Un mar de sotanas
Varsovia fue el pasado domingo un mar de sotanas, reunidas para acompa?ar los restos mortales del primado de la Iglesia polaca, cardenal Stefan Wyszynski, ante cuyos restos desfilaron durante tres d¨ªas unas 300.000 personas, que hicieron las colas m¨¢s grandes que se recuerdan en Polonia.Purpurados cardenales, sacerdotes con roquetes blancos, monjas de todas las ¨®rdenes, altos funcionarios del partido con gesto grave, ,j¨®venes con las letras EA colgadas, lo que significa elemento antisocialista, y otros con camisetas en las que ped¨ªan ?libertad para los presos pol¨ªticos?; el presidente de Solidaridad, Lech Walesa, esta vez excepcionalmente en segundo plano, todos reunidos acompa?aron el f¨¦retro del cardenal Wyszynski desde la iglesia de Ips carmelitas hasta la plaza de la Victoria, en Varsovia.
"No hay un hombre capaz de sucederle"
El ata¨²d de Wyszynski, de madera clara, estaba justo en l¨ªnea recta con la tumba del soldado desconocido, y llevaba sobre una simple chapa de metal negro el texto ?Cardenal Stefan Wyszyriski, vivi¨® 79 a?os. Muri¨® el 28 de mayo de 1981 ?. En las colas que desfilaron ante el ata¨²d cerrado en la iglesia de los carmelitas, la del seminario de Varsovia, hab¨ªa gentes de todas las edades con expresi¨®n de dolor, algunos ojos enrojecidos, pero sin gestos de histerismo. Un hombre comentaba que Wyszynski ?era un gran patriota, que quer¨ªa el orden, especialmente en esta situaci¨®n dificil por la que pasamos. Sin ¨¦l habr¨ªa habido luchas fratricidas cruentas. El consigui¨® la reconciliaci¨®n de todos. No hay un hombre capaz de sucederle?.
En el momento del entierro, una pancarta que cubr¨ªa toda la calle, llevada por unos obreros con el brazalete de Solidaridad, dec¨ªa: ?Un padre, un pastor y un primado as¨ª lo concede Dios una vez cada mil a?os?.
La televisi¨®n polaca retransmiti¨® toda la ceremonia del entierro y los funerales durante cinco horas.
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