Una m¨ªstica especial
Los misterios que preocupaban a Hamsun eran aquellos tras los que cre¨ªa descubrir la ¨ªntima uni¨®n entre los hombres y la naturaleza, tema que all¨¢, a principios de siglo, apasion¨® a otros muchos escritores, cada cual con sus rasgos peculiares.Solitarios los dos, a su manera, originales, Premio Nobel el uno, enemigo el otro de cualquier lazo profesional o al menos duradero, peregrinos tanto en su propia patria como fuera de ella, autobiogr¨¢ficos en sus novelas, ambos tambl¨¦n rechazan la raz¨®n para hacer causa com¨²n en los inciertos caminos del instituto. Hainsun, admirador de Nietzsche, llev¨® su vocaci¨®n hasta sus m¨¢s postreras consecuencias, siendo al final de la segunda gran guerra juzgado y encerrado en una casa de salud como el mismo Ezra Pound, reo de parecidas acusaciones.
Misterios
Seg¨²n la novela de Knut Hamsun. Direcci¨®n: Paulde Lassenel. Fotograf¨ªa: Robby Muller. M¨²sica: Laurens van Rooyen. Int¨¦rpretes: Johan Nagel, Silvia Kristel, Rita Tushingam, David Rapport, Andrea Ferreol. Holanda-Francia. Dram¨¢tica, 1980. Local de estreno: Alexandra.
Misterios, llevada ahora al cine, no recuerda, sin embargo, a sus m¨¢s famosas novelas; antes parece un postrer relato rom¨¢ntico tras las huellas de un Guy de Maupassant al que, por cierto, se alude en un momento de la historia. Todo lo que ¨¦sta tiene de inter¨¦s por lo desconocido, por ahondar en la raz¨®n que mueve los pasos de su atormentado protagonista, viene dado a trav¨¦s de im¨¢genes en las que ambiente, color, ambientaci¨®n y estudio de personajes se conjugan eficazmente. No as¨ª esa m¨ªstica particular donde reside la verdadera esencia del autor y tan dificil de llevar a la pantalla. Esa vuelta a la ra¨ªz del individuo en un mundo hostil y amigo a medias, su lucha por hallar un sentido a su propia soledad buscada, m¨¢s all¨¢ del amor, en la tediosa soledad de provincias, queda a la postre m¨¢s como una propuesta o desaf¨ªo al espectador que como soluci¨®n definitiva.
Silvia Kristel, hier¨¢tica en exceso, aparece asistida por una serie de actores que componen, dentro de un estilo ya sabido, luna copiosa galer¨ªa de actitudes y tipos cercanos al naturalismo. Todos juntos ayudan a mantener en pie este retrato singular, que en su paso al cine viene a demostrarnos c¨®mo una imagen no siempre vale m¨¢s que cien palabras cuando detr¨¢s de ¨¦stas se halla un autor como Hamsun, a la vez tan complejo y profundo.
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