Simon Rattle y Rosa Sabater, con la Philarmonia

Impresiona repasar la historia de la orquesta Philarmonia desde que se presentara en Londres con Thomas Beecham, en 1945. Impresiona tambi¨¦n su calidad y, no menos, el pensar que en la capital brit¨¢nica operan con regularidad cinco o seis orquestas a las que se puede medir con el rasero a similar altura.Tambi¨¦n sonadmirables los criterios de actuaci¨®n de esta orquesta Philarmonia, viajera por su pa¨ªs y por el exterior, pr¨®diga en conciertos y en grabaciones discogr¨¢ficas,orgullosa de someterse a batutas cargadas de historia -Strauss, Furtw?ngler, Toscanini y, sobre todo, la extraordinaria y dilatada ¨²ltima etapa del maestro Klemperer- y, a la vez, valiente al reclamar para su podio a j¨®venes valores de la direcci¨®n: el que Muti sucediera a Klemperer en la titularidad resulta la prueba m¨¢s contundente, En su paso por Espa?a, la Philarmonia Orchestra ha aplicado tambi¨¦n esta amplitud de criterios, y si en Barcelona ha sido dirigida por el veterano Von Matacic, en Madrid la hemos admirado con un jovenc¨ªsimo maestro: Simon Rattle.

Rattle, iniciado en la direcci¨®n con Boulez, posee una t¨¦cnica y una maneras muy de hoy. Su gesto es comunicativo y brillante, y posee ese punto de relajaci¨®n que es propio de quienes, como ¨¦l, han unido a m¨¦ritos personales la suerte envidiable de hacer su carrera ligado desde el principio a orquestas de gran calidad y presumibles cotas de profesionalidad y disciplina art¨ªstica. No siempre se atiene al se?ala miento riguroso del comp¨¢s, si no que dibuja procesos y subraya detalles; a veces da la impresi¨®n de que estos subrayados se dirigen tanto a los m¨²sicos cuanto al p¨²blico, como reclamando atenci¨®n.

Entre la excelente Sinfonietta, de Jan¨¢cek, y ese estandarte del sinfonismo ingl¨¦s que son las Variaciones Enigma, de Elgar, el concierto que comentamos nos brind¨® la oportunidad de aplaudir con calor a uno de nuestros m¨¢s destacados solistas, la catalana Rosa Sabater, que ofreci¨® una interpretaci¨®n pulcra en la letra y exquisita de esp¨ªritu musical del Concierto en sol, para piano y orquesta, de Ravel.

Se aplaudi¨® con fuerza inusual en las sesiones de los viernes hasta forzar el obsequio de una p¨¢gina del P¨¦lleas, de Faur¨¦.