El Gobierno crey¨® hasta ¨²ltima hora que entre los asaltantes hab¨ªa guardias Civiles

El Gobierno y los principales estamentos oficiales de este pa¨ªs barajaron, durante las 37 horas que dur¨® la ocupaci¨®n del Banco Central en Barcelona, como principal hip¨®tesis la posibilidad de que la banda armada que protagoniz¨® el asalto estuviese compuesta por elementos de extrema derecha y efectivos de la Guardia Civil. Esta sospecha, corroborada por uno de los rehenes liberado, fue transmitida de forma oficiosa por distintas fuentes de la Administraci¨®n, y no se descart¨® hasta que no fueron detenidos los rehenes y comprobada su identidad.

Las sospechas cobraron fuerza a ra¨ªz de una conversaci¨®n telef¨®nica que, al parecer, sostuvo el segundo jefe superior de Polic¨ªa de Barcelona con uno de los asaltantes, quien siempre seg¨²n la versi¨®n ya publicada por este peri¨®dico, afirmo que eran guardias. Tambi¨¦n llamaron la atenci¨®n de los investigadores algunos p¨¢rrafos del texto donde los asaltantes expon¨ªan sus exigencias, especialmente cuando hacian referencia al golpista Antonio Tejero, a quien llamaban ?nuestro teniente coronel? y ?h¨¦roe?.Otros detalles al respecto y que fueron recogidos para la construcci¨®n de la hip¨®tesis barajada por el Gobierno son los siguientes: el hecho de que uno de los asaltantes se dirigiera a uno de sus compa?eros llam¨¢ndole ?mi primero?, expresi¨®n esta empleada en la vida militar, y las declaraciones del jefe del servicio de urgencia del Hospital Cl¨ªnico de Barcelona, doctor Antoni Borr¨¢s, en el sentido de que uno de los rehenes liberados le comunic¨® que hab¨ªa o¨ªdo decir a uno de los asaltantes que era guardia civil. La posibilidad de que entre los ocupantes de la citada entidad bancaria hubiera guardias civiles la apunt¨® asimismo, en declaraciones a la Prensa, el concejal del Ayuntamiento de Barcelona Justiniano Ferp¨¢ndez (PSUC).

Aunque el Gobierno de forma oficial nunca confirm¨® o desminti¨® esta posibilidad durante las horas de ocupaci¨®n, la presencia de altos mandos de la Guardia Civil, cuerpo que no tiene competencias para asuntos de esa ¨ªndole en las grandes ciudades, reforzaba las primeras opiniones sobre la identidad de los asaltantes.

Uno de los detalles que llam¨® la atenci¨®n de los observadores fue la presencia en la plaza de Catalu?a poco ante! de las siete de la tarde del s¨¢bado, del jefe de la IV Zona de la Guardia Civil (Barcelona), general Camilo Pajuelo, a quien acompa?aban su comandante ayudante y el te?iente coronel de Estado Mayor de dicha zona. El general Pajuelo, junto con su ayudante y el jefe superior de Polic¨ªa de Barcelona, comisario Mosquera, se acerc¨® a la puerta del banco y, dialog¨® durante unos minutos con los secuestradores.

La agencia Efe, por su parte, facilit¨® el domingo por la ma?ana una informaci¨®n en la que se afirmaba que hab¨ªa sido identificado como uno de los asaltantes el capit¨¢n de la Guardia Civil Gil S¨¢nchez Valiente, el ¨²nico oficial golpista que pudo huir al extranjero tras el 23 de febrero. La supuesta participaci¨®n de S¨¢nchez Valiente motiv¨® unas declaraciones del ministro de Defensa, Alberto Oliart, en Vitoria, quien dijo que este oficial de la Guardia Civil hab¨ªa sido detectado d¨ªas pasados en Andorra, y que el Gobierno ten¨ªa conocimiento de que se pod¨ªa producit una acci¨®n de este tipo.

La duda alcanz¨® tambi¨¦n al propio director de la Guardia Civil, general Aramburu Topete, quien viaj¨® a Barcelona a primera hora del domingo para integrarse al mando operativo que dirig¨ªa el intento de rescate. Aramburu, seg¨²n inform¨® Europa Press, declar¨®, saliendo al paso de las informaciones que se?alaban que exist¨ªan guardias civiles en el interior del banco, lo siguiente: ?En cualquier caso, habr¨ªa que hablar de ex guardias civiles, ya que cualquier guardia civil que hubiera entrado en el Banco Central formando parte del grupo de asaltantes dej¨® de pertenecer al honroso cuerpo en el mismo momento de hacerlo?.

