"El Gobierno tiene que recuperar credibilidad"

Para Miguel Roca, portavoz de la Minor¨ªa Catalana, ?lo que est¨¢ detr¨¢s de este secuestro es una operaci¨®n de descr¨¦dito del sistema democr¨¢tico, de demostraci¨®n de que la democracia no es transparente, no informa y no sabe defenderse?. Seg¨²n el diputado catal¨¢n, para combatir esta estrategia internacional del terrorismo s¨®lo hay una v¨ªa eficaz: la in Formaci¨®n veraz, constante, prudente y sin ning¨²n tipo de concesi¨®n a la presi¨®n ambiental?.El presidente del Gobierno le respondi¨® reconociendo la ausencia de informaci¨®n, si bien adelant¨® que ¨¦sta se producir¨ªa ?en los pr¨®ximos d¨ªas o en las pr¨®ximas semanas. La inseguridad informativa?, a?adi¨®, ?obedece a que las decenas de interrogatorios efectuados a centenares de rehenes han resultado extraordinariain ente divergentes?.

Antonio Carro, de Coalici¨®n Democr¨¢tica, se pregunt¨®: ??Qu¨¦ hacemos en este Parlamento??. ?Esta C¨¢mara est¨¢ creada para legislar y quiz¨¢ tambi¨¦n para representar al pueblo?. El tono de duda de Antonio Carro respecto a la representaci¨®n popular de los diputados indign¨® hasta a sus propios compa?eros de filas. Mientras Senillosa abandonaba el hemiciclo con evidentes muestras de disgusto, Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza reflejaba, mediante su gesto serio y preocupado, una escasa aprobaci¨®n a las palabras de Carro.?Aqu¨ª no estamos legislando, y un ¨®rgano soberano que se limita a quejarse y a protestar, lo que hace es patentizar nuestra propia impotencia?, prosigui¨® Carro. Despu¨¦s se refiri¨® a la Guardia Civil como un cuerpo de ?acreditado valor, inmarchitado honor, historial centenario de valios¨ªsimos servicios a la patria y a sus ciudadanos y que tiene por c¨®digo a la Constituci¨®n?.

Poco despu¨¦s, Antonio de Seni

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llosa comentar¨ªa a EL PA?S los motivos de su desacuerdo con Antonio Carro: ?La Guardia Civil?, dijo, ?es una instituci¨®n muy honorable mientras no se demuestre lo contrario, y yo ser¨ªa el primero en apuntarme a un homenaje a este cuerpo; pero este tipo de elogios ditir¨¢mbicos, cuando hace tres meses fue un grupo de guardias civiles quienes humillaron tremendamente a los diputados, y cuando a¨²n pesa sobre todos el tr¨¢gico recuerdo del suceso de Almer¨ªa, me parecen sencillamente inoportunos?.

El portavoz comunista Jordi Sol¨¦ Tura mostr¨® la sensaci¨®n, existente al final del asalto, de que por fin se podr¨ªa hablar bien del Gobierno, hasta que las primeras explicaciones oficiales eclipsaron los efectos beneficiosos del desenlace feliz, porque daban la sensaci¨®n de que se escamoteaba el fondo del problema y sembraban la incredulidad entre la gente.As¨ª, Sol¨¦ Tura se pregunt¨® si al igual que el 23 de febrero hubo negociaciones y quedaron guardias civiles en libertad, no habr¨ªa pasado, lo mismo, y dijo que debe aclararse esto totalmente para sembrar la tranquilidad, ya que es muy arraigada la sensaci¨®n de que estamos en un pa¨ªs donde todo es posible y la democracia est¨¢ en peligro.

El portavoz comunista a?adi¨® que no se pueden desvincular los hechos de Barcelona del comienzo de la Semana de las Fuerzas Armadas, y precis¨® que en este sentido est¨¢ claro lo que ped¨ªan los asaltantes. Tampoco debe eludirse que el n¨²mero uno del comando es conocido en Barcelona como provocador y confidente. Se pregunt¨® qu¨¦ ha ocurrido con el n¨²mero dos, si es el muerto, y en cuanto al n¨²mero de armas dijo que, por amigos suyos que estuvieron dentro, le consta que cada asaltante ten¨ªa al menos dos.

Sigui¨® preguntando por qu¨¦ antes de la acci¨®n de los GEO los asaltantes renunciaron a una protecci¨®n tan importante para ellos como eran los rehenes, si ello entraba en alg¨²n pacto, y si era cierto lo manifestado por un abogado a la Prensa, en el sentido de que un asaltante dijo que no dejaban entrar en el banco al general Palacios, de la Guardia Civil, porque era posible que los reconociera.

