Occidente debe coordinar su estrategia en Oriente Pr¨®ximo, seg¨²n la Trilateral

Estados Unidos, Europa y Jap¨®n pueden y deben adoptar una estrategia de acci¨®n coordinada en Oriente Pr¨®ximo que cubra todos los problemas principales y los puntos de crisis de toda la zona, desde el Mediterr¨¢neo hasta el golfo P¨¦rsico. As¨ª concluye un informe, Oriente Pr¨®ximo y los pa¨ªses de la Trilateral, presentado la semana pasada en Washington a la Conferencia Anual de la Comisi¨®n Trilateral. Posteriormente, los cuatro autores, Garret Fitzgerald, el jefe de la oposici¨®n en Irlanda; Joseph Sisco, antiguo subsecretario norteamericano de Estado para Asuntos Exteriores; el embajador japon¨¦s Hideo Kitahara, y yo mismo, presentamos y explicamos el informe a la Prensa.El documento, de 75 p¨¢ginas, que aparece en un momento en el que la alianza occidental se ve amenazada por los malos entendidos y las tensiones internas, y cuando no parece estar todav¨ªa claramente definida la pol¨ªtica de la Administraci¨®n Reagan en el tema de Oriente Pr¨®ximo, se?ala que, a pesar de que ?los pa¨ªses miembros de la Trilateral comparten unos intereses y opiniones comunes, no ha habido una estrategia com¨²n en la cuesti¨®n de Oriente Pr¨®ximo y el golfo P¨¦rsico?.

A continuaci¨®n indica las l¨ªneas principales de un plan de acciones y medidas coordinadas por parte de las principales potencias occidentales, que permitir¨ªa, sin embargo, la adopci¨®n de iniciativas particulares y diferentes medidas, reconociendo el hecho de que los intereses de cada uno de sus pa¨ªses miembros no son necesariamente id¨¦nticos. ?Unas consultas ¨ªntimas y regulares?, que quiz¨¢ hubiera que coordinar mediante la creaci¨®n de nuevos lazos institucionales entre los pa¨ªses que componen la Trilateral, se consideran como ?una cuesti¨®n de m¨¢xima prioridad en los pr¨®ximos a?os?, a fin de desarrollar ?pol¨ªticas complementarias? y evitar las divisiones.

Recuperar credibilidad

El informe, resultado de un estudio de nueve meses, durante los que los miembros del equipo en cargado se reunieron con la mayor¨ªa de los dirigentes pol¨ªticos de Oriente Pr¨®ximo, sugiere una estrategia ?gradual? para la resoluci¨®n de la cuesti¨®n ¨¢rabe-israel¨ª y ratifica el principio esencial de los, acuerdos de Camp David, un per¨ªodo de transici¨®n de ?autonom¨ªa? de los territorios ocupados; considera que Estados Unidos sigue siendo el mediador natural del conflicto, aunque indica posibles v¨ªas y objetivos para una iniciativa independiente europea coordinada.

El informe se?ala que las potencias europeas deben intentar recuperar su credibilidad con Israel, a fin de tener una influencia positiva en la resoluci¨®n del conflicto ¨¢rabe-israel¨ª, y sugiere que ?la CEE estudie y proponga un tipo especial de relaciones con una futura ?comunidad? de Israel, Jordania y el pueblo palestino, expresada en formas concretas para demostrar un claro compromiso pol¨ªtico europeo con relaci¨®n a la estabilidad y seguridad de la zona?.

Iniciativa europea

Una iniciativa europea podr¨ªa servir para clarificar algunas cuestiones b¨¢sicas respecto a la OLP, incluyendo el punto de si los palestinos estar¨ªan ?dispuestos a participar en negociaciones con Israel, formando parte de una delegaci¨®n ¨¢rabe?. Europa deber¨ªa utilizar su prestigio en el mundo ¨¢rabe para influir sobre los dirigentes palestinos hacia una posible evoluci¨®n de su pol¨ªtica, que llevase a la modificaci¨®n de la carta de la OLP? (que contin¨²a negando la posible existencia de Israel). Pero no se debe presentar ninguna iniciativa europea como ?una alternativa que pudiera disminuir el papel mediador de Estados Unidos?.

Acuerdos de Camp David

El informe indica los siguientes ?requisitos esenciales para un avance? en la disputa ¨¢rabe-israel¨ª: es necesario aceptar el tratado egipcio-israel¨ª y ponerlo en pr¨¢ctica de forma plena; hay que llevar adelante el programa de los acuerdos para la autonom¨ªa palestina de Camp David, aunque ?la autonom¨ªa bajo control israel¨ª probablemente no resultar¨¢ una alternativa aceptable como soluci¨®n definitiva?, al igual que ?la continuaci¨®n indefinida de la ocupaci¨®n israel¨ª es una soluci¨®n para la guerra, pero no para la paz?. Como est¨ªmulo para ?la participaci¨®n de los palestinos y de Jordania en el proceso de paz, con objeto de conseguir un ?arreglo global? del conflicto, ?deber¨ªa estudiarse la posibilidad de unir m¨¢s estrechamente la salida auton¨®mica con la llamada soluci¨®n territorial jordana, con el fin de intensificar las negociaciones tras las elecciones israel¨ªes?.

