Autonom¨ªa en la Complutense
La facultad de Medicina de Madrid y su Hospital Cl¨ªnico de San Carlos vienen mostrando una sana y tenaz voluntad de reforma y de volver a hundir sus ra¨ªces en su origen, en la sociedad. Cuando hace m¨¢s de un lustro empez¨® el fuerte proceso de cambio pol¨ªtico en Espa?a se fue generando en la facultad y en el Hospital Cl¨ªnico un estado de conciencia que cristaliz¨® en el comienzo formal de su autocr¨ªtica.Todos los partidos pol¨ªticos se han esforzado en dise?ar cada uno modelo sanitario que entronque con la nueva realidad social espa?ola y, al mismo tiempo, refleje las nuevas tendencias de la medicina moderna. As¨ª, la poblaci¨®n ha legado a concienciarse de la importancia de la medicina primaria, a relevancia de la medicina preventiva y la necesidad de sostener un papel activo para el mantenimiento de la propia salud, haciendo uso de la libertad individual a la tora de elegir h¨¢bitos y comportanientos saludables o nocivos.
Esto exige una nueva medicina, lo que conlleva una manera de hacer diferente. Esta necesidad social de producir un nuevo tipo de m¨¦dicos ha sido recogida por la Universidad Complutense. Se puo en marcha el proceso de la reforma de la facultad de Medicina y e su Hospital Cl¨ªnico de San Carlos. Primero con titubeos, siempre sorteando importantes escollos, y hoy con un nivel de expectativa y de ilusi¨®n. Si algo ha caracterizado este proceso de reforma ha sido la participaci¨®n. Participaci¨®n que se nantiene en las cotas m¨¢s altas cuando el proceso ya es un barco en marcha.
Democracia y representaci¨®n
Ese dificil¨ªsimo despegue desde ina situaci¨®n de inercia anterior ha encontrado su mayor dificultad y a mejor fuerza precisamente en la articipaci¨®n. Porque han estado presentes absolutamente todas las posturas, entrechocando con id¨¦ntica dignidad las m¨¢s progresistas con las m¨¢s conservadoras, de manera que la resultante es un proceso aut¨¦ntico, reflejo real de la propia instituci¨®n. Las tres grandes l¨ªneas de ejecuci¨®n de esta reforma son la democratizaci¨®n de sus ¨®rganos de gobierno; la modernizaci¨®n de sus esquemas asistenciales, docentes y de investigaci¨®n para adecuarlos a las aut¨¦nticas necesidades de la sociedad espa?ola de la d¨¦cada de los ochenta, y el avance en la autonom¨ªa institucional. As¨ª, se pusieron en marcha los nuevos ¨®rganos de gobierno en el Hospital Cl¨ªnico de San Carlos, que no solamente han sido elegidos democr¨¢ticamente por todos los miembros del hospital, sino que adem¨¢s introducen en su seno representantes de la sociedad a la cual sirve el hospital, Ayuntamiento y Diputaci¨®n, representantes de los colegios profesionales y de las fuerzas sociales.
Los estudios para modernizar las estructuras y los modos operativos de la instituci¨®n se han ido entroncando con las m¨¢s modernas l¨ªneas internacionales. As¨ª qued¨® en evidencia en las jornadas internacionales que organizaron conjuntamente la Universidad Complutense de Madrid, la Fundaci¨®n Macy y la Fundaci¨®n March en el primer trimestre de 1980, y bajo el t¨ªtulo ?Interacci¨®n entre la educaci¨®n y la asistencia sanitaria?, cuyo quinto apartado estuvo dedicado en su totalidad a la presentaci¨®n de la reforma de nuestra facultad de medicina.