El presidente respondi¨® que no hubo ning¨²n tipo de acuerdo en el Final del asalto, ni se intent¨®. A?adi¨® que si hubo un pacto, el 23 de febrero, cuando ¨¦l a¨²n no era presidente, el Gobierno no se siente vinculado al mismo, ni tampoco la. autoridad judicial, porque hab¨ªa unas circunstancias de coacci¨®n que lo invalidan.

Ernest Lluch, de Socialistas de Catalu?a, dijo que existe inquietud entre la opini¨®n p¨²blica, y falta de explicaci¨®n de una visi¨®n m¨¢s amplia sobre la trama negra que est¨¢ bajo estos acontecimientos. As¨ª, se hizo eco de las manifestaciones no desmentidas del general Prieto sobre los llamados comandos o centurias amarillas y la falta de control de los ultraderechistas Royuela y Garc¨ªa Rodr¨ªguez.A?adi¨® que compa?eros suyos de partido o sindicato que estuvieron entre los rehenes han corroborado un n¨²mero de asaltantes del orden del que dan las informaciones oficiales, y mostr¨® su extra?eza de que el director de la polic¨ªa no pudiera distinguir el comportamiento de los asaltantes, aunque algunos de ellos conservaran influencias militares, porque parece cierto que coincidieron en el curso 109 de la Brigada Paracaidista.

?Aqu¨ª hay un acoso al Estado democr¨¢tico perfectamente organizado?, resalt¨® Felipe Gonz¨¢lez en su intervenci¨®n durante el debate parlamentario que ha suscitado el asalto a la oficina principal del Banco Central en Barcelona. El l¨ªder socialista abog¨® por un compromiso amplio y firme para defender las amenazadas libertades.El secretario general del PSOE se?al¨® que el fallido golpe de Estado debe ser considerado como un hecho pol¨ªtico grave, y los sucesos del 23 de mayo, como ?un hecho pol¨ªticamente m¨¢s ignominioso?.

Felipe Gonz¨¢lez opin¨® que los asaltantes quer¨ªan crear un estado de confusi¨®n en instituciones mili tares asentadas en una determina da regi¨®n. ?Hay una trama negra?, prosigui¨®. ?Aqu¨ª hay una conspiraci¨®n de enemigos de las libertades que pretenden acabar con la democracia. Esta trama debe ser descubierta, y el protagonista en el esfuerzo clarificador tiene que ser el Gobierno y tiene que decir que est¨¢ dispuesto a llegar al fondo y abortar sus pretensiones. En esta trama negra hay civiles implicados que no han sido castigados?.

El dirigente socialista se interrog¨® por las razones que motivaron los ocupantes de la oficina bancaria barcelonesa a dar un plazo de 72 horas para que sus exigencias fuesen atendidas. Se pregunt¨® Felipe Gonz¨¢lez si en el plazo antes mencionado estaba preparada otra operaci¨®n desestabilizadora. ?Hay un plan premeditado, para hundir al Estado democr¨¢tico?, y continuo: ?Hay que decirlo con claridad ?.

El presidente del Gobierno replic¨® a las palabras anteriores puntualizando que todo lo que hab¨ªa se?alado Felipe Gonz¨¢lez ya hab¨ªa sido dicho con anterioridad. Calvo Sotelo indic¨® que ?el presidente del Gobierno ya ha manifestado que este no es un hecho aislado. Tambi¨¦n se dijo, poco despu¨¦s de finalizar los sucesos de Barcelona, que los hechos apuntaban a la implicaci¨®n de la extrema derecha?.

Leopoldo Calvo Sotelo indic¨® que el Gobierno sabe que la democracia est¨¢ amenazada por la extrema izquierda y la extrema derecha, y ?est¨¢ tan dispuesto como el l¨ªder de la oposici¨®n a defender la democracia. La primera respuesta ha sido detener a los asaltantes del Banco Central, y no vacilar¨¢n en ir al esclarecimiento de este suceso y, por supuesto, del golpe de Estado del 23 de febrero?.

Felipe Gonz¨¢lez respondi¨®, a su vez, al presidente del Gobierno y lament¨® la jocosidad con que este ¨²ltimo enjuici¨® su intervenci¨®n inicial. ?Sinceramente pienso que entre lo que yo he dicho y lo que usted ha relatado hay algunas diferencias de contenido, pero me alegro que estemos de acuerdo en transmitir a los ciudadanos que hay un plan contra el Estado democr¨¢tico y que estamos dispuestos a combatir ese plan?.

El debate se cerr¨® con una intervenci¨®n final de Leopoldo Calvo Sotelo, quien precis¨® que el Gobierno conoce el acoso a la democracia y est¨¢ dispuesto a luchar contra ¨¦l.