Cheysson ofrecer¨¢ a Espa?a participar en la reforma y agr¨ªcola del Mercado Com¨²n

El ministro franc¨¦s de Relaciones Exteriores, Claude Cheysson, llegar¨¢ a Madrid esta tarde para entrevistarse con las autoridades espa?olas. En este primer contacto hispano-franc¨¦s, tras la victoria del presidente Fran?ois Mitterrand en las presidenciales del ¨²ltimo 10 de mayo, el jefe de la nueva diplomacia gala pudiera abordar con su colega Jos¨¦ Pedro P¨¦rez-Llorca el tema de la eventual asociaci¨®n de Espa?a a las negociaciones que mantienen los diez de la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE), referentes a los problemas planteados por la pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n y presupuestarios.Cheysson, antes de nada, subrayar¨¢ que su viaje, globalmente considerado, desear¨ªa que fuese interpretado como un gesto pol¨ªtico de la Francia dirigida por Mitterrand en favor de la mejora sensible de las relaciones entre los dos pa¨ªses.

Cualquier tipo de evaluaci¨®n anticipada de las proposiciones que Cheysson pudiera hacer a las autoridades de Madrid conlleva no poco riesgo. En Par¨ªs, tanto los medios espa?oles como los del Ministerio de Exteriores coinciden en que ?ese es el secreto del viaje?. Cabe, sin embargo, establecer una serie de puntos orientadores a la vista de la pol¨ªtica interior y exterior inaugurada por la nueva Administraci¨®n, y tambi¨¦n a partir de opiniones recogidas en los medios diplom¨¢ticos franceses pocas horas antes de la salida del ministro Cheysson hacia la capital espa?ola.

En primer lugar, habr¨ªa que establecer la diferencia esencial entre el poder giscardiano y el actual al afrontar las relaciones Par¨ªs-Madrid.

De Cheysson cabe esperar mucha m¨¢s claridad, tanto al exponer los posibles temas conflictivos como llegado el momento de cumplir lo prometido. En tiempos del giscardismo las declaraciones de amor eran seguras, pero no tanto los procederes consecuentes.

El Gobierno espa?ol, por ejemplo, se enter¨® por la Prensa del llamado par¨®n comunitario respecto a la adhesi¨®n espa?ola. En materia de extradiciones, igualmente, las soluciones caprichosas subordinaban a una eventual pol¨ªtica sobre ese asunto.

El tema comunitario, sin duda, ser¨¢ un protagonista de las conversaciones de Madrid. Cheysson, antes de nada, intentar¨¢ convencer a los espa?oles de que es totalmente cierto, como lo aflirmaban los responsables del giscardismo, que Francia no es la culpable mayor de los problemas Espa?a-CEE.

Su trabajo como comisario durante varios a?os en Bruselas y su reputaci¨®n de hombre bien informado espera que favorezcan su credibilidad ante los interlocutores madrile?os.

Inter¨¦s mutuo en mejorar las relaciones bilaterales