Iglesia, divorcio y Estado
El articulo del prestigioso te¨®logo y escriturista Jos¨¦ Mar¨ªa Gonz¨¢lez Ruiz (EL PA?S del 7 de febrero) puso el dedo en la llaga al documento de los obispos. Estoy de acuerdo totalmente con ¨¦l, pero deseo a?adir algunas razones de car¨¢cter b¨ªblico, ya que la Biblia es el fundamento de la mayor parte de las verdades religiosas para las iglesias cristianas.En el Antiguo Testamento, Mois¨¦s, inspirado por Dios, escribi¨® en el libro del Exodo: ?Si un h¨®mbre toma a una mujer y se casa con ella, y resulta que esta mujer no halla gracia a sus ojos, porque descubre algo que le desagrada, le redactar¨¢ un libelo de repudio, se lo pondr¨¢ en la mano y la despedir¨¢ de su casa?. Seg¨²n las palabras de Jes¨²s, esta permisi¨®n de Mois¨¦s fue debida a la dureza de coraz¨®n , dicho en t¨¦rminos de hoy, a la corrupci¨®n existente sobre el tema. Ante ello nos preguntamos: ?no podr¨ªa la Iglesia cat¨®lica reconsiderar la corrupci¨®n actual o la nueva ideolog¨ªa y praxis del matrimonio y admitir para determinados casos una, permisi¨®n del divorcio?
Un segundo caso se halla en elEvangelio de Mateo: ? Os digo que quien repudia a su mujer, excepto en caso de fornicaci¨®n (porneia), comete adulterio?. Muchas traducciones se le han dado a la palabra griega ?porneia?, pero la m¨¢s corriente es ?adulterio?. Mateo concede este derecho a los cristianos siropalestinenses, cosa que no interesa a Marcos y Lucas, que se dirigen a Roma y a Grecia, donde el adulterio no s¨ªgnificaba nada en orden al divorcio. S¨ªguieron esta pr¨¢ctica la Iglesia oriental ortodoxa y tambi¨¦n la Iglesi¨¢ latina en algunas ¨¦pocas. Mateo tom¨® partido por la escuela jud¨ªa contempor¨¢nea de Shammai, que s¨®lo permit¨ªa el divorcio en caso de adulterio y no ?por cualquier motivo?, como la escuela de Hillel. San Agust¨ªn, san Juan Cris¨®stomo y san Basilio admitieron la posibilidad de nuevas nupcias interpretando el texto citado de Mateo. ?No podr¨ªa la Iglesia admitir esta posibilidad tradicional ante un caso de adulterio flagrante,
La tercera excepci¨®n se encuentra en san Pablo, y es llamado el ?privilegio paulino?. Al hablar de un matrimonio mixto, dice: ?Si la. parte no creyente quiere separarse, que se separe; en este caso el cristiano o la cristiana no est¨¢n ligados: para vivir en paz nos llam¨® el Se?or?. Es decir, que se ha roto el matrimonio al separarse la parte culpable. ?No existen hoy en d¨ªa muchos abandonos f¨ªsicos, mora:les o de malos tratos contra c¨®nyuges inocentes? ?Por qu¨¦ una mujer que fue abandonada a los veintid¨®s a?os por su marido ha tenido que vivir sola hasta los ochenta que muri¨®? Casos similares conocemos todos. La Iglesia cat¨®lica y otras iglesias hermanas deber¨ªan considerar estos casos de la Biblia y adaptarlos a nuestros tiempos./
Can¨®nigo lectoral y profesor de Sagrada Escritura.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.