La primavera polaca de 1981 comienza a parecerse a la de Praga de 1968

El Kremlin parec¨¦ m¨¢s preocupado por el proceso de renovaci¨®n del Partido Obrero Unificado de Polonia (POUP), que por la presi¨®n que ejercen desde fuera del poder los sindicalistas y disidentes polacos. Cuarenta d¨ªas antes de que se inaugure en Varsovia el IX Congreso,del POUP, los medios de comunicaci¨®n sovi¨¦ticos formulan en tromba cr¨ªticas contra la pol¨ªtica del t¨¢ndem gobernante, Kania-Jarucelski, llegando a calificar de ?antirrevolucionarias? algunas de sus decisiones.

Entretanto, la Prensa moscovita presta su apoyo al sector duro del POUP. El foro de Katowice -en el que los ortodoxos del partido polaco Contestaron las tesis liberales que deber¨¢n ser discutidas en el noveno congreso- ha recibido una buena acogida por los diarios de la URSS.Estos no ocultan las cr¨ªticas realizadas contra el foro por la inmensa mayor¨ªa de, los peri¨®dicos polacos, que, seg¨²n afirmaba el viernes la agencia sovi¨¦tica Tass, son los mismos que ?atacaban desde hace tiempo al POUP desde posiciones revisionistas".

Tass ha destacado las l¨ªneas m¨¢s liberales de las tesis expuetas por los duros del foro de Katovice: control y participaci¨®n obrera, "aut¨¦ntica y no espectacular" autogesti¨®n en las empresas, democratizaci¨®n de la vida p¨²blica, reconocimiento de los errores previos, etc¨¦tera.

Sin embargo, es dif¨ªcil creer que los ortodoxos lleguen a restaurar su imagen en los cuarenta d¨ªas que faltan para el comienzo del IX Congreso del POUP. Indudablemente, los propios dirigentes sovi¨¦ticos saben bien que -excepto que algo grave suceda mientras tanto- los comunistas polacos terminar¨¢n optando por las tesis liberales.

La Prensa sovi¨¦tica ya ha mostrado el punto de vista del Kremlin: esas tesis acaban con el papel rector del partido. Partiendo de situaciones muy diferentes la primavera polaca de 1981 se ha terminado encontrando con la primavera de Praga de 1968.

No obstante, los analistas coinciden en afirmar que hay diferencias de peso entre ambos procesos. El proceso renovador checoslovaco naci¨® desde dentro del propio partido, mientras que en Polonia ha sido fruto de largas luchas sociales que el POUP ha terminado haciendo suyas.

Pesimismo en los ciudadanos sovi¨¦ticos

En la medida en que la opaca sociedad sovi¨¦tica puede ser objeto de este tipo de observaciones, se cree que el hombre de la calle de la URSS da como inevitable una intervenci¨®n en Polonia de las fuerzas del Pacto de Varsovia. Sin embargo, en los medios oficiales no se transparenta la misma impresi¨®n.En medios diplom¨¢ticos y period¨ªsticos occidentales de Mosc¨² se dice que lo m¨¢s grave se ha producido ya: al Kremlin se le ha ido de las manos el POUP y se duda que el proces¨® renovador pueda ser revertido antes del noveno congreso. Los m¨¢s pesimistas recuerdan c¨®mo la intervenci¨®n en Checoslovaquia de las fuerzas del Pacto de Varsovia se produjo precisamente en v¨ªsperas de un congreso de los comunistas checoslovacos.

Desde hace un par de meses -y de forma intermitente- se ha rumoreado en Mosc¨², la posible celebraci¨®n de una cumbre de l¨ªderes comunistas del este de Europa. Hasta el momento, la cumbre no ha tenido lugar, pero, en cambio, s¨ª que han podido conococerse las duras cr¨ªticas realizadas contra el proceso polaco por Checoslovaquia, Alemania del Este y Bulgaria. Ruman¨ªa no se ha declarado ni a favor ni en contra, mientras los h¨²ngaros -que llevan adelante con sigilo sus reformas del sistema econ¨®mico socialista- han permanecido en completo silencio.