La confusi¨®n sobre la identidad de los asaltantes fue mayor cuando el general de la Guardia Civil, en situaci¨®n de retiro especial, Manuel Prieto, en declaraciones a Radio Granada, habl¨® de la existencia desde 1971 de un grupo llamado Centuria amarilla, de quien dec¨ªa que, a trav¨¦s del tiempo, ?se ha transformado en algunos de los que han hecho la monstruosidad? del asalto. Una tanqueta.de la Guardia Civil, situada el domingo frente a la puerta principal del Banco Central, contribuy¨® asimismo a aumentar las sospechas que desde el d¨ªa anterior circulaban por los despachos de los principales cargos de la Administraci¨®n. Dentro de la tanqueta y provisto de meg¨¢fono se encontraba el teniente coronel Campos, a quien, por su conocimiento de S¨¢nchez Valiente, se le hab¨ªa encomendado la misi¨®n de entrar en contacto con el supuesto segundo jefe del asalto.

La falta de ¨ªnformaci¨®n durante las 37 horas en que dur¨® la ocupaci¨®n y algunas versiones oficiosas sobre el comportamiento de los asaltantes, entre ellas la que apuntaban que estos se comunicaban en un lenguaje paramilitar y eran dirigidos por una persona con cierto aire marcial, crearon gran confusi¨®n y contribuyeron a mantener la sospecha sobre la Guardia Civil entre importantes sectores de la opini¨®n p¨²blica que, a lo largo del tiempo transcurrido desde el asalto hasta la liberaci¨®n de los rehenes, siguieron a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n el desarrollo de los acontecimientos.

La operaci¨®n de rescate, dirigida desde el plano pol¨ªtico por el ministro Juan Jos¨¦ Ros¨®n y desde el lugar de los hechos por el director general de la Polic¨ªa, Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez Dopico, result¨®, a juicio de distintos observadores, un ¨¦xito en cuanto al rescate de los rehenes, misi¨®n encomendada a los GEO, pero un fracaso en cuanto a la identificaci¨®n del grupo asaltante en las horas del secuestro.

El hecho de que durante 37 horas el director general de la Polic¨ªa, Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez Dopico, no hubiera aportado indicios suficientes para empezar a descartar la posibilidad de que existieran guardias civiles entre los asaltantes, habida cuenta de que a las 20.15 horas del s¨¢bado ya hab¨ªan sido puestos en libertad 31 rehenes, contin¨²a siendo una inc¨®gnita. Fuentes solventes se?alaron ayer a este peri¨®dico que del testimonio que pudieran haber aportado estos testigos -muchos de los cuales, al parecer, no pasaron por comisar¨ªa- se pod¨ªa haber sacado una m¨ªnima informaci¨®n sobre los asaltantes.

A este respecto se cita como ejemplo el hecho de que algunos de los asaltantes vistieran trajes viejos y usados y otros calzaran botas cubanas, muchas de ellas sucias, vestimenta esta impropia, a juicio de las fuentes informantes, de hombres al servicio de un cuerpo tan riguroso y met¨®dico, como la Guardia Civil.

Incluso desde estas fuentes no se comprende c¨®mo sobre las ocho de la ma?ana del domingo, liberados ya 85 rehenes, quienes en casos como ¨¦ste habitualmente son interrogados, llegue a Barcelona el director general de la Guardia Civil, acompa?ado del jefe del Estado Mayor del citado instituto, indicio que hace sospechas que se manten¨ªa la hip¨®tesis de que entre los asaltantes hubiera guardias civiles.

Otras fuentes pr¨®ximas a estamentos oficiales indicaron ayer que existi¨® siempre una gran confusi¨®n sobre los autores del asalto, confusi¨®n que era palpable en la comunicaci¨®n existente desde el centro de operaciones de la plaza de Catalu?a y el Ministerio del Interior, en donde hasta ¨²ltima hora, cuando ya fueron identificados los secuestradores, no se supo la identidad real de los asaltantes.

Sin embargo, son muchos los interrogantes que existen acerca del caso (procedencia del armamento, manifestaciones de un portavoz del Ministerio del Interior sobre la presencia en el edificio del capit¨¢n S¨¢nchez Valiente, -como n¨²mero dos de la operaci¨®n., origen anarquista de algunos de los asaltantes y n¨²mero de miembros del comando, entre otros, por lo que se barajan muchas hip¨®tesis.