Mitterrand parte como favorito en la carrera oficial

Se acent¨²a el clima de una posible victoria del candidato socialista a la Presidencia de la Rep¨²blica Francesa, Fran?ois Mitterrand, el pr¨®ximo d¨ªa 10. El primer sondeo de la segunda ronda da por vencedor a Mitterrand por el 51,5 %, frente al 48,5% para Val¨¦ry Giscard d'Estaing. El eventual fracaso del candidato-presidente ser¨ªa consecuencia del fallo del voto gaullista.El duelo televisado que esperaba todo el pa¨ªs entre Giscard y Mitterrand no se celebrar¨ªa por falta de acuerdo sobre las modalidades. Un inicio de p¨¢nico empieza a cundir en los medios econ¨®micos y financieros ante la perspectiva de un triunfo de la izquierda.

Anoche, el due?o de un bar-restaurante de un barrio parisiense, militante gaullista de base, escupi¨® todas las pestes que le inspiran Giscard y el giscardismo ante un cliente de confianza. Afirm¨® despu¨¦s tajantemente que votar¨ªa por Mitterrand, y concluy¨®: ?Me he convertido al socialismo durante esta elecci¨®n, naturalmente?. Y si ganase Mitterrand, ?como lo deseo con todas mis fuerzas, te invito a beber champa?a toda la noche del d¨ªa 10?, le dijo a su amigo.

?Cu¨¢ntos militantes y electores gaullistas se manifestar¨¢n el pr¨®ximo d¨ªa 10 como el citado? Esta es la gran inc¨®gnita del escrutinio.

A medida que pasan las horas, todo indicar¨ªa que el chiraquismo ya ha escogido su estrategia de tercera v¨ªa y que su realizaci¨®n empezar¨ªa el d¨ªa 10, al liquidar a Giscard. Las reservas de los gaullistas hacia el candidato-presidente y la consigna de voto comunista en favor de Mitterrand han desatado una din¨¢mica que de momento desfavorece a Giscard.

El comportamiento p¨²blico y las ¨²ltimas manifestaciones del l¨ªder gaullista, Jacques Chirac, de los dirigentes del comit¨¦ central de su partido, hacen pensar que el movimiento gaullista, fortalecido y modernizado por el buen papel de Chirac en la primera ronda, ya s¨®lo piensa en las pr¨®ximas elecciones legislativas para convertirse en la primera fuerza pol¨ªtica francesa: esos comicios se celebrar¨¢n el pr¨®ximo mes de julio si Mitterrand es elegido. En caso contrario, expl¨ªcitamente, el chiraquismo amenaz¨® ayer con provocarlas, con una moci¨®n de censura, si Giscard fuese reelegido.

El debate, en el aire

La campa?a giscardiana, fundada en el ?orden comunista? o en el ?desorden socialista? que, seg¨²n el presidente, representar¨ªa la victoria de Mitterrand, no se revela efectiva en apariencia. El baj¨®n hist¨®rico de los comunistas en la primera ronda de esta elecci¨®n ha disminuido la fuerza electoral que ha tenido siempre en este pa¨ªs el ?espantap¨¢jaros? comunista. El campo giscardiano estima que se le escapa una baza de no celebrarse el ?mano a mano? televisado entre los dos candidatos.En 1974, ese mismo duelo colabor¨® eficazmente en la victoria de Giscard. Salvo acuerdo de ¨²ltima hora, esta vez los franceses se ver¨¢n privados del ?fest¨ªn?. Giscard propone un debate ?a la francesa?, es decir, un di¨¢logo entre los dos, con un periodista como mediador. Mitterrand prefiere una batalla ?a la americana?: cuatro periodistas escogidos por los dos candidatos, que les interrogar¨ªan. Por las razones que fuere, anoche nadie cre¨ªa probable un compromiso que haga posible el ?espect¨¢culo? para el martes o mi¨¦rcoles inmediatos.

El sondeo de ayer no ha hecho m¨¢s que acrecentar la inquietud en la Bolsa, en los mercados financieros y en la burgues¨ªa. El franco empieza a tambalearse y, seg¨²n ciertas informaciones, la fuga de dinero y de obras de arte aumenta. En resumen: se est¨¢ empezando a vivir en esta segunda ronda el ?efecto Mitterrand?, como en la primera se vivi¨® el ?efecto Chirac?, que parece ser incit¨® a muchos electores a votar por Mitterrand. El hecho tambi¨¦n hace pensar, ya que a ¨²ltima hora los franceses podr¨ªan asustarse del ?efecto? del candidato socialista y votar por un segundo septenato giscardiano.

La fiesta del Primero de Mayo tendr¨¢ car¨¢cter electoral, pero, a pesar de que todos los sindicatos y partidos de izquierdas se han unido al candidato socialista, se celebrar¨¢ con manifestaciones distintas, convocadas por cada una de las grandes centrales sindicales.