Una estrategia de paz gradual podr¨ªa incluir los siguientes elementos: congelaci¨®n de todos los planes israel¨ªes de futuros emplazamientos; devoluci¨®n de Cisjordania a Jordania, condicionando la devoluci¨®n a unos futuros acuerdos sobre fronteras; el territorio devuelto a Jordania deber¨ªa estar unido a Trasjordania, como territorio confederal o federal, formando parte de un estado jordano-palestino bajo la autoridad del reino hachemita. Jordania dar¨ªa la oportunidad a los ¨¢rabes palestinos de Cisjordania de ejercitar su derecho a la autodeterminaci¨®n, tras un per¨ªodo de tiempo apropiado, una vez que los acuerdos b¨¢sicos se hayan llevado a cabo y hayan resultado satisfactorios en la pr¨¢ctica, tanto para Israel como para Jordania, y est¨¦n de acuerdo con los intereses de seguridad de ambos pa¨ªses.

El informe reconoce que es necesario ?en ¨²ltimo lugar, que la Uni¨®n Sovi¨¦tica d¨¦ su consentimiento a la paz?, Y sugiere que Estados Unidos y ?la Uni¨®n Sovi¨¦tica intercambien puntos de vista de cuando en cuando?, incluso a pesar de que no existen las condiciones para ?una participaci¨®n diplom¨¢tica sovi¨¦tica m¨¢s directa?.

Pol¨ªtica energ¨¦tica

Una gran parte del informe se dedica a pol¨ªtica energ¨¦tica y a la pol¨ªtica respecto a los pa¨ªses productores de petr¨®leo, as¨ª como a las medidas estrat¨¦gicas necesarias para mantener el equilibrio de poder local e internacional. El informe insiste repetidamente en que ¨²nicamente una ?estrategia compleja? consistente en una ?diversidad de acciones e iniciativas coordinadas por parte de diferentes Gobiernos en campos diferentes? puede ofrecer alguna esperanza de estabilizar la fr¨¢gil estructura pol¨ªtica de Oriente Pr¨®ximo, cuyos problemas y conflictos pueden representar ?la amenaza m¨¢s seria en la d¨¦cada de los ochenta a la viabilidad econ¨®mica y a la seguridad de las regiones de la Trilateral y a la estabilidad del equilibrio de poder mundial?.

El informe critica la pol¨ªtica energ¨¦tica de Occidente, que parece seguir bas¨¢ndose ?en la esperanza de una transici¨®n gradual y relativamente tranquila?? hacia una econom¨ªa menos dependiente del petr¨®leo de Oriente Pr¨®ximo.

El informe recomienda encarecidamente que los pa¨ªses de la Trilateral apoyen con todo su poder material y organizativo el proceso de modernizaci¨®n tecnol¨®gica, econ¨®mica y pol¨ªtica de los pa¨ªses productores de petr¨®leo, contribuyendo as¨ª a evitar en parte el ?desarrollo mal dirigido?. Se se?ala como ?objetivo final? de una pol¨ªtica coordinada de los pa¨ªses de la Trilateral ?la creaci¨®n de un sistema de seguridad regional y de un plan de desarrollo regional apoyado por los recursos, la t¨¦cnica y el poder¨ªo militar y pol¨ªtico de la Trilateral?.

A pesar de que las razones de la inestabilidad de esta regi¨®n son varias, el informe se?ala que la continuaci¨®n del conflicto ¨¢rabe-israel¨ª aumenta ?la posibilidad de un cambio brusco y revolucionario? y ?complica los esfuerzos de las potencias occidentales por desarrollar unas relaciones estrechas y firmes con los pa¨ªses de la regi¨®n del golfo P¨¦rsico?.

Equilibrio mundial de poder

Sobre el equilibrio de poder y las relaciones con la Uni¨®n Sovi¨¦tica, el informe se?ala que para restablecer una relaci¨®n estable y segura entre el Este y el Oeste , las democracias occidentales ?tendr¨¢n que demostrar que pueden contener una potencial amenaza sovi¨¦tica en las regiones recientemente amenazadas de Oriente Pr¨®ximo, ?adem¨¢s de reforzar su situaci¨®n en el teatro de enfrentamientos europeo y mantener el equilibrio estrat¨¦gico mundial; la distensi¨®n (?relaciones de cooperacion?) sigue siendo el objetivo principal, aunque ?el medio para lograrlo es una fuerza occidental adecuada?.

El informe aprueba la ?actual estrategia norteamericana? en Oriente Pr¨®ximo. Impl¨ªcitamente, aprueba el aumento de la presencia militar de las potencias europeas al este de Suez.

El informe de la Comisi¨®n Trilateral destaca, como punto final, la necesidad de mayores consultas y de una mayor coordinaci¨®n de esfuerzos por parte de los pa¨ªses miembros de la Trilateral. Sugiere la necesidad de que la definici¨®n de los intereses y de la pol¨ªtica de la alianza se convierta en un ?ejercicio colectivo?.