Alemania Federal y los euromisiles
EL CRECIMIENTO de las tendencias llamadas pacifistas en el seno mismo de la socialdemocracia ha llegado a llevar a Schmidt a elevar el tono de su presi¨®n, amenazando con dimitir si una mayor¨ªa del partido rechazaba la instalaci¨®n en Europa -y, concretamente, en territorio alem¨¢n federal en la cuota que le corresponda- de los euromisiles -los 572 Pershing y Cruise de la nueva generaci¨®n nuclear-, que Estados Unidos considera imprescindibles para mantener el equilibrio con los SS-20 sovi¨¦ticos (el punto de vista sovi¨¦tico es que sus SS-20 han sido instalados, a su vez, para mantener el equilibrio con el armamento nuclear anterior). No tendr¨ªa otro remedio Schmidt: se comprometi¨® seriamente en la reuni¨®n de primavera de la OTAN, a cambio del compromiso formal de Estados Unidos de iniciar conversaciones antes de fin de a?o con la Uni¨®n Sovi¨¦tica, en las que estuvieran incluidos planes de desarme. Schmidt esperaba que los pacifistas considerasen como un ¨¦xito este compromiso: no ha sido as¨ª. Ni est¨¢n solos. Hay un ?comit¨¦ de acci¨®n por la paz? en Europa, compuesto por ciudadanos de los pa¨ªses implicados en la cuesti¨®n de los euromisiles -RFA, B¨¦lgica, Italia, Gran Breta?a, Holanda-, que pretende una desnuclearizaci¨®n general ?de Polonia a Portugal?, que en abril pasado consigui¨® una importante manifestaci¨®n que pretend¨ªa llegar con sus pretensiones a la sede de la OTAN en Bruselas (lo impidi¨® la polic¨ªa). En B¨¦lgica y en Holanda, especialmente, la oposici¨®n es muy fuerte, y puede provocar crisis gubernamentales.En Alemania Federal, el tema del pacifismo est¨¢ te?ido, en la izquierda socialdem¨®crata y en los movimientos radicales, de antiamericanismo, como dicen en Washington y en los c¨ªrculos m¨¢s conservadores, o simplemente de una oposici¨®n a la actual pol¨ªtica americana de Reagan. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Weisenberg, estuvo en los primeros d¨ªas de abril en Bonn y cometi¨® la torpeza -?calculada?- de preconizar una l¨ªnea dura y exigir de Alemania Federal un esfuerzo militar superior al que est¨¢ realizando: d¨ªas despu¨¦s, el secretario de Estado, Haig, repiti¨® el viaje y se mostr¨® mucho m¨¢s d¨²ctil. El ministro de Asuntos Exteriores de.Alemania, Genscher, subray¨® especialmente este viaje y las palabras de Haig -?alguien familiar con la Alianza, con -Europa, con los amigos europeos y sus problemas, y situado en la c¨²spide de la responsabilidad de Estados Unidos?-, y reafirm¨® que la RFA no ve posible ninguna otra alternativa a la pol¨ªtica de d¨¦tente; pero todo esto, en lugar de tranquilizara la opini¨®n p¨²blica de ese sector, la hizo reaccionar con otra inquietud: la de la inconsistencia de la pol¨ªtica de Estados Unidos, capaz de fluctuar seg¨²n la represente el secretario de Defensa o el de Estado. El Gobierno alem¨¢n federal insiste ahora con sus disidentes en que es precisamente su acci¨®n y la de los otros europeos la que debe ayudar a fijar la pol¨ªtica de Estados Unidos que est¨¢ en ?grado de elaboraci¨®n?.
Pero en ning¨²n caso la direcci¨®n del partido ni el Gobierno de coalici¨®n corno tal han vacilado un solo momento en esta cuesti¨®n de los euromisiles: desde la primera reuni¨®n de la OTAN sobre el tema - 1979- acept¨® la instalaci¨®n de la cuota nuclear en su territorio, y la mantiene hasta el punto de esta amenaza de dimisi¨®n. No es vana, aunque probablemente no llegue nunca a producirse. Un cambio de direcci¨®n -hacia la izquierda- en la socialdemocracia romper¨ªa inmediatamente la coalici¨®n gubernamental con los liberales y comprometer¨ªa gravemente las elecciones en favor de la democracia cristiana y su aliada, la coalici¨®n cristianosocial, que en punto a guerra fr¨ªa y rearme va incluso m¨¢s all¨¢ que Reagan. Elcrecimiento de los partidos de corte radical -con el ¨¦xito electoral que acaban de tener en Berl¨ªnpuede irse produciendo de aqu¨ª a 1983, fecha en la que debe quedar terminado el plan de los euromisiles, y que debe coincidir con la campa?a electoral para la nueva legislatura (1984). La crisis, si no se contiene o si no se aleja m¨¢s el espectro de la guerra fr¨ªa, podr¨¢ ir creciendo de aqu¨ª a entonces.
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