La errante y azarosa vida de un busto de Machado prohibido hace quince a?os y arrinconado en un desv¨¢n
Fue esculpido por Pablo Serrano para un homenaje frustrado al poeta en Baeza
La cabeza en bronce de Antonio Machado que hace diecis¨¦is a?os hizo Pablo Serrano para un homenaje en Baeza, que no pudo celebrarse, se encuentra hoy arrinconada en un desv¨¢n de la casa madrile?a del fiscal Jes¨²s Vicente Chamorro. Durante un a?o. Pablo Serrano trabaj¨® el gesto expresivo y reconcentrado de Machado, ?y cuando estaba en la fundici¨®n, un empleado me pidi¨® el soplete, "si me lo permite", dijo,"yo tambi¨¦n quiero darle un poco de calor"?. Pero, ahora, esta polvorienta cabeza de noventa kilos de peso y ochenta cent¨ªmetros de altura, aguarda imp¨¢vida el momento oportuno para dejar su escondite y salir a la luz. Desde que en 1966 se prohibiera el homenaje al poeta, organizado por intelectuales y artistas, la escultura ha sufrido una errante y azarosa existencia semiclandestina
El 20 de febrero de 1966 fecha del homenaje la cabeza viaj¨® a Baeza mimosamente resguardada en un dos caballos que conduc¨ªa Fernando Ram¨®n, el arquitecto que hab¨ªa creado el fanal de hormig¨®n que recoger¨ªa el busto del poeta. Una pareja de la Guardia Civil custodiaba el monumento desde las primeras luces del d¨ªa y la fuerza pol¨ªtica impidi¨® el acceso a Baeza de los coches y autocares repletos de intelectuales y estudiantes que acud¨ªan al homenaje. Cuando los m¨¢s osados se dirigieron a pie hacia el monumento, atravesando olivares y tierras de labor, los servidores del orden cargaron contra el p¨²blico y. tras gritos y carreras, la cara sana de veh¨ªculos se apresur¨® a salir de los contornos de Ja¨¦n, Tambi¨¦n la cabeza tuvo que regresar a Madrid flanqueada por los autom¨®viles de los organizadores del frustrado acto, entre ellos el fiscal Jes¨²s Vicente Chamorro y el propio Pablo Serrano. ?El alcalde de Baeza sugiri¨® que dej¨¢ramos all¨ª la cabeza y que ellos la pondr¨ªan m¨¢s adelante, pero nosotros quer¨ªamos entregarla directamente a Baeza y recitar unos versos, as¨ª que los primeros a?os estuvo escondida en mi estudio?, explica Fernando Ram¨®n, ?junto a unas placas que ¨ªbamos a poner en su casa, en el instituto y en el paseo donde el poeta sol¨ªa pasear al atardecer y donde, precisamente se hab¨ªa enclavado el monumento?. Desde 1970 a 1971 el busto del poeta presidi¨® la librer¨ªa Antonio Machado, (le Madrid. ?Pero, Machado, fue un hombre popular amigo de vivir al aire libre, en medio del paisaje?, se?ala Jes¨²s Vicente Chamorro. ?Y la cabeza dej¨® la librer¨ªa y, seg¨²n acta notarial qued¨® depositada en mi casa hasta que se encuentre un lugar digno para su ubicaci¨®n definitiva?. Y ah¨ª permanece, entre trastos y papeles viejos, recluida en el cuarto de los termos. ?Nosotros la cuidamos con mucho amor. ?eh?, puntualiza Vicente Chamorro. ?Pero estar¨¢ ah¨ª, como el s¨ªmbolo de que la cabeza de Machado a¨²n no tiene sitio en este pa¨ªs?.
Historia surrealista
Aquel homenaje frustrado parece hoy lejano y pintoresco. Su historia, un tanto surrealista, de desenlace m¨¢s bien esperp¨¦ntico, resulta inconcebible desde la Espa?a actual. ?La prohibici¨®n del acto fue una incongruencia feroz, un espect¨¢culo bochornoso y humillante que a los asistentes nos llen¨® de c¨®lera e impotencia?, recuerda el escritor Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald. ?En aquellos a?os, Antonio Machado empezaba a ser usado por el r¨¦gimen como poeta qu¨ªmicamente puro, sin connotaciones pol¨ªticas. A?os antes, parte de su obra hab¨ªa estado censurada, sobre todo la parte de Juan de Mairena. Pero en los a?os sesenta, algunos prebostes del franquismo pensaron que el Machado poeta pod¨ªa ser h¨¢bilmente asimilable?. De ah¨ª que en un principio el homenaje fuera bien acogido e incluso alentado por el alcalde de Baeza y despu¨¦s precipitada y temerosamente suspendido.
?La autoridad competente tuvo miedo de que Baeza se les llenara de rojos y se politizara. Pero fue, precisamente a partir de la prohibici¨®n cuando el homenaje se politiz¨® de veras?. La Prensa nacional enmudeci¨® ante el homenaje abortado y los hechos de Baeza s¨®lo se conocieron por el boca a boca de los asistentes. Por el contrario, la Prensa internacional se hizo eco de los sucesos, y as¨ª, mientras Le Monde informaba de las multas impuestas a algunos de los detenidos, un peri¨®dico suizo afirmaba que ?si no lo hubi¨¦semos visto con los propios ojos nos parecer¨ªa una f¨¢bula que se proh¨ªba en Espa?a un homenaje a Antonio Machado?.
