªa problemas con el porcentaje al que ten¨ªa derecho Kempes y, a lo que se ve, no lo tuvo para regalar millones a terceros.
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