Los militares argentinos aceptan ahora el di¨¢logo con algunos sectores peronistas

Los militares argentinos, que hace poco m¨¢s de un lustro proscribieron y, sobre todo, execraron el actualmente atomizado peronismo, lo declaran ahora interlocutor v¨¢lido en el nuevo tramo del Gobierno de las fuerzas armadas que habr¨¢ de recorrer, hasta 1984, el general Roberto Viola, quien recientemente asumi¨® el poder. El propio general Viola, un militar de gabinete muy ambicioso, a quien sus amigos califican de pol¨ªtico, ha anunciado su decisi¨®n de dialogar con los lectores representativos del peronismo que los militares desalojaron del poder en la persona de Mar¨ªa Estela Mart¨ªnez de Per¨®n -el 24 de marzo de 1976- y que, indudablemente, sigue siendo la primera fuerza pol¨ªtica de Argentina.

Esa invitaci¨®n al di¨¢logo se inscribe en el marco de la apertura, que ser¨¢ una de las caracter¨ªsticas del nuevo Gobierno, seg¨²n se anunci¨®.La decisi¨®n gubernamental de dialogar con los sectores representativos del peronismo, aunque el mandatario no precisa a qui¨¦nes se refer¨ªa con esa caracterizaci¨®n, se interpret¨® en determinados c¨ªrculos como una modificaci¨®n del criterio del anterior Gobierno del general Videla sobre la existencia de dos peronismos, uno rescatable y el otro no.

Ahora bien, a pocos se les escapa en la Argentina de 1981 que dialogar con los sectores representativos del justicialismo -como gustaba de llamar Juan Domingo Per¨®n a su movimiento- implica incorporar a la amplia gama de expresiones el verticalismo, o peronismo ortodoxo o hist¨®rico y, en la pr¨¢ctica, iniciar, aunque sea a trav¨¦s de terceros, un mecanismo de sondeos con Isabel Per¨®n, con el anta?o hombre fuerte del sindicalismo argentino, Lorenzo Miguel, y la actual direcci¨®n del partido, es decir, el peronismo no rescatable.

Isabelita, como la llaman sus incondicionales, no podr¨¢ recuperar su libertad, pese a sufrir un confinamiento que se extiende ya a m¨¢s de un lustro, porque, seg¨²n la ley, no puede ser excarcelada hasta que no haya cumplido, al menos, un tercio de la pena. As¨ª que, con muy buenas componendas, no podr¨¢ ser interlocutora, al menos, hasta julio.

No resulta f¨¢cil imaginar para los analistas la opini¨®n real de los sectores del peronismo definidos como antiverticalistas, cuyos dirigentes acompa?aron de una y otra manera el que los militares llaman proceso de reorganizaci¨®n nacional, incluso antes de marzo de 1976, como sucedi¨® con Ra¨²l Matera, Enrique Osella y otros que constituyen el peronismo rescatable para los videlistas.