Un programa televisado
El programa de la serie Objetivo ?Per¨², de los Andes a la selva? retransmitido el pasado martes, ha suscitado comprensibles reacciones entre peruanos y espa?oles conocedores del pa¨ªs: distorsi¨®n de situaciones, ignorancia hist¨®rica t¨®picos de imagen, abuso de confianza, vejamen gratuito e incongruencia pol¨ªtica frente a un pueblo como el peruano y a su Gobierno, abrumadoramente electo. No se alcanza a comprender lo que se pretende con esa trivialidad en el manejo de temas centenarios y superficialidad de percepci¨®n de una cultura hist¨®rica.El Cuzco, Machu-Picchu, la plaza de Armas de Lima o el cambio de guardia del palacio Pizarro han sido ya tan fotografiados y filmados por profesionales, aficionados y turistas que resulta trivial volver sobre ellos si no es para mostrar o dejar intuir algo nuevo a su respecto. En particular, la parte dedicada a Lima est¨¢ fuera de contexto de acuerdo al propio t¨ªtulo de Andes y selva. De todo los Andes se ha limitado a las archimanidas tomas parciales de los escalones de Machu-Picchu y plaza del Cuzco, para informar oralmente de unos problemas sociales que la c¨¢mara no recoge. De toda la selva no ha pasado del obligado tour tur¨ªstico de Iquitos, con su Casa de los Azulejos, sus indios de cerbatana y su aldea lacustre -que costaba hace poco cien d¨®lares por persona-, resaltando, eso s¨ª, la falta de alcantarillado y suciedad del Amazonas. (?No firmar¨ªamos ahora mismo que cualquiera de los r¨ªos espa?oles se limitase a una contaminaci¨®n cien veces mayor que aqu¨¦lla?)
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Molestara un amigo de Espa?a como Fernando Bela¨²nde con preguntas de escuela primaria sobre la herencia espa?ola no se paga insertando a continuaci¨®n la acre opini¨®n antigubernamental de un periodista militante en un partido de oposici¨®n que obtuvo una min¨²scula y descalificadora proporci¨®n de votos populares; menos a¨²n preguntando a los estudiantes si es cierto que la polic¨ªa carga contra ellos cuando protagonizan des¨®rdenes o a las feministas si la mujer campesina est¨¢ dominada por el var¨®n. Para encontrar respuestas positivas a tan originales preguntas no hace falta salir de la Pen¨ªnsula, m¨¢xime si no se va a filmar all¨ª ninguna escena que las atestig¨¹e y permita compararlas con las nuestras.
Es de lamentar, en fin, el flaco servicio que se hace con todo ello a nuestra pol¨ªtica latinoamericana, no a la de este Gobierno en particular, sino a la tradicional del Estado espa?ol desde M¨¦ndez N¨²?ez. Y como no cabe pensar que ¨¦se sea el inter¨¦s de los directivos de la aut¨®noma RTVE, habr¨¢ que achacarlo a simple error administrativo de no saber a qui¨¦n se le encargan ciertos programas de relevancia pol¨ªtica o confundirlos con una secuencia m¨¢s de 300 millones. Esperemos que alguien aproveche la lecci¨®n y se env¨ªe a hacer programas de esta ¨ªndole a quienes tengan, adem¨¢s de ganas de moverse fuera de los c¨®modos circuitos tur¨ªsticos para norteamericanos, criterios objetivos de tratamiento tem¨¢tico y la necesaria informaci¨®n previa./
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