Ambiente popular en Barcelona

ENVIADO ESPECIALEl aeropuerto engalanado con banderas, encastadas en el escudo nacional. En el centro la de Espa?a flanqueada por las de Catalu?a y Barcelona. Esos mismos motivos se repiten tambi¨¦n en las grandes avenidas y, en los autobuses municipales. Colgaduras en los edificios p¨²blicos y en los balcones de los vecinos.

Uniformes en los paseos. Cadetes del Ej¨¦rcito, de la Armada, de la Aviaci¨®n. Soldados de las distintas unidades que han de participar en los actos de hoy y en la parada militar de ma?ana. Paracaidistas y miembros de las unidades especiales. Todos enguantados y encorbatados, seg¨²n marcan las nuevas normas de uniformidad, salvo los legionarios y los soldados del Tabor de Reaulares, ¨²ltimo representante del Ej¨¦rcito de las plazas de soberan¨ªa en Africa.

Fuerte concurrencia popular en las exposiciones montadas con ocasi¨®n de la Semana de las Fuerzas Armadas, que se ha venido celebrando en Barcelona. Y el calor del aplauso en las demostraciones de la Polic¨ªa Nacional en la plaza de toros con ejercicios de adiestramiento sobre motocicletas, a caballo y con perros, para deleite de la chiquiller¨ªa.

Visible dispositivo de seguridad alrededor de los itinerarios oficiales. Compa?¨ªas de la Reserva General para reforzar los efectivos de la ciudad. Y los escoltas de autoridades y ministros con discretos distintivos en los ojales de sus chaquetas: botones dorados, azules, estrellas sobre diversos fondos, etc¨¦tera.

Motoristas municipales abriendo caravana con sus sirenas a los veh¨ªculos del Rey, del presidente de la Generalidad y de sus s¨¦quitos. Las gentes de toda condici¨®n, sin equ¨ªvoco alguno, agolpadas en las ramblas frente al gran teatro del Liceo, para ver la llegada de los Reyes. Y as¨ª en todos los actos del programa fijado para su estancia en esta ciudad.

En breve, ambiente de fiesta. La Prensa catalana subrayaba en sus editoriales de ayer el agradecimiento a los Reyes y recordaba que con su viaje de hace cinco a?os abrieron el camino a las realidades auton¨®micas presentes y que con su actitud el 23 de febrero se han ganado el t¨ªtulo de defensores de la democracia.

Jordi Pujol queda satisfecho porque al fin se abri¨® paso la racionalidad y el viaje de los Reyes a Barcelona se realiza dejando constancia p¨²blica de la relevancia que tiene la Generalidad, m¨¢xima instituci¨®n del autogobierno catal¨¢n y el Ayuntamiento de la ciudad, que hoy recibir¨¢ la visita de los Monarcas.

Y todo ello en un clima lleno de gestos de profunda significaci¨®n que han de contribuir positivamente a disipar los temores sembrados en torno a la autonom¨ªa catalana. As¨ª, por ejemplo, el, intercambio de banderas espa?olas entre el presidente Pujol y el teniente aeneral Alfaro Arregui est¨¢ llamado a tener un fuerte impacto.