Marcelino Camacho confirma el aval del Gobierno para un cr¨¦dito de 280 millones de pesetas a CC OO
Marcelino Camacho, secretario general de CC OO, confirm¨® la concesi¨®n, hecha por el Gobierno a este sindicato, de un aval bancario de 280 millones de pesetas (v¨¦ase EL PAIS de 19-4-1981) en una conferencia de Prensa celebrada ayer en Oviedo. Camacho trat¨®, con el recorte de este peri¨®dico en la mano, de situar los contactos mantenidos con el Gobierno al respecto en fechas anteriores a la negociaci¨®n abierta por el Ejecutivo con la patronal y las centrales sindicales sobre los incrementos salariales. Sin embargo, manifest¨® que el cierre de la operaci¨®n est¨¢ a¨²n pendiente de peque?as concreciones con alguno de los bancos.
Los 280 millones de pesetas ser¨¢n aportados, a partes iguales, por los bancos Espa?ol de Cr¨¦dito, Central, Hispano, Bilbao, Santander, Vizcaya y Popular.El m¨¢ximo dirigente de CC OO dio tono casi exculpatorio a su larga respuesta a una pregunta formulada por EL PAIS sobre el aval del Gobierno. ?Llegamos tarde a los avales?, se?al¨®, ?porque antes lo hizo la UGT, sindicato que en v¨ªsperas de las elecciones sindicales de 1978 recibi¨® un cr¨¦dito de un banco alem¨¢n, avalado por el Banco Exterior de Espa?a, y ¨²ltimamente obtuvo otro cr¨¦dito, para las pasadas elecciones, seg¨²n sabemos de buena fuente. En cuanto a USO, ya hemos perdido la cuenta. Nosotros no ten¨ªamos inter¨¦s en ocultar la solicitud de este aval. Adem¨¢s ya sab¨ªamos que iba a trascender. Es un cr¨¦dito. que no supone trato de privilegio alguno para CC OO, a un 20% de inter¨¦s, entre unas cosas y otras. No deber¨ªamos tener necesidad de recurrir a ¨¦l, pero la realidad es que lo necesitamos, porque hay un patrimonio sindical y unos recursos de los trabajadores que el Estado no nos devuelve ?.
Camacho aludi¨® a la reuni¨®n mantenida el 26 de febrero con Ferm¨ªn Zelada, presidente del Banco Exterior de Espa?a, entidad en la que participa mayoritariamente el Estado, a trav¨¦s de la cual el Gobierno aval¨® el cr¨¦dito solicitado por CC OO, y a la entrevista, finalmente no celebrada, prevista con el entonces vicepresidente econ¨®mico, Leopoldo Calvo Sotelo, para el pasado 2 de febrero. Con estos datos intent¨® demostrar que los contactos con el Gobierno fueron anteriores al inicio de las conversaciones sobre los incrementos salariales y la nula incidencia de la concesi¨®n del aval en la pol¨ªtica de CC OO.
Camacho dijo que el acuerdo-marco interconfederal (AMI), suscrito por la organizaci¨®n patronal CEOE y UGT, en vez de crear puestos de trabajo, contribuy¨® a incrementar el paro; calific¨® de in¨²tiles los intentos dirigidos a revivir esa f¨®rmula, que, en su opini¨®n, se ha revelado inservible, y subray¨® la necesidad de que el Gobierno recurra al decreto para incidir en la pol¨ªtica econ¨®mica, ?pero decretos?, matiz¨®, ?cuyo contenido sea pactado por todas las partes implicadas?.
Transferencias de sectores boyantes a otros en crisis
Preguntado si CC OO dar¨ªa su aceptaci¨®n a la propuesta del Gobierno de condicionar la creaci¨®n de empleo por la v¨ªa de las inversiones p¨²blicas a la aceptaci¨®n de crecimientos salariales por debajo del 10%, se limit¨® a responder que este sindicato rechazar¨ªa la reducci¨®n de los salarios, aunque estar¨ªa dispuesto a formar parte de un esfuerzo solidario que contemplara transferencias de sectores y salarios boyantes a quienes se encuentren gravemente afectados por la crisis. Agreg¨® que el Gobierno no formul¨® a¨²n propuesta concreta alguna en las negociaciones, y que ¨¦l solamente hab¨ªa o¨ªdo una afirmaci¨®n del ministro de Trabajo relativa a situar los salarios en un 80% del ¨ªndice de precios al consumo (IPC). La crisis actual, larga, dura, compleja y dif¨ªcil est¨¢, en su opini¨®n, recibiendo un tratamiento inadecuado, propio de curanderos. La aparici¨®n de 370.000 nuevos parados en 1980 revela, seg¨²n su criterio, el fracaso de medidas tales como el Estatuto de los Trabajadores, el AMI y el Plan Econ¨®mico del Gobierno. La reducci¨®n de los salarios, asegur¨®, no produce empleo ni puede beneficiar a los empresarios en la medida en que resta poder adquisitivo a los trabajadores. Como alternativa propugn¨® la disminuci¨®n de la jornada laboral en dos tiempos (primero a cuarenta horas y, m¨¢s tarde, a 35); implantar la edad de jubilaci¨®n en los 64 a?os, en marcha hacia los sesenta; suprimir el pluriempleo y las horas extraordinarias, y crear un fondo nacional de solidaridad. Camacho reconoci¨® que el Gobierno no acepta la anticipaci¨®n de las jubilaciones, medida que le supondr¨ªa un elevado coste, y que los empresarios son contrarios a la reducci¨®n de la jornada laboral y a la desaparici¨®n de las horas extraordinarias, pero subray¨® la imperiosa necesidad de llegar a acuerdos entre el Gobierno, los sindicatos y los empresarios para abordar el problema del paro sin limitaciones a una mera rebaja de los salarios.
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