El general Juste, relevado del mando de la Divisi¨®n Acorazada Brunete

En el Pleno del Congreso antes mencionado, el titular de Defensa, Alberto Oliart, inform¨® que el general Juste hab¨ªa emprendido el d¨ªa 23 viaje a Zaragoza para inspeccionar, en el campo de maniobras de San Gregorio, la realizaci¨®n del ejercicio Beta por tres batallones de carros y un grupo de artiller¨ªa autopropulsada de la Brunete.El general Juste, seg¨²n esta versi¨®n, en uni¨®n del jefe de Estado Mayor de la unidad, coronel Jos¨¦ Ignacio San Mart¨ªn, se detuvo a almorzar en Santa Mar¨ªa de Huerta. El coronel llam¨® entonces al cuartel general de la divisi¨®n y habl¨® con el comandante Pardo Zancada, jefe de la segunda secci¨®n (informaci¨®n), e inform¨® al general de que deb¨ªan regresar inmediatamente a Madrid, porque algo grave ocurr¨ªa.

A su vuelta encuentran a los mandos reunidos con el general Torres Rojas, anterior jefe de la divisi¨®n, destituido el 24 de enero de 1980 por su participaci¨®n en una intentona anterior, y escuchan una exposici¨®n del comandante Pardo Zancada, que cuenta su entrevista de la v¨ªspera en Valencia con el general Milans del Bosch y cuanto ¨¦ste le hab¨ªa manifestado sobre un hecho de extraordinaria gravedad que se producir¨ªa a partir de las seis, y del que se tendr¨ªa noticia por RTVE.

La exposici¨®n de Pardo Zancada conclu¨ªa con la afirmaci¨®n reiterada de que todo se desarrollar¨ªa de conformidad y a las ¨®rdenes del Rey. En garant¨ªa de lo dicho aseguraba que el general Armada se encontrar¨ªa en el palacio de la Zarzuela a partir de las seis de la tarde.

El general Juste expuso, al parecer, algunas objeciones, pero no inform¨® al capit¨¢n general de la I Regi¨®n Militar y accedi¨® a cursar las ¨®rdenes correspondientes a que se ha hecho referencia de ocupar los centros estrat¨¦gicos de Madrid, como Televisi¨®n, emisoras de radio, peri¨®dicos y otros puntos.

La versi¨®n ministerial prosigue se?alando que, conocido el asalto al Congreso por Tejero, el general Juste decide comprobar la presencia de Armada en la Zarzuela. A las 18.45 conecta con el secretario general de la Casa del Rey, Sabino Fern¨¢ndez del Campo, quien le aclara que el general Alfonso Armada ?no est¨¢ ni se le espera?. S¨®lo entonces procede a llamar por tel¨¦fono a su superior, el capit¨¢n general de la I Regi¨®n, a quien todav¨ªa no hab¨ªa informado de las medidas adoptadas y de las ¨®rdenes cursadas a los efectivos de la Brunete. El teniente general Guillermo Quintana le orden¨® inmediatamente que mantuviera todas las unidades en sus acuartelamientos, frustrando as¨ª la intervenci¨®nLa agencia Europa Press indica que no se sabe si el general Juste ten¨ªa alguna noticia cierta de lo que se preparaba con anterioridad al 23 de febrero, y especula con la posibilidad de que esa sea la causa de su relevo al frente de la DAC Brunete. En un p¨¢rrafo final de redacci¨®n confusa a?ade: ?Se afirma tambi¨¦n que en alguna reuni¨®n, llevada a efecto en el mes de enero por los participantes en la intentona de golpe de Estado del 23-F, se citaron algunos nombres de jefes militares que podr¨ªan conocer lo que se estaba preparando?. Concluye as¨ª: ?El hecho de que sea secreto el sumario instruido por el juez especial nombrado para el caso impide que se conozca con toda precisi¨®n la certeza o no de estos hechos relacionados con el 23-F y sus preparativos?.Fuentes allegadas a algunos defensores de los procesados estiman que muy bien podr¨ªan los defensores argumentar en favor de sus patrocinados la cobertura que les proporciona el cumplimiento de ¨®rdenes que finalmente estaban dictadas por su jefe natural en aquella situaci¨®n, el general Juste

El general Juste naci¨® el 19 de marzo de 1918 y tiene, por tanto, 63 a?os, por lo que a¨²n le podr¨ªa restar un a?o en situaci¨®n de actividad y mando de armas, ya que no se le otorgan posibilidades de ascenso. Ingres¨® en el Ej¨¦rcito en octubre de 1934. Procede del arma de Infanter¨ªa y ha permanecido en la Brunete algo m¨¢s de un a?o. Con este relevo, el Gobierno parece salir de la pasividad que se le ven¨ªa reprochando incluso en medios militares, seg¨²n estiman ciertos observadores.

