Campsa cerrar¨¢ numerosas instalaciones en toda Espa?a y reducir¨¢ unos 500 puestos de trabajo

La puesta fuera de servicio de numerosas instalaciones de toda Espa?a, la potenciaci¨®n de los oleoductos y la reducci¨®n del total de transportes por carretera y ferrocarril en un 25%, son los aspectos m¨¢s destacados del Plan de Reestructuraci¨®n de Campsa. El Plan, seg¨²n la respuesta del Gobierno a una pregunta del diputado socialista Jos¨¦ Alvarez de Paz, est¨¢ dividido en cuatro fases, que culminar¨¢n en 1984, y afectar¨¢ a cuatro cientos o quinientos empleados.

La pregunta del diputado socialista, realizada un mes antes de la aprobaci¨®n por el Consejo de Ministros del pasado viernes del Instituto Nacional de Hidrocarburos, dec¨ªa, en su fundamento, que ?dentro de un supuesto plan de reestructuraci¨®n de Campsa, el consejo de administraci¨®n decidi¨® cerrar las dependencias de Alava, Albacete, C¨¢ceres, Ciudad Real, Cuenca, El Ferrol, Albolote y Chinarral (Granada), Guadalajara, Huesca, Recajo (Logro?o), Manresa, Orense, Palencia, Ponferrada, Segovia, Talavera, Vich, Zafra y Zamora?. Todo ello supone, seg¨²n informaciones recogidas del consejo de administraci¨®n, que sobran de 450 a 495 trabajadores (el 10% de los mismos en edad de jubilaci¨®n) en Campsa y cuarenta titulados superiores.El diputado socialista, tras afirmar que no se ha consultado a los representantes de los trabajadores afectados y manifestar que se estaba hablando de cerrar instalaciones en las que se est¨¢ invirtiendo en la actualidad, pregunta por la veracidad del citado plan y su posible extensi¨®n.

La respuesta del Gobierno, efectuada por Hacienda el pasado d¨ªa 4 y que va a provocar la solicitud de comparecencia en las Cortes de los responsables de la compa?¨ªa, confirma el amplio plan de remodelaci¨®n de Campsa. El objetivo del mismo, seg¨²n la respuesta gubernamental, es ?garantizar los suministros con el m¨ªnimo coste, lo que lleva consigo una mayor seguridad de las instalaciones y una reducci¨®n de los recorridos en el transporte?.

Las consecuencias m¨¢s importantes del plan se centran en la potenciaci¨®n de los oleoductos (su participaci¨®n en el conjunto total de los transportes terrestres de Campsa pasar¨¢ de ser el 37%, en 1980, al 45%); en la reducci¨®n de los transportes por carretera y ferrocarril (en torno al 25 %); y en la concentraci¨®n de las actividad de Campsa pasar¨¢ de ser el 37%, m¨¢s modernas y mejor dotadas de medios.

La respuesta gubernamental, por otra parte, justifica el que no se haya facilitado informaci¨®n sobre la reestructuraci¨®n al comit¨¦ nacional de representantes de los trabajadores, en que ¨¦ste no se hab¨ªa constituido legalmente hasta el 17 de marzo.

El desarrollo espec¨ªfico del plan se extender¨¢ a lo largo de cuatro per¨ªodos, con una duraci¨®n de seis a doce meses cada uno, para culminar en su conjunto en 1984.

En una primera fase se desactivar¨¢n los centros de Vich, Manresa, Guadalajara, una parte del de El Ferrol (continuar¨¢ suministrando a las actividades mar¨ªtimas) y Toledo, que quedar¨¢ con almacenamiento exclusivo de fuel.

En la segunda fase se ponen en marcha los centros de Miranda y de Santovenia (Valladolid), lo que afectar¨¢ a instalaciones de Avila, Segovia, Zamora, y quiz¨¢ Palencia y Logro?o.

En una tercera fase se pondr¨¢n fuera de servicio las instalaciones de Orense, Talavera y C¨¢ceres, que est¨¢n condicionadas a las mejoras de Vigo y M¨¦rida. Tambi¨¦n concluir¨¢n los estudios que est¨¢ realizando Campsa sobre Zafra, Granda, Ponferrada y Huesca.

Finalmente, en una cuarta fase, se pondr¨¢ en servicio al ramal del oleoducto Mora-Alc¨¢zar de San Juan, que supondr¨¢ la desactivaci¨®n de las instalaciones de Albacete, Ciudad Real y Cuenca.

Tambi¨¦n ser¨¢ puesta fuera de servicio la subsidiaria de Vitoria al ponerse en servicio la nueva instalaci¨®n de Miranda, que est¨¢ servida por oleoducto.