Esta democratizaci¨®n y esta modernizaci¨®n no las entiende la instituci¨®n sin un grado de autonom¨ªa que acerque realmente el proceso de la toma de decisiones a niveles de eficacia. En este sentido planea amenazador el fantasma del recuerdo del proceso que se fue siguiendo con la representaci¨®n estudiantil en la ¨¦poca del SEU. A medida que aquella organizaci¨®n estudiantil iba ganando en representativ¨ªdad y en democracia interna, la toma de decisiones se iba desplazando a niveles cada vez m¨¢s altos, de tal manera que los ¨®rganos democr¨¢ticos de representaci¨®n careciesen absolutamente de operatividad.
Debo insistir en que esto no ha sido, ni es, un camino lineal, sino un proceso vivo, complejo, lleno de tensiones y dificultades. De las tres patas que sostienen el proceso, democratizaci¨®n de la instituci¨®n, su modernizaci¨®n y su aproximaci¨®n a la autonom¨ªa, esta ¨²ltima hoy nos preocupa. Nos preocupa la autonorn¨ªa de nuestra facultad y de su Hospital Cl¨ªnico de San Carlos, porque s¨²bitamente la vemos amenazada y ensombrecida. Amenazada por la publicaci¨®n de una orden ministerial del 14 de abril convocando a concurso de traslado, contrariamente a la voluntad expresa de nuestra instituci¨®n, de la c¨¢tedra de Dermatolog¨ªa, orden firmada por el subsecretario del Ministerio. La junta de gobierno del hospital, presidida por el se?or rector, hab¨ªa acordado por unanimidad solicitar una moratoria en todas aquellas decisiones del ¨¢rea docente y del ¨¢rea asistencial que tuviesen cierta relevancia, para poder terminar de estudiar los ajustes estructurales precisos para responder a la nueva situaci¨®n creada. Y hab¨ªa solicitado esta moratoria comprometi¨¦ndose a tener terminadas estas tareas en un plazo fijo, el mes de junio. En el orden del d¨ªa de la junta de facultad iba la misma propuesta. Pues bien, durante la Semana Santa ha salido esta orden, que ha sido aplastantemente rechazada en la reuni¨®n que el d¨ªa 29 de abril ha sostenido la junta de facultad.
Error administrativo
No ser¨ªa l¨®gico entender la publicaci¨®n de esta c¨¢tedra como un intento formal de gobernar nuestra instituci¨®n desde un centralismo esterilizante, desoyendo los criterios asistenciales y docentes, que debe formular la propia instituci¨®n. Y digo que no ser¨ªa l¨®gico, porque la orden dimana del mismo equipo ministerial que presenta y defiende en el Parlamento espa?ol la ley de Autonom¨ªa Universitaria. Es obvio, pues, que s¨®lo lo podemos entender como un error administrativo, el cual esperamos de la fina sensibilidad del ministro de Educaci¨®n y de Universidades e Investigaci¨®n que sea subsanado antes de que el paso del tiempo genere hechos que puedan da?ar los intereses de terceros.
Y dec¨ªamos que nuestra autonom¨ªa, a su vez, se ve ensombrecida. Y lo es as¨ª porque, si bien en la confecci¨®n de los presupuestos de las instituciones dependientes o concertadas con el Insalud, se ha sentado la doctrina de que sea hecho con arreglo a programas, los constre?imientos que se han dado en las instrucciones para el desarrollo de estos presupuestos son tales que mucho nos tememos asfixien por falta de medios la din¨¢mica de nuestro hospital. Pero este tema a¨²n est¨¢ en desarrollo, y procede dejarlo para una mejor ocasi¨®n.
Rectificado el error administrativo, el momento es cada vez m¨¢s maduro para abrir un amplio y profundo di¨¢logo legislativo con nuestro Ministerio de Educaci¨®n y de Universidades e Investigaci¨®n para que plasme lo que hoy es un esp¨ªritu de reforma en normativa legal. As¨ª podremos concentrar todo nuestro caudal de energ¨ªa y capacidades en servir a la sociedad con la mejor docencia, asistencia e investigaci¨®n y con el reciclaje de sus profesionales que demanda una sociedad viva.
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