El Barcelona sentenci¨® la eliminator¨ªa en Vallecas
El Barcelona sentenci¨® la eliminatoria con el Rayo en Vallecas. Tras pasar serios apuros en la primera media hora de partido, un gol inesperado de Estella desinfl¨® al cuadro rayista y proporcion¨® la tranquilidad precisa a la defensa azulgrana. descolocada y sin sitio hasta entonces. La rapidez de Estella ante el marcaje de Benito result¨® fundamental y alter¨® en 180 grados el rumbo del encuentro. Schuster lleg¨® a tiempo a Vallecas y, aunque no arriesg¨® demasiado, esta vez le dio, al menos, por trotar y acreditar su innegable calidad en ocasiones.Con el recuerdo de que con rapidez se hab¨ªa fulminado al Atl¨¦tico en la anterior eliminatoria, el Rayo sali¨® lanzado tambi¨¦n ante el Barcelona intentando repetir la historia. Y lo cierto es que a punto estuvo de lograrlo de no haber fallado a ¨²ltima hora en los metros finales. Incluso puede echar parte de culpa a la fortuna, que se ali¨® con el equipo azulgrana en un disparo de Benito que peg¨® en el travesa?o, con Artola ya batido. Ya antes, D¨ªez, Robles y Marian, por dos veces, hab¨ªan llevado peligro al ¨¢rea barcelonista, entre el entusiasmo de una hinchada que comenzaba a creer en el nuevo milagro.
Fueron unos minutos de magn¨ªfico f¨²tbol rayista, que nac¨ªa en Robles, y que ten¨ªa continuidad en la velocidad de D¨ªez y, sobre todo, en la habilidad de Marian. Por ah¨ª se intuy¨® que pod¨ªa resolverse el encuentro a favor del Rayo. Olmo no es lateral y sigue sin la soltura precisa para vigilar de cerca a un extremo, y Migueli tampoco parece el hombre m¨¢s adecuado -cuesti¨®n de cintura- para frenar a un Marian que le desbord¨® con demasiada frecuencia en esa media hora de locura vallecana.
Si t¨¢cticamente ah¨ª quedaban reflejados los errores de Helenio Herrera, el fallo decisivo iba a corresponder a Eduardo Gonz¨¢lez, que esta vez no acert¨® a colocar el marcaje m¨¢s adecuado a un jugador de las caracter¨ªsticas de Estella, en continuo desmarque y con gran velocidad. Pendiente Fraile de Schuster, y Robles emparejado con Zuvir¨ªa, quedaba Benito para taponar a Estella. Benito es un jugador con buen manejo del bal¨®n, con cierta capacidad para subir arriba en busca de los puntas y voluntarioso en su labor de contenci¨®n, pero excesivamente lento. A Estella lo convirti¨® casi en supers¨®nico.
La suerte azu1gran¨¢ radic¨® en que cuando m¨¢s desbordado se ve¨ªa, Estella encontr¨® hueco por donde meterse. Entre eso y el despiste defensivo que propiciaban los cambios de posici¨®n de Simonsen, Ram¨ªrez y Esteban lleg¨® el gol y el cambio radical en la fisonom¨ªa del partido, casi al estilo Hulk. El Barcelona se creci¨®, y el Rayo se apag¨® y acus¨® el golpe, m¨¢xime cuaildo ya ven¨ªa tocado en su moral desde el domingo en Castell¨®n.
El segundo tiempo s¨®lo tuvo ya color azulgrana, aunque el equipo barcelonista nunca llegara a pasarse en exquisiteces -no es su costumbre-, pese a los dos nuevos goles. Schuster, que se hab¨ªa movido con su conocida comodidad, comenz¨® a verse m¨¢s libre y lanz¨® a Simonsen y Ram¨ªrez con precisi¨®n. El alem¨¢n parece programado en tres fases. La primera consta de limitarse a dar una vuelta por el c¨¦sped para ver desde buena posici¨®n el partido, tal como hizo en el Bernab¨¦u. ante el Castilla. La segunda es trotar un poco y dejar ver que es un formidable jugador, aunque con cuentagotas, lo que realiz¨® ayer en Vallecas. Y la tercera es jugar a tope, como suele hacer en la selecci¨®n, excepci¨®n hecha, al parecer, del ¨²ltimo partido contra Brasil. Lattek tiene trabajo psicol¨®gico con ¨¦l.
El gol de Simonsen y, por supuesto, el otro de Estella llegaron as¨ª entre la frialdad t¨¦cnica azulgrana y la desilusi¨®n de un Rayo entregado en esp¨ªritu, aunque siguiera buscando encauzar cuando menos el t¨®pico del gol del honor, que no pudo conseguir. Al amparo del resultado, la zaga azu1grana termin¨® asent¨¢ndose, y el t¨¦cnico vallecano concedi¨® descanso a Marlan y Paco para reservarlos ante el choque liguero del domingo en Vallecas, donde el equipo va a jugarse el ascenso. Para el Rayo, la nota positiva fue la reaparici¨®n de Diez en el extremo, que esta vez puso ganas y no se arrug¨®. Diez comenz¨® la temporada de forma espl¨¦ndida, pero luego una lesi¨®n le apart¨® del equipo y le volvi¨® reserv¨®n incluso en los entrenamientos.
En definitiva, eliminatoria resuelta para el Barcelona, que encontr¨® el gol salvador cuando no lo esperaba, y que a partir de ah¨ª s¨ª supo imponer ya su fr¨ªa superioridad sobre el Rayo.
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