Una lluvia torrencial suspendi¨® en el tercer toro la corrida del arte
ENVIADO ESPECIALEl segundo muletazo de Paula, una trinchera monumental, arranc¨® un ol¨¦ profundo que lleg¨® al cielo. Y el cielo respondi¨® enviando agua a torrentes. De aqu¨ª en adelante todo fue en el artista brincar cada vez que el toro pesta?eaba, y en el p¨²blico, guarecerse de la lluvia. Desde nuestra localidad de palco, el tendido cuajado de paraguas parec¨ªa Bilbao. Algo incre¨ªble en la Maestranza. Pero m¨¢s incre¨ªble fue el estoconazo en la mism¨ªsima yema con que Paula fulmin¨® al Domecq. Convertido en un fangal el ruedo, la presidencia decidi¨® suspender el festejo.
Y ah¨ª se acab¨® la corrida del arte, que hab¨ªa despertado una expectaci¨®n enorme. La afici¨®n llevaba semanas so?ando con este cartel cumbre de Curro- Paula- Pepe Luis, que, dec¨ªa el sentir popular, s¨®lo pod¨ªa terminar en la gloria o en las mazmorras. ?Qu¨¦ b¨¢rbaro, las mazmorras, tampoco seria para tanto! Lo que nadie esperaba es que s¨®lo hubiera dos toros. En los que, por cierto, ¨²nicamente se produjo el trincherazo dicho, pues, aunque el propio Paula se estir¨® en ver¨®nicas, le quedaron vulgarcitas, y antes Curro hab¨ªa pegado unas carreras locas por el redondel, huyendo de la quema.
Plaza de Sevilla
Sexta de feria. Toros del marqu¨¦s de Domecq, discretos de presencia. Curro Romero: estocada atravesada, ruedas insistentes de peones, intenta el descabello sin decidirse, pinchazo y estocada ca¨ªda (pitos). Rafael de Paula: estoconazo (palmas). Pepe Luis V¨¢zquez: no lleg¨® a lidiar ning¨²n toro. La corrida se suspendi¨® despu¨¦s de arrastrado el segundo, a causa de una lluvia torrencial que no ces¨® y dej¨® impracticable el ruedo. Lleno hasta la bandera.
Cuando la sequ¨ªa, hace tan poco, los devotos se dedicaron a pedirles agua a sus mil v¨ªrgenes, y las mil v¨ªrgenes, que no son Curro, claro, y no pod¨ªan defraudar, la han enviado todas a la vez. Ya pod¨ªan haberse puesto de acuerdo. As¨ª que han convertido la feria de abril en la: feria de la:, gabardina. Como en el Norte.
El reglamento sigue sin cumplirse, a pesar de las tajantes declaraciones que el, gobernador de Sevilla, Jos¨¦ Mar¨ªa Sanz Pastor, hac¨ªa ayer a EL PAIS. Por ejemplo, acerca de la suerte de varas dijo que las normas del reglamento respecto a petos y atalajes se van a cumplir rigurosamente en Sevilla. Y no. Estas normas no se cumplen ni antes n? despu¨¦s de las declaraciones del gobernador, lo cual hace sospechar que alguien le mete un gol todas las tardes de feria. Los caballos de picar salen en Sevilla con unos manguitos enormes, que est¨¢n expresamente prohibidos, lo cual redunda en perjuicio de la fortaleza y del comportamiento del toro en el primer tercio, desvirt¨²a la lidia y' evidentemente, es un fraude.
De cualquier forma, esta feria lleva mucho mejor rumbo que las de a?os anteriores y se la puede calificar de buena, por lo que llevamos visto, que es justamente la mitad del ciclo. Hay mejor presentaci¨®n en las reses, por lo general salen bien armadas, con abundancia de toros comalones y astifinos; algunas derriban; no es lo habitual, como suced¨ªa en pasadas ediciones, que se caigan; hasta casta en el ganado. Y en los toreros se aprecia un af¨¢n de superaci¨®n, clara tendencia a ejecutar con pureza las suertes. El triunfador absoluto, hasta ahora, es Paquirri, con una, tarde memorable el martes ¨²ltimo, que le vali¨® el honor de salir a hombros por la Puerta del Pr¨ªncipe. El gran perdedor, Manzanares, a quien puso en remojo la bravura excepcional de un toro de Carlos N¨²?ez.
Bravura que, por cierto, ya empieza a ser contestada por el -cierto- de que al animalito se le ocurri¨® escarbar una sola vez en banderilla. Entendemos que no siempre es cobard¨®n el toro que, escarba, y menos si, como ocurri¨®, aqu¨¦l, llamado Fulero, despu¨¦s de echarse la arena a los lomos -quiz¨¢ para refrescarse-, sigui¨® embistiendo al primer quite, incansable y fijo, crecido en su casta y en su bravura, igual que cuando se arrancaba al caballo desde la boca de riego, hasta que rod¨® de la estocada, en los medios, a¨²n pidiendo pelea.
Hoy vuelve Paquirri; a pesar de que la corrida ser¨¢ televisada, la expectaci¨®n es grande en Sevilla y habr¨¢ otro lleno. La fiesta est¨¢ recuperando el tir¨®n que se dej¨® ganar hace unos a?os, y lo conseguir¨¢ del todo si la autoridad extrema su vigilancia para acabar con las corruptelas y las empresas toman conciencia de que el fomento de la fiesta est¨¢ en ella misma, en la autenticidad de la lidia. En la feria de Sevilla ya salen toros y se ve torear bien. Esta es la f¨®rmula ¨²nica para poner el espect¨¢culo en la primera l¨ªnea que siempre ocup¨®.
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