Carlos III y Kate Middleton acaparan todas las miradas en la tradicional misa de Navidad de Sandringham, con la ausencia de Andr¨¦s
El monarca y la reina Camila encabezaron la comitiva que reuni¨® a los miembros m¨¢s destacados de los Windsor y que se celebr¨® antes del discurso navide?o en el que dio las gracias al equipo m¨¦dico tras un a?o marcado por la enfermedad
Las Navidades son una fecha marcada en rojo en el calendario de los Windsor. Cada 25 de diciembre, tal y como marca la tradici¨®n, todos ellos ¡ªsalvo excepciones¡ª se re¨²nen para asistir al servicio religioso que se celebra en la iglesia de Santa Mar¨ªa Magdalena de Sandringham. Pero esta cita no ha sido una m¨¢s. Llega en un a?o que no ha sido f¨¢cil para ellos y donde han tenido que hacer frente al mismo tiempo a los diagn¨®sticos de c¨¢ncer del rey Carlos III y la princesa Kate Middleton.
En este 2024, muchos de los miembros de la familia real brit¨¢nica han tenido que ocupar un primer plano para ayudar al monarca con la agenda y los compromisos reales. Han sido meses de incertidumbre en los que han intentado proyectar lo unidos que est¨¢n, algo que han vuelto a confirmar en este d¨ªa de Navidad.
Tal y como es habitual, el rey Carlos III fue el primero en llegar hasta las inmediaciones de la iglesia situada en el condado de Norfolk. Lo hac¨ªa acompa?ado de su esposa, la reina Camila, que ya se encuentra completamente recuperada tras sufrir en las ¨²ltimas semanas una infecci¨®n viral persistente. Los curiosos que se acercaron hasta el lugar quisieron mostrar su apoyo y cari?o a los Windsor y, en especial, a su m¨¢ximo representante.
Quienes tambi¨¦n concentraron todas las miradas fueron los pr¨ªncipes de Gales. Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton llegaron acompa?ados de sus tres hijos, Jorge, Carlota y Luis. Muy sonrientes y cari?osos, los herederos al trono brit¨¢nico volvieron a dar una imagen de felicidad pese a los complicados meses que han atravesado en el que ya consideran el ¡°peor a?o¡± de sus vidas, seg¨²n reconoc¨ªa recientemente Guillermo.
Alrededor de las doce de la ma?ana de este mi¨¦rcoles, el soberano y su esposa encabezaron el habitual pase¨ªllo que los Windsor realizan unidos hasta Santa Mar¨ªa Magdalena. Es aqu¨ª donde se hace un balance de las verdaderas relaciones privadas entre ellos. Entre los asistentes, confirmando una vez m¨¢s que es una figura clave en el reinado de Carlos III ¨Dy la que m¨¢s compromisos oficiales realiza¨D, se encontraba la princesa Ana, acompa?ada por su marido, Timothy Laurence; sus hijos, Zara y Peter; y sus nietos, Savannah, Isla, Mia y Lena. El pr¨ªncipe Eduardo y la princesa Sof¨ªa, que en este 2024 han pasado a ocupar un puesto fundamental para el futuro de la instituci¨®n, llegaron con sus hijos, Lady Luisa y Jaime, conde de Wessex.
La de este a?o ha sido una reuni¨®n familiar que ha estado marcada, como ya viene siendo un habitual, por las ausencias. La ¨²ltima pol¨¦mica en la que se ha visto envuelto el pr¨ªncipe Andr¨¦s de York le ha obligado a dar un paso atr¨¢s y alejarse de la atenci¨®n p¨²blica y, por tanto, su presencia en la misa de Sandringham iba a ser un problema para su hermano mayor. As¨ª pues, su exmujer, Sarah Ferguson, con quien contin¨²a viviendo pese a llevar separados m¨¢s de dos d¨¦cadas, tampoco estuvo presente. Quien s¨ª que acudi¨® fue la princesa Beatriz, que anunci¨® un cambio de planes de ¨²ltima hora por riesgo en su embarazo. Estaba previsto que pasase las Navidades en Italia, junto a su marido, Edoardo Mapelli Mozzi, y la familia de este. Pero ante el inminente nacimiento del nuevo miembro de los Windsor, se le recomend¨® quedarse en Reino Unido y, por tanto, s¨ª que pudo acudir a Norfolk. Tras asistir a la misa, todos ellos se acercaron hasta los all¨ª presentes para saludar y recibir regalos, entre los que destacaron los peluches para los m¨¢s peque?os.
Horas despu¨¦s de este reencuentro familiar, se emiti¨® en televisi¨®n y radio el tambi¨¦n tradicional discurso de Navidad del monarca. Un mensaje muy esperado y que lleg¨® con cambios. Por primera vez en su reinado, lo hizo desde un escenario diferente: en la capilla Fitzrovia, que antiguamente pertenec¨ªa a un hospital. Un gesto simb¨®lico y que resume su a?o, al mismo tiempo que quiso mandar un mensaje a los profesionales m¨¦dicos que le han acompa?ado en este dif¨ªcil momento. ¡°Desde un punto de vista personal, quiero expresar un agradecimiento especial y sincero a los m¨¦dicos y enfermeras desinteresados que, este a?o, me han apoyado a m¨ª y a otros miembros de mi familia en las incertidumbres y ansiedades de la enfermedad, y contribuyeron a proporcionar la fuerza, el cuidado y el consuelo que necesit¨¢bamos. Estoy tambi¨¦n profundamente agradecido a todos aquellos que nos han ofrecido sus amables palabras de simpat¨ªa y aliento¡±, pronunci¨® el rey en este discurso ya pregrabado.
Y continu¨®: ¡°Todos pasamos por alguna forma de sufrimiento en alguna etapa de nuestra vida, ya sea mental o f¨ªsica. El grado en que nos ayudamos unos a otros, y recibimos apoyo de los dem¨¢s, seamos personas de fe o no, es una medida de nuestra civilizaci¨®n como naciones¡±.
Pese a ser considerado como el Annus horribilis para el corto reinado de Carlos III, en estos ¨²ltimos meses han recibido buenas noticias con las que han recuperado en mayor o menor medida la normalidad. Fue el pasado mes de septiembre cuando la princesa Kate Middleton anunci¨® que su tratamiento de quimioterapia hab¨ªa finalizado. Mientras, el monarca continuar¨¢ con el suyo en este 2025. Todav¨ªa no se conoce el tipo de c¨¢ncer del que ambos han sido diagnosticados y, despu¨¦s de tantos meses, es una cuesti¨®n que parece no tener respuesta y que prefieren mantener en privado.
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