Miembros de la Guardia Civil podr¨¢n formar parte del comando asaltante

Miembros de la Guardia Civil podr¨ªan ser los autores, junto con otras personas cuya identidad se desconoce, del asalto a la oficina principal del Banco Central en Barcelona, donde se encuentran secuestradas m¨¢s de cien personas. Esta sospecha, no confirmada por el Gobierno, es fruto de una serie de indagaciones llevadas a cabo a lo largo del d¨ªa de ayer por la polic¨ªa y otros estamentos oficiales y de las que tuvo conocimiento EL PAIS. La ¨²nica persona que manifest¨® p¨²blicamente esta posibilidad fue el concejal del Ayuntamiento de Barcelona, Justiniano Fern¨¢ndez (PSUC), quien dijo que algunos de los asaltantes podr¨ªan ser guardias civiles.

Las primeras sospechas sobre la posibilidad de que entre los integrantes de la banda terrorista s¨¦ encuentren miembros de la Guardia Civil comenzaron a cobrar fuerza despu¨¦s de producirse la primera comunicaci¨®n telef¨®nica entre la polic¨ªa barcelonesa y los asaltantes de la oficina principal del Banco Central, hecho ¨¦ste que ocurri¨® al poco tiempo de llevarse a cabo la ocupaci¨®n.Fuentes policiales de toda solvencia indicaron a este peri¨®dico que cuando el segundo jefe superior de Polic¨ªa de Barcelona (el titular se encontraba de viaje en ese momento) se puso en contacto por la ma?ana con los secuestradores, se identific¨® y pidi¨® a ¨¦stos que hicieran lo mismo. La persona que se encontraba al otro lado del tel¨¦fono parece, siempre seg¨²n las mismas fuentes, que dijo: ?Somos guardias?.

Esta primera apreciaci¨®n fue tomando cuerpo a medida que pasaban las horas y se conoc¨ªan nuevos detalles. Concretamente, la polic¨ªa comenz¨® a sospechar en serio cuando comprob¨® que entre las armas que poseen los secuestradores figuran fusiles Cetme y pistolas del nueve largo, armamento este que utiliza habitualmente la Guardia Civil, al Igual que las Fuerzas Armadas y la Polic¨ªa Nacional.

Tambi¨¦n llam¨® la atenci¨®n policial algunos p¨¢rrafos del comunicado donde los terroristas exponen sus exigencias, sobre todo cuando hacen alusi¨®n al golpista Antonio Tejero, al que llaman ?h¨¦roe?. y ?nuestro teniente coronel?. Otro aspecto importante que daba solidez a las apreciaciones policiales y que descartaba de alguna forma el hecho de que los asaltantes pertenecieran a una organizaci¨®n terrorista conocida ha sido el comportamiento de ¨¦stos, que, en opini¨®n de algunos observadores, fue durante todo el d¨ªa de ayer riguroso, fr¨ªo y propio de personas habitualmente sometidas a disciplina militar. Al parecer, los secuestradores se llaman entre s¨ª por n¨²meros.

El Gobierno, sin embargo, al cierre de esta edici¨®n no hab¨ªa revelado p¨²blicamente, ni a trav¨¦s del Ministerio del Interior ni de la Direcci¨®n General de la Guardia Civil, la identidad del grupo asaltante.

En algunos sectores pol¨ªticos se interpretaba esto ¨²ltimo como un intento del Ejecutivo de dejar pasar las horas y as¨ª impedir probables acciones de solidaridad. No obstante, en medios oficiales se apuntaba que exist¨ªan grandes dificultades para conectar con los secuestradores.

Un detalle que llam¨® poderosamente la atenci¨®n de los observadores fue la presencia ayer por la tarde en la plaza de Catalu?a del jefe de la IV Zona de la Guardia Civil (Barcelona), general Camilo Pajuelo, a quien acompa?aban su comandante ayudante y el teniente coronel de Estado Mayor del Instituto en Barcelona. Este general, acompa?ado de su ayudante y del comisario Mosquera, jefe superior de polic¨ªa de Barcelona, se acerc¨® a la puerta del Banco Central y convers¨® con uno de los secuestradores.

Las fuentes consultadas por este peri¨®dico manifestaron que, si no eran guardias civiles los asaltantes de la citada entidad bancaria, les extra?aba mucho que altos mandos de la Guardia Civil fueran quienes intentaran, en compa?¨ªa del jefe superior de Polic¨ªa, negociar con los secuestradores. ?En todo caso?, a?adieron, ?la persona id¨®nea, si fueran simples terroristas, ser¨ªa el coronel-jefe de la Polic¨ªa Nacional, cuerpo que tiene competencias y atribuciones dentro de la ciudad?.

El director de El Alc¨¢zar, Antonio Izquierdo, recibi¨® ayer una llamada telef¨®nica en su despacho, de una persona an¨®nima, quien, tras gritar ??Viva Espa?a!?, manifest¨® que los ocupantes del Banco Central eran miembros de la Guardia Civil. Izquierdo indic¨® a este peri¨®dico, que era la voz de una persona joven, que colg¨® inmediatamente despu¨¦s de emitir su mensaje, y a?adi¨® que no pod¨ªa precisar si se trataba de una conferencia telef¨®nica o de una llamada hecha desde Madrid.

En cuanto a la posible identidad de los asaltantes, caso de que fueran guardias civiles, fuentes pr¨®ximas al Ministerio del Interior se?alaron que por los resultados obtenidos a lo largo de todo el d¨ªa de ayer se pod¨ªa afirmar que entre los ocupantes del Banco Central no se encontraba ninguno de los guardias civiles que secundaron al teniente coronel Tejero en el asalto al Congreso. Tambi¨¦n a?adieron que se hab¨ªan hecho comprobaciones entre los efectivos pertenecientes a la IV Zona (Barcelona), que suman 3.000 hombres.

Europa Press inform¨® despu¨¦s de la medianoche que los asaltantes del Banco Central se encuentran, al parecer, organizados en tres comandos, que cuentan, a su vez, con sendos jefes que reciben ¨®rdenes de una persona que, seg¨²n todos los indicios, es la que coordina y dirige la operaci¨®n. Esto coincide con algunos detalles aportados abste peri¨®dico por fuentes de la Administraci¨®n central en el sentido de que los miembros de estos comandos emplean en su comunicaci¨®n un lenguaje que puede ser calificado de paramilitar y hacen gala de una gran disciplina, especialmente por parte del cabeza de grupo, que, a juicio de los rehenes liberados, denota cierto aire marcial.

Efe, por su parte, inform¨® que los secuestradores podr¨ªan formar parte de un comando especialmente preparado para esta operacion, cuyos componentes podr¨ªan haber sido reclutados con esta expresa finalidad. Los asaltantes tienen cubiertos sus rostros con capuchas, disponen de pastillas alimenticias y act¨²an organizadamente, aspectos estos que resultan muy sospechosos.