Un cese en el Cesid

Tambi¨¦n ayer se supo la destituci¨®n del comandante Jos¨¦ Luis Cortina de su puesto de jefe de los servicios operativos del Centro Superior de Informaci¨®n de la Defensa (Cesid). El cese se atribuye en c¨ªrculos militares de toda solvencia a los frecuentes contactos que el citado jefe habr¨ªa. mantenido con el teniente coronel Antonio Tejero mientras se preparaba el frustrado golpe del 23 de febrero pasado.

Informaciones filtradas de las declaraciones sumariales formuladas por Tejero subrayan la reiterada menci¨®n que habr¨ªa hecho ante el juez especial de sus contactos con el comandante de Infanter¨ªa y diplomado de Estado Mayor Jos¨¦ Luis Cortina, relevante miembro del Cesid.

La noticia del cese de Cortina, facilitada ayer por Diario 16, no menciona que el comandante destituido haya sido todav¨ªa citado por el juez especial, designado para el caso del frustrado golpe de Estado, ni se tiene informaci¨®n alguna de que vaya a ser procesado.

El comandante Jos¨¦ Luis Cortina, junto a otros oficiales, fue un activo colaborador de Manuel Fraga Iribarne en las postrimer¨ªas del franquismo, dentro de la sociedad Godsa, precursora de lo que llegar¨ªa a ser Alianza Popular. Con anterioridad, Cortina hab¨ªa formado parte del equipo que reuni¨® en el Servicio Central de Documentaci¨®n (Seced) el entonces comandante Jos¨¦ Ignacio San Mart¨ªn, bajo los auspicios del almirante Carrero Blanco, que ocupaba el Ministerio de la Presidencia.

En julio de 1975 los pasillos del hotel Atl¨¢ntico, de La Coru?a, serv¨ªan de antesala al Consejo de Ministros, ¨²ltimo que en aquella ciudad iba a presidir el general Franco. Estaban entonces pendientes algunas decisiones del Gobierno sobre los oficiales de la Uni¨®n Militar Democr¨¢tica (UMD), detenidos semanas atr¨¢s en Madrid. El entonces capit¨¢n Cortina repart¨ªa su atenci¨®n entre esas noticias, que le concern¨ªan como inicial defensor de uno de los implicados, el capit¨¢n Antonio Garc¨ªa M¨¢rquez, y las reuniones con su jefe pol¨ªtico, el embajador Fraga, en Perbes. Luego, al entrever las dificultades que para la obtenci¨®n del diploma de Estado Mayor, cuyos estudios estaba cursando, pod¨ªa suponer su condici¨®n de defensor, renunci¨® a la misma.

El cese de Cortina en el Cesid se ha conocido una semana despu¨¦s de que el Bolet¨ªn Oficial del Estado publicase el pasado d¨ªa 22 un real decreto que potencia el ¨¢mbito de actuaci¨®n y las competencias atribuidas a ese centro y le se?ala responsabilidades espec¨ªficas ?en cuanto interese al cumplimiento de las misiones que a las Fuerzas Armadas encomienda el art¨ªculo 8' de la Constituci¨®n?.

En aquella ocasi¨®n (v¨¦ase EL PAIS, 24-4-1981) se recordaba que desde el 17 de marzo ¨²ltimo segu¨ªa pendiente el compromiso, aceptado por el ministro de Defensa, Alberto Oliart, ante el Pleno del Congreso de los Diputados de aquel d¨ªa, de reestructurar los servicios de informaci¨®n y determinar las responsabilidades en que pudieran resultar incursos por el frustrado golpe de Estado del 23 de febrero.

Dos d¨ªas despu¨¦s, el 26 de abril, se publicaba la noticia de la destituci¨®n del teniente coronel Joaqu¨ªn Pacheco de su cargo de jefe de la segunda secci¨®n de Estado Mayor de la III Regi¨®n Militar, con sede en Valencia. Otros relevos en las segundas secciones de Estado Mayor, encargadas de la informaci¨®n, a las que corresponde buena parte de la responsabilidad de no haber detectado los preparativos del golpe abortado, podr¨ªan tener lugar en los pr¨®ximos d¨ªas, seg¨²n estiman fuentes militares.

Como inform¨® entonces EL PAIS, la reforma del decreto que ampara la existencia del Cesid no ha variado la exigencia de que a su frente se encuentre un oficial general. Ello rompi¨® las expectativas creadas por el anterior titular de Defensa, que hab¨ªa anunciado la promoci¨®n de civiles a ese puesto y al de la Oficina de Prensa. La jefatura del Cesid se encuentra inexplicablemente vacante desde agosto de 1980.