El Congreso y el tabaco
El Congreso de los Diputados comienza a preocuparse de la salud de los espa?oles, a remolque de lo que ya acordaron otros parlamentos. Estudian las medidas que deber¨¢n tomar contra el vicio de fumar. Se dice que vale m¨¢s la imagen que la palabra. Exacto; de poco valdr¨¢ lo que.se diga contra la absurda costumbre de fumar si quienes tienen que predic¨¢r con el ejemplo no lo hacen. Raro es el d¨ªa que no se diga algo por televisi¨®n o radio contra el tabaco, otras drogas y el alcohol. Pero en el Congreso, espejo de toda la naci¨®n, vemos a ministros y diputados echando humo. Es posible que nuestros representantes piensen que ya est¨¢n bastante sacrificados para no privarse de lo que muchos consideran un sedante, pero este ser¨ªa el menos peligroso de la penosa labor que vienen desarrollando nuestros dign¨ªsimos representantes. La misma imagen la podemos ver en cualquier lugar p¨²blico o privado. ?C¨®mo van a convencer quienes hablan contra las drogas con un cigarro encendido en su mano?/
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