Haig visitar¨¢ Madrid los d¨ªas 8 y 9 de abril

Las prisas, nunca veladas por Washington, para que Espa?a forme parte de la OTAN, centrar¨¢n la prioridad de las entrevistas de Haig con el presidente Calvo Sotelo y el ministro de Asuntos Exteriores, P¨¦rez-Llorca. El resto de cuestiones gira en torno a este tema principal.Si el Gobierno espa?ol decide fijar un calendario para el ingreso en la OTAN, la renegociaci¨®n del tratado bilateral de amistad y cooperaci¨®n pasar¨¢ a un segundo plano. En vigor desde 1953 y renovado en varias ocasiones, el tratado bilateral caduca en su actual versi¨®n en septiembre pr¨®ximo. Gracias al tratado, Estados Unidos cuenta con la instalaci¨®n de bases militares en territorio espa?ol y vincula ya -en caso de conflicto- el potencial militar espanol al sistema defensivo de la OTAN.

Pero Washington, en plena euforia de refuerzo de la defensa occidental, quiere a Espa?a dentro del conjunto de la OTAN cuanto antes. En cualquier caso, antes de un posible acceso al poder de los soclallstas, cuya visi¨®n respecto a la OTAN podr¨ªa complicar el esquema de EE UU sobre el tema.

Si Haig logra convencer al Gobierno espa?ol de la necesidad de un paso r¨¢pido hacia la OTAN, la renegociaci¨®n del acuerdo bilateral -que puede simplemente ser prolongado en sus actuales cl¨¢usulas hasta que Espa?a se integre en la OTAN- o la modernizaci¨®n del potencial militar espa?ol, a ser posible con material made in USA, son aspectos secundarios. El acuerdo con los principios atlantistas expuestos por el presidente Calvo Sotelo en su discurso de investidura, Haig encontrar¨¢ la m¨¢xima receptibilidad a sus prop¨®sitos.

S¨®lo un punto puede frenar el calendario del esquema estadounidense: el jarro de agua fr¨ªa que supuso la parsimonia de Washington para reaccionar, r¨¢pida e inequ¨ªvocamente, a favor del proceso democr¨¢tico espa?ol, en las primeras veinticuatro horas del intento de golpe de Estado, militar del pasado 23 de febrero,

Preguntado el portavoz del Departamento de Estado por si el cap¨ªtulo de las primeras declaraciones de Alexander Haig -?es un asunto interno?- ser¨¢ analizado durante la visita a Madrid, Dyess dijo qtie ?no?, e inslsti¨® en el aspecto de consultas bilaterales.

La opini¨®n oficial del Departamento de Estado sobre el malestar creado en medios pol¨ªticos espa?oles por la postura inicial de Washington, fue siempre ?corregida? como un asunto ?exagerado por la Prensa?. Lo de ?asunto interno?, en un momento crucial en que el rey Juan Carlos desmontaba poco a poco la operaci¨®n golpista, es calificado en el Departamento de Estado como interpretaci¨®n ?err¨®nea y maliciosa? de la Prensa espa?ola.

Casi simult¨¢neamente con el anuncio de la visita de Haig a Madrid, que preceder¨¢ a su periplo por Oriente Pr¨®ximo, el Comit¨¦ de Relaciones Exteriores del Senado aprob¨® un¨¢nimemente la declaraci¨®n del Congreso estadounidense, que ?felicita? al pueblo y al Rey de Espa?a por su victciria democr¨¢tica, al tiempo que califica de ?ultrajante? el asalto a las Cortes.