El jurado se retira para decidir si el "destripado" mat¨® por placer o por enfermedad
El juicio de Peter Sutcliffe est¨¢ tocando a su fin. El juez Boreham se?al¨® que hoy mandar¨¢ retirarse al jurado para que llegue a un veredicto, concentr¨¢ndose, seg¨²n las recomendaciones del juez, en las declaraciones del principal testigo, el propio acusado. La defensa sigue manteniendo que Sutcliffe padece una enfermedad mental, esquizofrenia paranoica, mientras que el fiscal insiste en que Sutcliffe mat¨® por placer.
Peter Sutcliffe se ha confesado autor de la muerte de trece mujeres, aunque alega homicidio con atenuante, y no asesinato. El juez Boreham, en su resumen final del caso, ha se?alado que s¨®lo el propio Sutcliffe pod¨ªa decir al tribunal lo que estaba ocurriendo en su mente cuando, estaba matando a sus v¨ªctimas. Las pruebas son de dos, categor¨ªas, explic¨®: m¨¦dicas, de acuerdo con las opiniones de los psiquiatras sobre el estado mental de Sutcliffe, y de hecho.El jurado, seg¨²n el juez, debe ahora decidir si Sutcliffe minti¨® o no al hablar de su experiencia primaroa y traumatizante en un cementerio, cuando ten¨ªa diecinueve o veinte a?os de edad, y si se puede pensar que el acusado no enga?a a los m¨¦dicos al creer que oy¨® un mensaje del propio Dios.
Para que fuera v¨¢lida la alegaci¨®n de la defensa de que se trata de un caso de homicidio y no de asesinatos, ¨¦sta ten¨ªa que demostrar que Sutcliffe sufr¨ªa una enfermedad mental y no era responsable de sus acciones, explic¨® el juez al jurado, compuesto por seis mujeres y seis hombres, dando lectura a continuaci¨®n a un relato detallado de la muerte, entre julio de 1975 y noviembre de 1980, de las trece mujeres v¨ªctimas del destripador.
Poco antes, el abogado defensor, James Cadwin, explic¨® que la pauta de los ataques de Sutcliffe a las mujeres cambi¨® al creerse protegido, por Dios. La mujer de Sutcliffe, Sonia, estaba en los bancos normalmente reservados para la Prensa y, mirando fijamente al juez, escuch¨® al defensor decir que, o bien su marido hab¨ªa matado o atacado a todas esas mujeres porque quer¨ªa matarlas y disfrutaba haci¨¦ndolo, o bien otra explicaci¨®n era que, por alguna raz¨®n, ten¨ªa que matar. ?Esta raz¨®n?, dijo Cadwin, ?se basa en su enfermedad?.
El fiscal, sir Michael Havars, describi¨® a Sutcliffe como un hombre que hab¨ªa atacado a veinte mujeres, matando a trece de ellas no porque estuviera loco, sino porque disfrutaba haci¨¦ndolo.
Havars se?al¨® que Sutcliffe hab¨ªa conseguido convencer a los psiquiatras de que estaba loco porque los m¨¦dicos no hab¨ªan consultado para su diagn¨®stico a nadie, salvo al propio acusado. Si el jurado decide que Sutcliffe tiene una enfermedad mental y es autor de homicidios con atenuante, ¨¦ste pasar¨¢ diez a?os en un hospital, pero si decide que es puramente un asesino, Sutcliffe ser¨¢ condenado a cadena perpetua, treinta a?os en el Reino Unido.
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