Injerencias civiles militares
El art¨ªculo publicado por el se?or Tu?¨®n de Lara el 20 de marzo en EL PA?S, bajo el t¨ªtulo ?Dos siglos de Ej¨¦rcito y sociedad espa?oles?, me obliga no s¨®lo por lealtad a mi apellido, sino por pura justicia hist¨®rica, a oponer ment¨ªs muy concreto a la afirmaci¨®n aparecido en el mismo de que all¨¢ por el a?o 1919 el Ej¨¦rcito ?manda m¨¢s que nadie en Barcelona, puesto que Milans del Bosch, capit¨¢n general de Catalu?a, reexpide, manu militari, para Madrid al gobernador civil Carlos Monta?¨¦s y al jefe superior de Polic¨ªa, Gerardo Doval, causando la dimisi¨®n de Romanones ante esta injerencia del poder, de hecho militar, en esferas ajenas a su competencia?.De acuerdo con la exposici¨®n que el propio general Milans del Bosch, mi bisabuelo, hizo de su actuaci¨®n entre el 6 y el 14 de abril de 1919. y que figura como ap¨¦ndice (V) en la obra del acad¨¦mico de la Historia Carlos Seco Serrano Alfonso XIII y la crisis de la Restauraci¨®n (Madrid, 1979) -importante documento que, por cierto, ya tuvo en cuenta el profesor Stanley G. Payne para rectificarse a s¨ª mismo en la segunda edici¨®n de su estudio Los militares y la pol¨ªtica de la Espa?a contempor¨¢nea-, cabr¨ªa pensar m¨¢s bien en la injerencia de la autoridad civil en la jurisdicci¨®n militar.
Porque el conflicto entre el oobernador y el capit¨¢n general de Catalu?a se produjo durante una etapa en que, por orden del Gobierno Romanones hab¨ªa sido declarado el estado de sitio en Barcelona, y como consecuencia de que el gobernador, tras pedir autorizaci¨®n al capit¨¢n general para interrogar a
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Injerencias civiles militares
Viene de p¨¢gina 11determinados presos sometidos a la jurisdicci¨®n militar, los puso luego en libertad por su cuenta y riesgo, sin contar con aqu¨¦l.
La l¨®gica reacci¨®n de Milans del Bosch produjo la dimisi¨®n del gobernador y de su jefe de polic¨ªa, que le sirviera de instrumento. Ante ciertas declaraciones de Romanones a la Prensa de Madrid -subrayando que estaba muy satisfecho de la actuaci¨®n de aquellas autoridades civiles-, Milans del Bosch present¨®, a su vez, la dimisi¨®n, apresur¨¢ndose el Gobierno a pedirle que continuase en su puesto.
Si el Gobierno rechazaba la renuncia del general y le obligaba a permanecer en su puesto, era evidente que las autoridades civiles que se hab¨ªan interferido en sus disposiciones no deb¨ªan continuar en el suyo. En torno a este conflicto de jurisdicciones, no provocado precisamente por la militar, se produjo la salida del gobernador y de su jefe de polic¨ªa, por decisi¨®n propia, tras una entrevista con los diputados catalanes Figols y Sala. Ahora bien, como las contradicciones en que hab¨ªa ca¨ªdo Romanones le dejaban mal en cualquier caso, prefiri¨® presentar su dimisi¨®n.
Esta es la realidad hist¨®rica documentada, y no la que, quiz¨¢ con cierta ligereza, pretende Tu?¨®n de Lara. /
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