Serenidad en los medios financieros franceses ante la victoria socialista
Los franceses ya no esperan m¨¢s que el formalismo que representa el resultado de la segunda ronda de las elecciones legislativas, que se celebrar¨¢ el pr¨®ximo domingo, y que cerrar¨¢ el per¨ªodo de transici¨®n de los poderes, de la derecha a la izquierda, iniciado con la elecci¨®n de Fran?ois Mitterrand. A la vista de su fracaso, los comunistas insin¨²an la posibilidad de ?un debate? sobre las causas.
Este mi¨¦rcoles, el Gobierno anunciar¨¢ un tercer paquete de medidas econ¨®micas en favor del desarrollo de las empresas. La Bolsa, como los medios cambistas y econ¨®micos, aparentan serenidad ante la confirmaci¨®n de la victoria de los socialistas.Los resultados definitivos de la primera vuelta de las elecciones legislativas no difieren apenas de los avanzados ayer. Los socialistas y dem¨¢s partidos de izquierda totalizan el 55,79% de los sufragios, de los que el 37,77% corresponden al PS y al partido minoritario de los radicales de izquierdas (ambos iban unidos a la batalla electoral).
La antigua mayor¨ªa, de giscardianos y chiraquistas. m¨¢s algunos independientes, ha recogido el 43,09% de los votos. Se confirma que el PS, el domingo que viene, podr¨ªa apoderarse ¨¦l solo de la mayor¨ªa absoluta de la Asamblea. De no ser as¨ª, su mayor¨ªa ser¨¢ probablemente s¨®lida. Y, en cualquier caso, su dependencia de los comunistas para formar Gobierno ser¨¢ m¨ªnima o nula. Este hecho libera a Mitterrand de una de las hipotecas de su futura gesti¨®n, de cara al interior y tambi¨¦n en el plano internacional.
El grave tropez¨®n del PCF parece haber afectado a su propia direcci¨®n. Hasta la fecha, los comunistas nunca hab¨ªan puesto en entredicho la estrategia de ruptura con los socialistas, iniciada en v¨ªsperas de los comicios legislativos de 1978. Ahora, sus directivos ya hablan de ?abrir un debate en el interior del partido?. Las primeras indicaciones anuncian que ese debate subrayar¨¢ la importancia del hecho presidencial como causa fundamental de la p¨¦rdida de electores. De hecho, el PCF se encuentra bloqueado ante una cuesti¨®n capital: ?qu¨¦ hacer en lo sucesivo?
Retornar a los or¨ªgenes puramente revolucionarios parece suicida. Seguir como un corderito al PS ser¨ªa una confirmaci¨®n de su no identidad en la sociedad francesa contempor¨¢nea. Inventar algo nuevo parece que no es f¨¢cil. Y la aparente falta de capacidad autocr¨ªtica no les facilita a los comunistas la confrontaci¨®n con todos esos problemas.
De los 491 esca?os en la Asamblea Nacional, 335 quedaron a¨²n vacantes el domingo pasado. Pero aqu¨ª, en t¨¦rminos globales, ya nadie se ocupa demasiado de los matices que puedan aportar las urnas el pr¨®ximo d¨ªa 2. Lo importante para los franceses, para los Gobiernos extranjeros, occidentales sobre todo, y para los medios econ¨®micos y financieros ser¨¢ la gesti¨®n que plantear¨¢ el primer Gobierno de Mitterrand. A partir de ese momento, el estado de gracia con el que a¨²n gratifican los franceses al presidente ser reemplazado paulatinamente por la dura realidad, esto es, por las cuestiones econ¨®micas en primer lugar.
As¨ª parecen entenderlo la Bolsa y los medios cambistas, que han acogido la avalancha electoral socialista sin inmutarse. La remodelaci¨®n del Gobierno tras la segunda ronda, con la inclusi¨®n o no de ministros comunistas, ya significar¨¢ con cierta claridad lo que puede dar de s¨ª en el futuro el mano a mano que van a mantener las dos l¨®gicas que, en mayor o menor grado, van a confrontarse en este pa¨ªs: la l¨®gica econ¨®mico-financiera com¨²n a toda Europa occidental, y que, hasta el presente, ha sido la de los poderes franceses anteriores, y la l¨®gica mitterrandista, a¨²n no definida con precisi¨®n.
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