El Ayuntamiento de Madrid pretende profundizar en la dimensi¨®n educativa del deporte popular
El proyecto de estatutos del futuro Instituto Municipal de Deportes podr¨ªa ser estudiado en uno de los pr¨®ximos plenos del Ayuntamiento de Madrid. La creaci¨®n de este organismo se considera indispensable para racionalizar el complicado engranaje de las instalaciones deportivas municipales y, consecuentemente, hacer m¨¢s eficaz la labor de aproximaci¨®n de la cultura f¨ªsica y el deporte a la poblaci¨®n madrile?a. No obstante, la filosof¨ªa fundamental de est¨¦ proyecto es la profundizaci¨®n en la dimensi¨®n educativa del deporte popular.
A juzgar por las impresiones generales de las diversas fuentes consultadas, parecen haberse superado ya las iniciales reticencias de muchos funcionarios ante esta iniciativa, propiciadas en buena medida por la actitud un tanto inexplicable de alg¨²n sindicato y a las que tal vez haya contribuido tambi¨¦n la falta de informaci¨®n puntual a los colectivos afectados por el proyecto.El Ayuntamiento necesita afianzar la infraestructura m¨ªnima que se puso en marcha hace ahora seis meses y cuyos espectaculares frutos inmediatos podr¨ªan venirse abajo si el entusiasmo, la paciencia y el esp¨ªritu de colaboraci¨®n con que han venido actuando t¨¦cnicos, funcionarios y coordinadores no encuentran una adecuada respuesta en las instituciones municipales.
Durante meses se han producido retrasos considerables en los pagos a los t¨¦cnicos deportivos contratados y errores de bulto en la confecci¨®n de las n¨®minas, que s¨®lo pueden justificarse por la natural dificultad que representaba adecuar una maquinaria administrativa bastante oxidada al ritmo acelerado que requer¨ªan los ambiciosos proyectos emprendidos por los actuales responsables del deporte municipal.
El objetivo deporte para todos es, en efecto, un ambicioso y bello prop¨®sito que dif¨ªcilmente podr¨ªa convertirse en realidad con un ej¨¦rcito de funcionarios en el que, parad¨®jicamente, los t¨¦cnicos deportivos casi podr¨ªa afirmarse que brillaban por su ausencia.
Incorporaci¨®n de t¨¦cnicos deportivos
La intensificaci¨®n del uso de las instalaciones deportivas municipales, en tales circunstancias, no podr¨ªa llevarse a cabo sin la incorporaci¨®n de los especialistas necesarios para dar un m¨ªnimo rigor cient¨ªfico a la labor que se pretende realizar en ellas.
Desde el pasado mes de septiembre, la composici¨®n de los elementos humanos del aparato deportivo municipal se han equilibrado notablemente, pero a¨²n sigue siendo considerablemente mayor el n¨²mero de funcionarios que el de los t¨¦cnicos: quinientos frente a 220 en estos momentos.
Los responsables de las actividades deportivas municipales piensan que esta dotaci¨®n de personal puede ser suficiente, al menos, para consolidar lo conseguido hasta ahora, pero que tanto el afianzamiento de la m¨ªnima infraestructura actual como la puesta en marcha de nuevos objetivos pasan necesariamente por la creaci¨®n de un patronato o instituto que permita un funcionamiento m¨¢s ¨¢gil y eficaz.
Fernando Amiano, coordinador general de los servicios deportivos municipales, piensa que el aumento, en cierto modo espectacular, del uso de las instalaciones carece de importancia a la hora de considerar la magnitud de aquellos objetivos que se resumen en el principio general de que ?hay que dar un servicio completo?. Esto significa no limitarse a proporcionar las Instalaciones a todos los potenciales usuarios, sino, en la medida de lo posible, el asesoramiento t¨¦cnico, el profesorado adecuado, los servicios m¨¦dicos imprescindibles y, lo que es m¨¢s importante, contribuir m¨ªnimamente a una orientaci¨®n de la pr¨¢ctica del deporte hacia el cultivo de los valores humanos que le son te¨®ricamente consustanciales, pero que, por una serie de razones bastante complejas, permanecen pr¨¢cticamente in¨¦ditos tanto entre los que lo practican profesionalmente como entre los simples aficionados.
La afirmaci¨®n, que puede parecer un tanto generalizadora, adquiere todo su sentido cuando se observa la dosis de apasionamiento y hasta de violencia que se produce incluso en las competiciones deportivas escolares, y de ello son testigos privilegiados los t¨¦cnicos municipales que observan las actividades de los centenares de clubes y colegios que frecuentan diariamente las instalaciones.
La ausencia casi absoluta de la educaci¨®n f¨ªsica en nuestro sistema educativo, pese a estar considerada como materia fundamental, es muy probablemente la ra¨ªz del problema, y en estos precisos momentos una de las preocupaciones de los responsables municipales del deporte es que la intensificaci¨®n de la actuaci¨®n del Ayuntamiento pueda servir de pretexto a la Administraci¨®n del Estado para seguir dilatando el cumplimiento de sus obligaciones en este terreno.
Algunos empresarios han encontrado en la simple utilizaci¨®n de las instalaciones del Ayuntamiento un barato y excelente procedimiento para vender imagen. En ocasiones, bastante m¨¢s que eso, puesto que hay constancia de que algunos de ellos est¨¢n cobrando a sus alumnos hasta un 700% del importe de las cuotas simb¨®licas que abonan al Ayuntamiento por la inscripci¨®n en los cursillos de nataci¨®n, ¨²nica actividad que tienen que pagar, puesto que el uso de las instalaciones para las clases de educaci¨®n f¨ªsica es gratuita.
Escuelas deportivas
Las mayores esperanzas de la corporaci¨®n madrile?a se centran en las extraordinarias posibilidades de las escuelas deportivas. En enero pasado se hab¨ªan puesto en marcha 43 de ellas, con una matr¨ªcula pr¨®xima a los 3.000 alumnos.
En torno a los objetivos ¨²ltimos de estas escuelas, destinadas a los ni?os comprendidos entre cinco y catorce a?os, se produce cierta disparidad de criterios. Para los dirigentes del deporte municipal, el fin inmediato es la iniciaci¨®n del ni?o en la cultura f¨ªsica mediante la pr¨¢ctica de las diversas modalidades deportivas y evitando cualquier forma de coacci¨®n hacia una determinada. En este sentido se piensa que lo ideal es que el ni?o pase durante todo ese tiempo por las distintas escuelas y que ¨¦l mismo decida cu¨¢l es la modalidad deportiva que mejor se adapta a sus gustos y aptitudes o, simplemente, que no escoja ninguna.
Por el contrario, algunos t¨¦cnicos deportivos piensan que la especializaci¨®n es un hecho inevitable que habr¨¢ de producirse antes o despu¨¦s y que no ser¨ªa correcto obligar al ni?o a saltar continuamente de un deporte a otro.
En este punto se produce un problema secundario, pero de extraordinaria importancia, que consiste en encontrar los cauces adecuados para conectar la labor de las escuelas municipales con la pol¨ªtica general del deporte a nivel del Estado, es decir, de las federaciones provinciales y, en definitiva, del Consejo Superior de Deportes.
Los responsables municipales piensan que su labor debe limitarse a facilitar la pr¨¢ctica del deporte al mayor n¨²mero de personas y que, desde luego, no es su misi¨®n fabricar campeones, aunque no se les oculta que puede haber procedimientos para que ambas cosas sean compatibles.
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