Las universidades y las instituciones culturales m¨¢s relevantes hab¨ªan aceptado apoyar el acto. En la Comisi¨®n de Honor figuraban, entre otros, Vicente Aleixandre. D¨¢maso Alonso, Jos¨¦ Luis Aranguren. Buero Vallejo. Camilo Jos¨¦ Cela. Miguel Delibes, Salvador Espri¨², Paulino Garagorri. Blas de Otero y Dionisio Ridruejo. Las contribuciones econ¨®micas proced¨ªan de todos los estamentos y profesiones, desde catedr¨¢ticos y magistrados a estudiantes y alba?iles. Pero dos d¨ªas antes de la convocatoria, los peri¨®dicos dieron la noticia de que el homenaje se aplazaba ?a causa del mal tiempo?.
La propuesta de Chamorro
El origen del homenaje fue una inocente propuesta del fiscal Vicente Chamorro. ?Cuando me enter¨¦ de que un compa?ero m¨ªo de carrera, Manuel G¨®mez Villaboa, era juez de Baeza, se me ocurri¨® que se le pod¨ªa rendir un sencillo homenaje al poeta en aquella ciudad en la que Antonio Machado vivi¨® siete a?os ense?ando franc¨¦s. Y as¨ª se lo insinu¨¦ a Villaboa, pero sin pensar que iba a ser algo inmediato?. M¨¢s tarde, en 1965, ?en un viaje de vacaciones que hice con mi mujer por Andaluc¨ªa, pasamos por Baeza y mi amigo Villaboa me present¨® al alcalde y record¨® mi sugerencia?. Dada la condici¨®n de fiscal de Chamorro, el alcalde de Baeza. Fernando Viezma, dio muestras de entusiasmo ante el proyecto y prometi¨® toda clase de facilidades para celebrar el homenaje, ?yo me encargu¨¦ de lograr apoyos en Madrid y propuse que Pablo Serrano hiciera la cabeza de Machado y que Fernando Ram¨®n dise?ara el entorno?.
Pablo Serrano y Fernando Ram¨®n, por su parte no s¨®lo aceptaron hacer el trabajo de forma gratuita, sino que se sintieron fascinados y enfebrecidos por el proyecto. A ellos se les uni¨® un amplio grupo de intelectuales que m¨¢s tarde formaron la, comisi¨®n organizadora: Aurora de Albornoz, Valeriano Bozal, Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald, Jes¨²s L¨®pez Pacheco y el ginec¨®logo Hern¨¢ndez Jim¨¦nez, adem¨¢s del juez de Baeza, el titular de la c¨¢tedra de Franc¨¦s del instituto en el que tambi¨¦n Machado fue profesor y los dos arquitectos municipales.
As¨ª surgi¨® un homenaje que se iba a llamar Paseos con Antonio Machado, ?porque no quer¨ªamos hacer un monumento oficialista y fr¨ªo, sino pasear con ¨¦l por el mismo itinerario que tantas veces pis¨® el poeta, tras las murallas viejas de Baeza, frente a los campos de olivos que tanto amaba?. El pintor Joan Mir¨® regal¨® a los organizadores un cartel anunciador del acto y los actores Fernando Rey, Fernando Fern¨¢n G¨®mez y Francisco Rabal grabaron un disco especial recitando a Machado. ?Pero las discrepancias surgieron al querer que el homenaje fuera ac¨¦falo, que all¨ª no hubiera m¨¢s cabeza que la de Machado y que el acto no tuviera presidencia oficial?.
Tal prop¨®sito fue considerado insultante y subversivo por un r¨¦gimen eminentemente jer¨¢rquico y autoritario. ?No hab¨ªa una pretensi¨®n pol¨ªtica concreta, pero ¨¦ramos conscientes de que, en Madrid, se nos empezaba a mirar como conspiradores, ten¨ªamos el tel¨¦fono intervenido y tem¨ªamos que el acto se prohibiera en cualquier momento?.
El predominio de intelectuales de izquierdas en la comisi¨®n organizadora y la popularidad creciente del homenaje impuls¨® a las autoridades a cortarlo. Aquel arre bato popular no pod¨ªa frenarlo una orden de suspensi¨®n y as¨ª lo expuso Vicente Chamorro a las autoridades gubernamentales.
Miembros de la comisi¨®n organizadora se trasladaron a Baeza dos d¨ªas antes del homenaje para arrancar la autorizaci¨®n del alcalde. ?La conversaci¨®n fue violenta, porque, al parecer, el recib¨ªa ¨®rdenes del gobernador y ¨¦ste, a su vez, las hab¨ªa recibido de Camilo Alonso Vega, ministro de Gobernaci¨®n?. La excusa oficial fue que las obras del monumento no estaban terminadas, pero el propio arquitecto Fernando Ram¨®n declar¨® en acta notarial que estaba en condiciones de ser inaugurado?. La negociaci¨®n dur¨® hasta la madrugada del d¨ªa 19 de febrero, v¨ªspera del homenaje, ?porque quer¨ªamos que coincidiera con el aniversario de su muerte en Colliure (Francia), el 22 de febrero de 1939?.
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