La masoner¨ªa italiana puede estar detr¨¢s del terrorismo y el golpismo
Los registros policiales en centros del Gran Oriente de Italia y la acusaci¨®n lanzada contra el maestro de una de sus logias, la P2 (Propaganda), de car¨¢cter secreto, Licio Gelli, de delito de acci¨®n subversiva ha levantado la sospecha de que la masoner¨ªa pueda estar detr¨¢s del terrorismo izquierdista y las intentonas golpistas neofascistas, as¨ª como de turbias operaciones financieras.Las ¨²ltimas acciones de la polic¨ªa han provocado una gran conmoci¨®n dentro de la masoner¨ªa italiana, donde la logia P2, la ¨²nica secreta, ha sido siempre objeto de sospechas de operaciones turbias, hasta el punto que se han interesado por ella los jueces de Mil¨¢n y de Brescia. Su gran maestro, Gelli, que ha sido sometido a una acusaci¨®n judicial, ha escapado al extranjero.
La decisi¨®n de registrar tres centros importantes romanos de la secta mas¨®nica m¨¢s importante, el Gran Oriente, fue adoptada por el fiscal Dom¨¦nico Sica a ra¨ªz de los documentos encontrados en el chal¨¦ del maestro de la P2. Al parecer, uno de los documentos era una lista oficial de los adeptos a esta logia, que es ilegal por su car¨¢cter secreto, ya que la Constituci¨®n italiana, que da total libertad de asociaci¨®n, proh¨ªbe asociaciones clandestinas.
Uno de los nombres m¨¢s espectaculares de esa lista, seg¨²n algunas indiscreciones period¨ªsticas, es nada menos que el del general Carlo Alberto dalla Chiesa, responsable de todos los carabinieri de la regi¨®n de Lombard¨ªa y gran luchador contra el terrorismo de extrema izquierda. Pero el general ha explicado r¨¢pidamente que ¨¦l no pertenece a esa logia y que s¨®lo hace cinco a?os hab¨ªa pedido ingresar como ?infiltrado?, es decir, para conocer desde dentro lo que all¨ª estaba pasando.
De esta logia P2 se han escrito cosas muy duras: desde que era un centro coordinador del terrorismo y de golpes de Estado fascistas hasta que, a trav¨¦s de ella, grandes personalidades de las finanzas organizaban sus operaciones m¨¢s turbias.
Ya el fiscal Vittorio Occorsio hab¨ªa decidido en 1979 hacer una investigaci¨®n sobre esta logia, sospechando que en ella pudiera haber golpistas de ultraderecha; pero fue asesinado ese mismo a?o por Pierluigi Concutelli, jefe militar de Orden Negro, la asociaci¨®n neofascista romana.
El fiscal Sica, que ha dado orden de registrar los centros romanos del Gran Oriente, que cuenta en Italia con 18.000 adeptos y quinientas logias, ha podido examinar una carta del maestro Licio Gelli a los adeptos de su logia en la que les comunicaba que la agencia period¨ªstica OP iba a publicar ?denuncias contra los hermanos masones?. Precisamente el director de esta agencia fue asesinado. sin que se haya podido descubrir a los autores del atentado.
El magistrado Ugo Zilletti, que hab¨ªa sustituido a su compa?ero asesinado Giuseppe Bachelet como vicepresidente de la Magistratura italiana, se ha visto obligado a dimitir estos d¨ªas a causa de los documentos encontrados en casa del maestro mas¨®n de la P2. Y ahora se ha sabido que el magistrado Bachelet, cuando fue asesinado por las Brigadas Rojas en la Universidad de Roma, llevaba en sus manos una bolsa llena de documentos secretos que nunca ha aparecido.
Hay quien sospecha que, se trataba de una investigaci¨®n que estaba haciendo precisamente sobre la logia P2 y sus posibles connivencias con el terrorismo. Esta vez ha sido el Gobierno mismo quien ha dado todo el apoyo a la Magistratura romana para que investigue a fondo, ?caiga quien caiga?. Y esto porque siguen en el aire grandes interrogantes: ?qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s o encima de las Brigadas Rojas? ?Qui¨¦n es la verdadera cabeza o el gran viejo, como le llam¨® una vez Bettino Craxi, secretario general del partido socialista, en una famosa intervenci¨®n ante el Parlamento?
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