Presupuestos insuficientes para el pa¨ªs m¨¢s monumental del Mediterr¨¢neo

El presupuesto del Estado italiano en lo que se refiere a las actividades de arte y cultura se eleva este a?o a 41.000 millones de pesetas, lo que equivale a menos del 0,16 % del presupuesto general del Estado. Este presupuesto ha aumentado muy poco con relaci¨®n al presupuesto del a?o pasado. Se trata de una de las cifras m¨¢s bajas que la Administraci¨®n del Estado dedica a actividades de tipo p¨²blico, en un pa¨ªs en el que la vida art¨ªstica es la principal riqueza hist¨®rica.
Tanto medios ministeriales como intelectuales no unidos a la Administraci¨®n se quejan de que en un pa¨ªs como Italia, que es un museo hist¨®rico y que ha constituido siempre una cantera de arte, se dediquen tan pocos recursos -?tan s¨®lo unas migajas?- a este sector del arte. Como consecuencia de todo ello, aut¨¦nticas obras de arte, zonas arqueol¨®gicas y monumentos ¨²nicos en el mundo se est¨¢n desmoronando y desaparecen por la incuria oficial.Todo lo referente al arte y la cultura, excluido el presupuesto del Ministerio de Ense?anza, est¨¢ repartido entre los ministerios de Bienes Culturales y Ambientales y Patrimonio Art¨ªstico y Ambiental. En el campo del patrimonio art¨ªstico se han destinado para bibliotecas p¨²blicas estatales cuatrocientos millones de pesetas; para las bibliotecas p¨²blicas no estatales, setenta millones de pesetas; para academias, clubes y otros entes culturales, setenta millones de pesetas; para la manutenci¨®n de museos y galer¨ªas de arte, mil millones de peetas; seiscientos millones de pesetas para conservaci¨®n de zonas arqueol¨®gicas; 4.000 millones de pesetas para la restauraci¨®n y catalogaci¨®n de obras de arte antiguas del Estado, y para otras obras no estatales, 1.300 millones de pesetas; para restauraci¨®n de monumentos arqueol¨®gicos antiguos, setecientos millones. Adem¨¢s, hay otras cantidades de menor cuant¨ªa destinadas a adquisiciones de obras de arte antiguas y libros.
El Ministerio de Bienes Culturales y Ambientales tiene un presupuesto, pendiente de aprobaci¨®n, de 36.000 millones de pesetas.
La cultura italiana padece todos los defectos de la pol¨ªtica
Italia, que ha sido siempre considerada como uno de los pueblos m¨¢s creativos del mundo, est¨¢ atravesando una grave crisis cultural y art¨ªstica.Alguien ha llegado a preguntarse si es verdad que este pa¨ªs, que regal¨® al mundo desde la radio hasta la pizza penetrando hasta la aldea m¨¢s escondida y perdida del mundo, se est¨¢ apagando como fuente de energ¨ªa genial porque no produce nueva cultura. Est¨¢n en crisis el cine, la poes¨ªa, la pintura. Todo. Aumenta s¨®lo la desconfianza. Se vive de rentas. Italia, hoy, importa m¨¢s cultura de la que exporta.
Seg¨²n los radicales y la izquierda m¨¢s viva, existe una raz¨®n para esta par¨¢lisis, que es m¨¢s aparente que real. Desde hace casi cuarenta a?os, afirman, el r¨¦gimen democristiano, que se ha identificado indebidamente con el Estado, ha bloqueado la verdadera creatividad. Ha cerrado el grifo a todo lo que significa ayuda al arte en un pa¨ªs que es famoso por el derroche del gasto p¨²blico.
Los democristianos, se afirma, no son capaces ni de producir cultura ni de dejarla crecer. No por cuasualidad toda la inteligencia cultural y art¨ªstica italiana es abiertamente laica y de izquierdas.
El momento actual de la cultura padece todos los defectos de la pol¨ªtica: desde la mafia hasta el famoso elientelismo democristiano han infestado el mundo cultural. No hay espacio para los j¨®venes escritores, para los pintores que empiezan, para quien no tiene un padrino. Y, sin embargo, este pa¨ªs sigue teniendo potencialmente, dentro, en su entra?a m¨¢s profunda, el gusto y el sentido y la pasi¨®n por el arte, por lo nuevo, por lo que es genio y ruptura con los c¨¢nones. Es aut¨¦nticamente laico, es decir, sin dogmas y sin prejuicios.
Se asegura que en Italia hay tantos poetas como ciudadanos. Las casas editoriales reciben cada d¨ªa toneladas de manuscritos de literatura de gente an¨®nima. A EL PAIS han asegurado que existe la certeza que en esos sacos de novelas y de libros de poes¨ªa hay cosas geniales. Pero ni se leen. La perversa l¨®gica econ¨®mica y la mafia cierran el camino al que es desconocido. S¨®lo quien remonta la fama puede tener el carri¨¦ para seguir creando.
Hay miles de j¨®venes que se ofrecen a las autoridades para restaurar obras de arte de este pa¨ªs, que es un museo, y cada rinc¨®n, un capolavoro. Aqu¨ª el arte se ve hasta en las trattor¨ªas, en los escaparates, en los mendigos. Es arte la luz de Roma, y el agua de Venecia, y el juego de los ni?os. Aqu¨ª no hay un italiano que no haya comprado unos pinceles y una tela: desde la mujer de su casa hasta Fanfani, presidente del Senado. Ayer, un vendedor de instrumentos para quir¨®fanos, edad, 33 a?os; sueldo, 200.000 pesetas mensuales, vino a preguntarme, con una ternura muy italiana: ??Cu¨¢nto podr¨ªa ganar haciendo un libro de poes¨ªas??. Me ense?¨® algunas. Eran poes¨ªas de amor.
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