Serenidad en la ceremonia religiosa por el teniente coronel asesinado por ETA en Bilbao
?He venido a compartir la indignaci¨®n, el dolor y la serenidad del Ej¨¦rcito?, dijo el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, al abandonar el cuartel de Garellano, en Bilbao, tras asistir, en compa?¨ªa del lendakari vasco Carlos Garaikoetxea; el ministro de Defensa, Alberto Oliart, y el jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito, teniente general Gabeiras, a la misa de cuerpo presente celebrada en el citado recinto militar en memoria del teniente coronel Romeo Rotaeche, fallecido a primera hora de la ma?ana de ayer, dos d¨ªas despu¨¦s, de haber resultado grav¨ªsimamente herido en un atentado terrorista que reivindic¨® ETA Militar.
El fallecimiento, por paro cardiaco, se produjo poco despu¨¦s de las ocho de la ma?ana. En realidad, seg¨²n informaron fuentes m¨¦dicas, el teniente coronel Romeo Rotaeche estaba cl¨ªnicamente muerto desde, al menos, el mediod¨ªa del viernes, hora en la que le fue practicado un encefalograma, que revel¨® ausencia total de actividad cerebral. Su coraz¨®n, ayudado por medios mec¨¢nicos, sigui¨® sin embargo latiendo hasta las 8.05 horas de ayer. La noticia fue inmediatamente comunicada al presidente de? Gobierno, quien decidi¨® trasladarse a Bilbao.A mediod¨ªa tomaba tierra en el aeropuerto de Sondica (Bilbao) el aparato en el que, junto a Leopoldo Calvo Sotelo, viajaron el ministro de Defensa, el jefe de? Estado Mayor del Ej¨¦rcito y el general inspector de la Polic¨ªa Nacional S¨¢enz de Santamar¨ªa. En el aeropuerto bilba¨ªno fueron recibidos por el delegado general del Gobierno en la comunidad aut¨®noma vasca, Marcelino Oreja, y los gobernadores ??vil y militar de la provincia. La comitiva se traslad¨® inmediatamente al cuartel de Garellano, en cuyo cuarto de banderas hab¨ªa sido instalada fa capilla ardiente. En la misma se encontraban ya, junto a los familiares del teniente coronel asesinado -que llegaron en un autob¨²s del Ej¨¦rcito-, el capit¨¢n general de la VI Regi¨®n Militar, Luis Polanco Mejorada; el generaljefe de la V Zona de la Guardia Civil, Isabelino C¨¢ceres, as¨ª como numerosos jefes y oficiales.
"Toda una palabra de paz"
Poco antes de las 13.00 horas llegaba el presidente del Gobierno vasco, Carlos Garaikoetxea, acompa?ado de su consejero de Interior, Luis Mar¨ªa Retolaza Tambi¨¦n se encontraban presentes el presidente de la Diputaci¨®n Foral de Vizcaya, Jos¨¦ Mar¨ªa Makua, y representantes de las principales fuerzas pol¨ªticas y sindicales, como Txiki Benegas y Jos¨¦ Antonio Maturana, del PSOE; Marcos Vizcaya, portavoz del PNV en el Congreso; Jaime Mayor y Tacho Nebreda, de UCD; Roberto Lertxundi y Manuel Escobedo, del PCE; Antonio Merino y Florencio Arostegui, de AP; Tom¨¢s Tuer¨®s, de CC OO, y otros.
A las 13.00 horas se iniciaba la misa, que fue oficiada por el sacerdote Antonio Villarejo, amigo de la familia, quien, en su breve homil¨ªa, glos¨® la figura del teniente coronel Romeo: ?Todo un se?or, un verdadero caballero y un ejemplar cristiano cuya vida es una palabra de honradez a carta cabal, una palabra de paz, una palabra de amigo?. El oficiante ofreci¨® ?este v¨ªa crucis de sangre, de dolor y de indignaci¨®n que est¨¢ sufriendo toda Espa?a por la convivencia en la justicia y en la verdad de todos los pueblos de Espa?a?.
Sus ¨²ltimas palabras fueron: ?Desde este calvario en que esta mos viviendo, al pie de la cruz de tantos crucificados, queremos vivir aquello que muchas veces es lo m¨¢s dif¨ªcil para el coraz¨®n humano: el perd¨®n. Te pedimos perd¨®n por nuestros cr¨ªmenes, por nuestros revanchismos, por nuestros odios, por nuestra violencia. Y perdonamos, una vez m¨¢s, con hidalgu¨ªa, con nobleza de esp¨ªritu, con amor evang¨¦lico, a todos los que matan a nuestros hermanos, a todos los que matan la paz, a todos los que matan la convivencia, a todos los que quieren tambi¨¦n matar nuestra confianza y nuestra esperanza en el hombre?.
Finalizado el acto religioso, el presidente del Gobierno coloc¨® sobre el f¨¦retro, que se hallaba cubierto por una bandera espa?ola, la cruz al m¨¦rito militar con distintivo blanco, concedida a t¨ªtulo p¨®stumo al teniente coronel asesinado. Calvo Sotelo abandon¨® acto seguido el lugar donde hab¨ªa tenido lugar la ceremonia. Una voz femenina grit¨® a su paso: "Se?or presidente, autoridad es lo que necesitamos los vasco-espa?oles?. El presidente del Gobierno salud¨® antes de subir a su autom¨®vil a la hermana del teniente coronel Romeo Rotaeche, quien, en nombre de la familia, reiter¨® el agradecimiento ?por esta visita en momentos tan dolorosos?. Calvo Sotelo respondi¨® reiterando su condolencia, a la que a?adi¨® las siguientes palabras: ?Comprendo perfectamente la actitud de su. hermana?. Instantes despu¨¦s, el autom¨®vil presidencial, a bordo del cual se hallaban tambi¨¦n Marcelino Oreja y Alberto Oliart, emprend¨ªa viaje hacia el aeropuerto de Sondica, desde donde, cerca ya de las dos de la tarde, el presidente Calvo Sotelo regres¨® a Madrid.
Un militar abierto y dialogante
En las afueras del cuartel de Garellano, unas cincuenta personas aguardaron la salida del presidente, sin que se produjera ning¨²n incidente. Un fuerte dispositivo de seguridad, que inclu¨ªa un helic¨®ptero que sobrevol¨® permanentemente la zona de Basurto-San Mam¨¦s, hab¨ªa sido instalado en las calles adyacentes desde mediod¨ªa.
Respecto a las caracter¨ªsticas del militar asesinado, diversas fuentes confirmaron que se trataba de una persona de talante abierto y dialogante, especialmente popular en los medios, deportivos, por haber sido, desde,hace a?os, la persona a la que acud¨ªan los clubes de f¨²tbol para que gestionase la obtenci¨®n de permisos para participar en determinadas competiciones.
El oficio religioso y la misa se celebrar¨¢n hoy, domingo, a las 13.45 horas, en Bego?a. Despu¨¦s, los restos mortales del militar asesinado ser¨¢n trasladados a Vitoria para ser enterrados en el pante¨®n familiar.
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