Bellos y solitarios
?Bellos y solitarios? era una serie de entrevistas, quiz¨¢ un libro ?nuevo periodismo?, que yo alguna vez pens¨¦ hacer entrevistando a una docena de famosos, bellos, solitarios y distinguidos, disidentes sexuales espa?oles, sin entrar en el tema, pero dejando claro por el contexto de qu¨¦ iba la cosa.Esta idea se la regal¨¦ una vez a Antonio Asensio y ahora veo que la realiza Vale a su manera, lo cual me parece bien, porque uno ya no est¨¢ para bellos y solitarios (aunque los beneficiarios pod¨ªan haberme dado las gracias). Descubro, en cambio, otra especie m¨¢s interesante para m¨ª (y para el pa¨ªs, en estos momentos) de bellos y solitarios, que son el bello Antonio (Garrigues), el bello Ram¨®n Tamames y el menos bello o menos bello Herrero de Mi?¨®n. Algo as¨ª como el guapo, el feo y el malo. Est¨¢ claro que el feo es Herrero de Mi?¨®n una especie de Ra¨²l Morodo ultra con impronta circense. En cuanto a los otros dos queridos amigos, que se repartan entre s¨ª los papeles de bueno y malo.
Bello y solitario de la pol¨ªtica, de las finanzas, de la abogac¨ªa, de la sociedad, Antonio Garrigues-Walker se ha sacado esos clubes de que ya habl¨¦ en esta columna, y que ahora denuncia acertadamente Carmen Garc¨ªa Bloise, infrarroja. Tales clubes, o son un sistema de se?ales que Antonio coloca en mitad de las procelas, para que el poder se acuerde de que est¨¢ ah¨ª y le nombre algo, o son un partido pol¨ªtico reprimido, puericantor, o son un pub anglosaj¨®n para jugar a los dardos y leer el Financial Times por la cara. Ram¨®n Tamames, que deja el partido cuando m¨¢s falta se hac¨ªan mutuamente, no s¨¦ si ha estado en la manifestaci¨®n ecologista del jueves (Valdeacederas/ Cuatro Caminos), una movida antinuclear ilustrada de p¨²beres can¨¦foras pasotas con la pegatina de actualidad sobre el seno izquierdo: ?Salvad las ballenas?.
Es urgente salvar las ballenas, pero es apremiante para nuestra democracia, como ha dicho la Garc¨ªa Bloise, salvar esos ballenatos desguazados en la piscifactor¨ªa de las Cortes que son los partidos pol¨ªticos. La democracia, antes que nada, consiste en partidos pol¨ªticos que sostienen el equilibrio social, como dijera Sartre que se sostienen los astros en el cielo: ? Por la mutua desconfianza?.
El tercer bello y solitario, pero en feo, es el cat¨®lico Herrero de Mi?¨®n, que nos ha salido con m¨¢s marcha que Alvarez/Alvarez, Silva-Mu?oz y otros rep¨®keres de la vaguada nacionalcat¨®lica. Herrero de Mi?¨®n, que ya se le pusiera tarasca a Su¨¢rez, quiere nada menos que inventarse otra cosa dentro del invento, m¨¢s a la derecha, un centro en n¨¢car/colunga, y por supuesto va de l¨ªder del rollo.
?C¨®mo es posible que en tan delicado momento para nuestra democracia tres dem¨®cratas contrastados, de las derechas a las izquierdas pasando por los Garrigues, decidan hac¨¦rselo de bellos y solitarios, de salvaespa?as sin bigotes ni tacos, de hombres providenciales, de supermanes que sobrevuelan el cielo alto de la Constituci¨®n?
No son inconscientes ni tontos ni resentidos ni ingenuos. Carmen Garc¨ªa Bloise ha hablado de ?plataformas personales?. ?Y para qu¨¦ quiere ninguno de ellos una plataforma personal cuando lo m¨¢s urgente parece que es un refugio antinuclear?
El polite¨ªsmo supone siempre la atomizaci¨®n de un monote¨ªsmo, y este polite¨ªsmo cortefiel no s¨®lo desconcierta el natural monote¨ªsmo ideol¨®gico de cada partido, sino que anuncia la proliferaci¨®n de profetas personales, apocal¨ªpticos individuales, jud¨ªos errantes y dem¨¢s comparser¨ªa del milenio. Si cada mochuelo vuelve a su olivo, le dejamos todo el poder al due?o del olivar.
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