Mi piso, por la verdad
Pienso en esos emiratos ¨¢rabes del petr¨®leo, en los que el pago de comisiones a las autoridades (la mordida hispanoamericana) est¨¢ institucionalizado al m¨¢s alto nivel; pero en los que, aun no ignor¨¢ndolo nadie, a nadie se le ocurre decirlo p¨²blicamente, pues sufrir¨ªa todo el rigor cor¨¢nico, por crimen de lesa patria y calumniador. En el Estado espa?ol estamos tambi¨¦n viviendo el: ?esto, y lo otro lo sabemos de sobra, pero no se puede decir?.Pienso tambi¨¦n en esa forma, de alg¨²n modo consensuada o convencional, de informar al p¨²blico de hechos, que luego son los presupuestos de an¨¢lisis, que llevan a conclusiones, y ¨¦stas, a su vez, a soluciones que no concluyen ni solucionan nada, sino que empeoran la situaci¨®n. La causa debe buscarse, en mi opini¨®n, en que los hechos de la informaci¨®n, es decir, la informaci¨®n de que se parte, tiene poco o nada que ver con la realidad. Las informaciones se autoenga?an y enga?an, y luego todo el edificio se viene abajo por s¨ª s¨®lo, pillando al desprevenido lector, o sea, al pueblo en general, que paga los gastos.
He ah¨ª un boton de muestra, entre mil: se est¨¢ machacando hasta la saciedad, en los m¨¢s diversos medios de comunicaci¨®n que los dirigentes de HB se refugiaron el d¨ªa 23 de febrero en el Estado franc¨¦s, y se utiliza como argumento en m¨²ltiples an¨¢lisis. El director de S¨¢bado Gr¨¢fico me cita expresamente en el n¨²mero de esta semana como un ejemplo de la fuga al otro lado. En la situaci¨®n a que se halla sometido el amplio sector popular conocido como HB y el pueblo vasco en general, y ante la abundancia de hechos de mucha mayor gravedad, se supone que la coalici¨®n (HB) no va a perder el
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tiempo en comunicados y desmentidos oficiales sobre el tema; pero a t¨ªtulo personal veo la posibilidad de que, junto al maleficio gen¨¦rico que supone para la opini¨®n p¨²blica el sistem¨¢tico falseamiento informativo, puede, de rebote, al menos en este caso, producirse alg¨²n beneficio. Y va al efecto mi oferta en firme:
Cedo o dono mi despacho de abogado y mi vivienda familiar, ambos pisos en propiedad, para el caso de ser cierta mi estancia en el Estado franc¨¦s, que S¨¢bado Gr¨¢fico establece, a condici¨®n de que el director de dicho semanario se comprometa, a su vez, a pagar el valor equivalente en met¨¢lico, para el supuesto contrario. De ser veraz la informaci¨®n de S¨¢bado Gr¨¢fico dispondr¨¢ sin m¨¢s y como quiera de los bienes ofrecidos. De lo contrario, deber¨¢ entregar el met¨¢lico equivalente, como donativo, en favor de un menor de edad necesitado, cuyos padres o cualquiera de ellos, est¨¦n exiliados o en prisi¨®n, o hayan muerto, como consecuencia de la llarnada, en algunos medios de Madrid, ?guerra del Norte?, pudiendo, en este caso, el propio S¨¢bado Gr¨¢fico elegir al beneficiario, en base al criterio, que podr¨¢ apreciar libremente, y, por supuesto, sin acepciones ideol¨®gicas, de su mayor necesidad econ¨®mica. /
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