Un ejemplo espa?ol
Mi amigo Jos¨¦ Mar¨ªa Soler Garc¨ªa es un ejemplo de personalidad forjada por voluntad propia en circunstancias dif¨ªciles. En ¨¦l se acredita Espa?a como cantera de posibilidades que no necesitan m¨¢s que la oportunidad favorable, y que a veces, aun sin ella, consiguen llegar a plenitud.Mis primeros recuerdos de Pepe Solerse remontan a los a?os en que yo empezaba a luchar con el lat¨ªn en su ciudad natal, Villena. Pepe era un poco mayor que yo, y precozmente hab¨ªa ganado una oposici¨®n que le permiti¨® ganarse la vida como oficial de Correos. Desde mis cursos de bachillerato, en el regazo de una familia austera, ve¨ªa al brillante y simp¨¢tico Pepe divertirse con el traje de terciopelo de la comparsa de estudiantes en las fiestas de moros y cristianos que en aquel pa¨ªs se dedican a la virgen patronal o bailar con las m¨¢s guapas mocitas villenenses admirablemente el tango.
Pero Jos¨¦ Mar¨ªa Soler Garc¨ªa ten¨ªa tambi¨¦n una, escondida y nunca pedante vocaci¨®n cultural. Reuni¨® una escogida biblioteca y alrededor suyo, en aquella musical ciudad de Villena, donde naci¨® Chap¨ª, y de donde Soler ha identificado un gran polifonista de hacia 1600, florec¨ªa la afici¨®n a aquel arte. El estudiante de bachillerato que yo era pudo utilizar, gracias a la generosidad de Pepe Soler, los tesoros literarios que ten¨ªa en su biblioteca, y m¨¢s tarde, cuando llegu¨¦ a tocar un poco el piano, con gran paciencia Pepe se sentaba a mi lado y me segu¨ªa en las lecturas que juntos hac¨ªamos de Schumann y Chopin y Beethoven en su casa.
Pero no quiero seguir evocando aquellos tiempos felices en que Soler tuvo algo de maestro m¨ªo, de amigo y confidente mientras pase¨¢bamos por la v¨ªa (del ferrocarril, en direcci¨®n a Alicante) o por los caminos de la huerta villenense. Vino la guerra civil y Pepe, que siempre hab¨ªa sido un hombre moderado y liberal, fue de los perdedores. Expulsado del cuerpo de Correos, nunca quiso humillarse y pedir el reingreso. De su trabajo como contable vivi¨® durante los largos? a?os en que ha construido un monumento a la historia de su pueblo natal. Ha investigado como autodidacta en los archivos, ha publicado los documentos antiguos sobre Villena, ha identificado a Ambrosio Cotes, un gran compositor villenense que figura ya, gracias a ¨¦l, entre los grandes polifonistas del Siglo de Oro, y adem¨¢s ha explorado cerros y barrancos por, todo el amplio t¨¦rmino municipal de la ciudad. El resultado ha sido una exploraci¨®n completa de los restos prehist¨®ricos y arqueol¨®gicos de una zona fecund¨ªsima, pues est¨¢ en el cruce de los caminos que van de la meseta al Mediterr¨¢neo y del reino de Valencia a las tierras de Murcia y Andaluc¨ªa. En Villena existe un museo que lleva el nombre de Jos¨¦ Mar¨ªa Soler Garc¨ªa, donde se custodian reliquias considerables de los siglos remotos. Y entre ellas, Soler pudo colocar, como un premio incre¨ªble a su labor, un maravilloso tesoro de metales preciosos (ocho kilogramos de oro), que ¨¦l supo perseguir con el m¨¢s fino olfato policiaco, y estudiar y clasificar. En 1965, como primera obra importante por ¨¦l publicada, sal¨ªa de las prensas oficiales El tesoro de Villena. Sabios espa?oles y extranjeros estudiaron en seguida el gran descubrimiento, que pertenece seguramente a la Edad del Bronce, hacia 1000 a. C. Y, naturalmente, discutieron (y muchas veces asintieron) datos e interpretaci¨®n de Soler.
El descubrimiento del tesoro abri¨® a Pepe Soler las puertas del prestigio y del triunfo cient¨ªfico. A partir de entonces, y sobre todo despu¨¦s de 1975 las entidades p¨²blicas de Alicante han editado diferentes estudios de Soler. El premio Montaigne viene a llamar la atenci¨®n sobre un espa?ol que merece contarse entre los importantes en el mundo cultural de su tiempo.
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