ETAm vuelve a amenazar a los t¨¦cnicos de Lem¨®niz
Directivos de la empresa Iberduero, representantes del Gobierno vasco y de las tres centrales sindicales mayoritarias celebraron ayer, en Vitoria, una reuni¨®n conjunta, por primera vez, a fin de hallar una soluci¨®n a la situaci¨®n originada en la central nuclear de Lem¨®niz, a ra¨ªz de la ausencia de un considerable n¨²mero de t¨¦cnicos responsables en sus puestos de trabajo tras las ¨²ltimas amenazas de ETA Militar. EL PAIS pudo tener acceso al texto de las cartas que la mencionada organizaci¨®n ha enviado ya a 33 t¨¦cnicos.ETAm, en las cartas fechadas el 16 de marzo, que los afectados han recibido dos d¨ªas despu¨¦s, recuerda que en la reivindicaci¨®n del asesinato del ingeniero jefe de explotaci¨®n, Jos¨¦ Mar¨ªa Ryan, advert¨ªa que dicho atentado no era un hecho aislado, sino ?la apertura de un nuevo frente de actuaci¨®n que afecta a todos los cuadros superiores y mandos responsables?. En la menci¨®n expl¨ªcita a los destinatarios, la organizaci¨®n terrorista dice: ?Tenga la completa seguridad de que las acciones que, ya a partir de este instante, tenemos pensado desarrollar a este nivel, en ning¨²n momento vienen fundamentadas por el cargo o servicio t¨¦cnico que como profesional ejerce usted, sino exclusivamente por la participaci¨®n que desde su puesto brinda al ilegal y antipopular proyecto de Lem¨®niz?.
Ante la situaci¨®n agravada por el env¨ªo de las misivas, el Gobierno vasco, a solicitud de la central sindical UGT, convoc¨® a las tres partes, a fin de proceder a un intercambio de informaci¨®n e intentar hallar una soluci¨®n al tema, ya que las tres representaciones -Iberduero, ejecutivo vasco y sindicatos- consideraban muy negativo que las obras tuvieran que paralizarse, tanto por las p¨¦rdidas econ¨®micas y las consecuencias laborales de 4.000 trabajadores m¨¢s en paro, como por lo que significar¨ªa de actitud de repliegue ante el chantaje de ETAm.
- Cuando el ingeniero Jos¨¦ Mar¨ªa Ryan fue asesinado, m¨¢s de ochenta t¨¦cnicos de Iberduero celebraron reuniones para discutir su propio futuro dentro de la mencionada empresa. En el curso de las sesiones se barajaban tres posibilidades. Una primera, y la m¨¢s radical, abogaba por no acudir a trabajar hasta que las amenazas que en aquella ocasi¨®n hizo ETA no fueran retiradas p¨²blicamente.
Una segunda opci¨®n apuntaba la posibilidad de paralizar las obras hasta que no se materializase la consulta popular y declinaba la responsabilidad de fijar un calendario de convocatoria a las propias instituciones. Si el resultado del refer¨¦ndum era favorable a la continuaci¨®n de las obras, los t¨¦cnicos continuar¨ªan en sus puestos de trabajo, porque, a pesar de que las amenazas de ETAm continuasen, dec¨ªan que se ve¨ªan con la suficiente fuerza moral que les otorgaba la decisi¨®n popular.
En una tercera v¨ªa, con la que se encontraban identificados m¨¢s de un 70% de los t¨¦cnicos que participaron en los mencionados encuentros, se se?alaba como suficiente para seguir trabajando una declaraci¨®n institucional favorable a la continuaci¨®n de las obras, y en la que se concretase una fecha de consulta popular.
A la vez, solicitaban una declaraci¨®n de la ejecutiva del Partido Nacionalista Vasco (PNV), las instituciones y el Gobierno aut¨®nomo que les dieran respaldo moral.
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