Los herederos m¨¢s influyentes de Picasso est¨¢n a favor del traslado del "Guernica"'
El Museo de Arte Moderno de Nueva York pretende beneficiarse de la postura negativa de Maya y Claude Picasso
S¨®lo dos de los herederos de Picasso, Maya y Claude, se oponen al traslado del Guernica a Espa?a; todos los dem¨¢s, que coinciden con los m¨¢s ¨ªntimos y los que m¨¢s conocieron a Picasso, han reiterado solemnemente, en una reciente reuni¨®n celebrada en los alrededores de Lille (Francia), y a la que tambi¨¦n asisti¨® la viuda del pintor.Jacqueline, su deseo de que se cumpla la voluntad del artista, es decir, que el cuadro se instale en Espa?a definitivamente. El Museo de Arte Moderno de Nueva York pone dificultades para el traslado del Guernica (v¨¦ase cr¨®nica de Ram¨®n Vilar¨® de EL PAIS de ayer, 2? edici¨®n), ?porque se beneficiarla sustancialmente de la permanencia del cuadro en Nueva York?, seg¨²n estiman diversas fuentes.
El retorno del Guernica a Espa?a vive un momento crucial, a juzgar por las declaraciones aparentemente contradictorias de los ¨²ltimos d¨ªas, emitidas por las partes interesadas. Una minuciosa investigaci¨®n realizada por EL PAIS ofrece el balance del caso. Hace cuatro semanas, en la Fundaci¨®n Septentri¨®n, situada en las inmediaciones de Lille, se inaugur¨® una exposici¨®n de varios retratos de Jacqueline realizados por el pintor espa?ol. Este acto reuni¨® a Jacqueline Picasso, a la escritora Helene Parmelin y al pintor Pigon, los mejores amigos de Picasse, hasta que dej¨® de respirar, y al matrimonio Leyris, amigo del pintor y. marchante de su obra.Todos ellos aprueban la declaraci¨®n que nos hizo Parmel¨ªn: ?Pi asso siempre quiso que el Guernica volviera a Espa?a en cuanto existieran libertades democr¨¢ticas. Su ¨²nica condici¨®n fue que desaparecieran Franco y la dictadura. Hoy resulta una aberraci¨®n crear problemas cada vez que cambia un Gobierno o se produce un acontecimiento cualquiera. El puesto del Guernica est¨¢ en Espa?a, y el s¨ªmbolo que representa el cuadro puede favorecer la consolidaci¨®n de la democracia?.
Por su parte, Ronald Dumas, abogado de Picasso y encargado por este ¨²ltimo de dar la luz verde para el retorno del Guernica, obr¨® en tal sentido d¨ªas pasados, mediante documento firmado que entreg¨® a los responsables espa?oles. Todas las personas precitadas fueron las que ?vivieron realmente aliado de Picasso?, nos coment¨® una de ellas. Esas personas lo gozaron, lo sufrieron y son las ¨²nicas que saben lo que pensaba. En definitiva, fueron quienes le conocieron y le amaron de verdad, y, por ello, respetan su voluntad.
Oposici¨®n de Maya y Claude
La oposici¨®n al retorno del cuadro tiene dos nombres fundamentalmente: Maya y Claude Picasso. En efecto, Marina se ha manifestado debidamente ante las autoridades espa?olas en favor del retorno, y Paloma y Bernard, seg¨²n hemos podido saber, ?se declaran abierios, pero se dir¨ªa que, en una u otra medida, se dejan llevar por Claude?. Todos estos herederos conocieron a Picasso y vivieron con el artista cuando eran ni?os. Despu¨¦s, tras cada divorcio o separaci¨®n, siguieron a sus madres respectivas. Paloma y Claude, a¨²n muy j¨®venes, pasaron alg¨²n verano con Picasso, y Jacqueline se ocup¨® de ellos. Paulo, el primer hijo del pintor, ya fallecido, fue el unico que mantuvo relaciones constantes con su padre. El lazo m¨¢s permanente eiritre Picasso y sus herederos actual,es fue de orden econ¨®mico. Mensualmente, el pintor parece ser que repart¨ªa cheques a sus ex mujeres y descendencia.
Dos motivaciones diferentes
Dos de estos ¨²ltimos son los que ahora representan la oposici¨®n a la instalaci¨®n del Guernica en Espa?a, rechazando con ello lo que fue el deseo, escrito y firmado, de su padre. Pero su actitud no obedece a las mismas motivaciones. Seg¨²n hemos podido comprobar, Maya, equivocada o no, se manifiesta con autenticidad cuando expone apasionadamente sus reservas sobre la democracia espa?ola. Por el contrario, las reticencias de Claude son equ¨ªvocas y hacen pensar que las razones profundas de su actitud son ambiguas y se prestan a interpretaciones in teresadas.
La oposici¨®n de Maya y Claude legalmente, se funda en el llamado derecho moral, que vela por la inte gridad y la seguridad de las obras de arte. ?El derecho moral, nos ha explicado un experto, es perfectamente respetable en principio, pero que puede convertirse en el cuento de nunca acabar si los interesados, en vez de usar del mis mo con buena fe, lo emplean para maniobrar en funci¨®n de c¨¢lculos del orden que fuere?.
Quiere esto decir que hoy, seg¨²n el heredero Claude, el Guernica no puede retornar porque la democracia no se ha consolidado en Espa?a, y ma?ana puede alegar incluso el absurdo, es decir, que el cuadro peligrar¨ªa si una tormenta hunde el barco o derriba el avi¨®n en los que podr¨ªa trasladarse el cuadro desde Nueva York a Madrid.
Beneficio para el MOMA
A su vez, el Museo de Arte Moderno de Nueva York ?se beneficia de la postura de Claude y de Maya para que el man¨¢ que es el Guemica contin¨²e en el museo?, seg¨²n convicci¨®n de varias personas consultadas ¨²ltimamente.
Lo expuesto, en opini¨®n de muchos amigos del pintor, debiera incitar al Gobierno espa?ol a ?operar tajante y r¨¢pidamente, ejerciendo los derechos que le ofrecen los t¨ªtulos de propiedad del cuadro de que dispone ?.
En este sentido, tras el tejerazo, parece pr¨®ximo el inicio de una etapa decisiva. En algunos medios interesados parisienses, en los que se comenta el caso Guernica, se reflexiona tambi¨¦n sobre la grave dejadez tradicional espa?ola en el dominio espec¨ªficamente cultural. Los sucesivos Gobiernos, desde tiempo inmemorial, han propiciado, por ejemplo, el mundialismo del f¨²tbol espa?ol, mientras han encarcelado, expatriado o matado a los creadores. Esta imagen espa?ola no cabe duda que pesa en estos momentos sobre. el retorno del Guernica. Es posible afirmar que, de no ser por la lucidez de algunas voluntades individuales, incluso los ¨²ltimos Gobiernos de la democracia no se habr¨ªan enterado a¨²n del s¨ªmbolo cultural, art¨ªstico, pol¨ªtico y econ¨®mico que representa para el mundo entero el cuadro m¨¢s c¨¦lebre del siglo.
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