La agresividad de Israel pone en entredicho la pol¨ªtica de Estados Unidos en Oriente Pr¨®ximo
El bombardeo, por la aviaci¨®n hebrea, del reactor nuclear iraqu¨ª de Tammuz y la tensi¨®n sirio-israel¨ª en L¨ªbano, que el emisario del presidente Reagan, Philip Habib, no consigue desactivar, ponen en entredicho la pol¨ªtica norteamericana en Oriente Pr¨®ximo y perjudican las relaciones de Washington con sus tradicionales amigos ¨¢rabes. Al anunciar ayer que la misi¨®n de Habib no puede prolongarse indefinidamente (hoy vuelve a Arabia Saud¨ª) y que su fracaso originar¨ªa un ataque contra los misiles sirios en L¨ªbano, el primer ministro israel¨ª, Men¨¢jem Beguin, dificulta a¨²n m¨¢s la postura de su aliado norteamericano.
El proceso de paz egipcio-israel¨ª, iniciado tras los acuerdos de Camp David en 1978, deb¨ªa ser relanzado despu¨¦s de las elecciones generales en Israel del pr¨®ximo d¨ªa 30. Pero el ataque a¨¦reo hebreo contra Irak del pasado 7 de Junio coloca en precaria situaci¨®n la fr¨¢gil paz entre ¨¢rabes e israel¨ªes.Estados Unidos, inspirador, bajo la anterior Administraci¨®n Carter, del mecanismo pacificador entre El Cairo y Tel Aviv, se encuentra ante una dif¨ªcil papeleta. ?C¨®mo calmar a los pa¨ªses ¨¢rabes sin molestar al tradicional aliado israel¨ª?
Tras conocer el bombardeo israel¨ª a la central nuclear iraqu¨ª, la Administraci¨®n del presidente Ronald Reagan conden¨® con firmeza la acci¨®n, actitud r¨¢pidamente corregida por el propio presidente, que no ocult¨® en su ¨²ltima conferencia de Prensa que los temores de Israel ante el peligro de un ataque nuclear iraqu¨ª pod¨ªan estar justificados.
Washington amonesta a Israel por la irrupci¨®n militar en un pa¨ªs vecino, pero repite y precisa que no impondr¨¢ ninguna sanci¨®n econ¨®mica o militar contra el Estado de Israel. Postura que corre el riesgo de galvanizar a la mayor¨ªa de pa¨ªses ¨¢rabes e incluso acentuar las alianzas de algunos con Mosc¨².
La diplomacia norteamericana, bajo la batuta del secretario de Estado, Alexander Haig, centr¨® la tesis de la situaci¨®n en Oriente Pr¨®ximo en el peligro de un ataque sovi¨¦tico a los yacimientos petrol¨ªferos del golfo P¨¦rsico. En funci¨®n de esta posible situaci¨®n, EE UU mont¨® una estrategia obteniendo facilidades militares en varias bases de los pa¨ªses de la zona, incluidos Egipto y Arabia Saud¨ª. 1.600 consejeros militares estadounidenses y cuatro aviones equipados con el sofisticado sistema de vigilancia electr¨®nica (Awac) se encuentran en Arabia Saud¨ª, sin que advirtieran, dicen que debido a las distancias, el vuelo de los aviones israel¨ªes de origen estadounidense (F-15 y F-16) que destruyeron la central iraqu¨ª.
Reforzar los ej¨¦rcitos ¨¢rabes
Todos los analistas militares coinciden en que Israel cuenta con el Ej¨¦rcito m¨¢s potente de la zona. Tiene casi tantos aviones de combate como el Ej¨¦rcito franc¨¦s, brit¨¢nico o alem¨¢n. Para calmar las cr¨ªticas ¨¢rabes, Washington est¨¢ dispuesto a contribuir al refuerzo de otros ej¨¦rcitos ¨¢rabes en la zona, con la venta de aviones Awacs y equipos suplementarios para aumentar la capacidad de acci¨®n de los F-16 de Arabla Saud¨ª. Egipto tambi¨¦n est¨¢ en la lista de pa¨ªses preferentes en la feria de armas norteamericana.Paralelamente al ininterrumpido suministro de material militar, Washington intenta lo que aparece como la cuadratura del c¨ªrculo: un acuerdo de paz ¨¢rabe-israel¨ª, marginando las aspiraciones nacionalistas de los palestinos.
En virtud de los acuerdos de Camp David, los 1.200.000 palestinos que viven bajo soberan¨ªa israel¨ª en la franja de Gaza y parte de Jerusal¨¦n deb¨ªan contar con una aut¨¦ntica autonom¨ªa de gobierno desde mediados de 1980. Autonom¨ªa cuyo alcance interpretan distintamente El Cairo y Tel Aviv, y que rechaza como f¨®rmula la OLP (Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina), radicalizada en su postura de ignorar la existencia del Estado de Israel.
En medios diplom¨¢ticos norteamericanos no se exclu¨ªa que una victoria electoral, el pr¨®ximo 30 de junio, del l¨ªder de la oposici¨®n israel¨ª, Sim¨®n Peres, pudiera favorecer una v¨ªa de arreglo del problema palestino. Se hablaba otra vez de la f¨®rmula jordana destinada a ceder en el futuro parte del territorio para la creaci¨®n de un Estado palestino.
La crisis de los misiles sirios instalados en el sur de L¨ªbano -donde se halla el principal foco de resistencia palestina- y sobre todo el bombardeo, considerado como un tanto electoral, de la aviaci¨®n israel¨ª a la central nuclear iraqu¨ª, suponen un claro frenazo en el camino hacia la paz entre ¨¢rabes e israel¨ªes.
Se da casi por segura la reelecci¨®n triunfal de Men¨¢jein Beguin en Israel. Se duda, sin embargo, que Beguin viaje r¨¢pidamente a Washington a primeros de julio, como estaba inicialmente previsto.
Tampoco aparece muy clara la visita del presidente egipcio Anuar el Sadat a la capital norteamericana, preparada para primeros de agosto, en el marco de una activaci¨®n de los compromisos de Camp David, una vez realizadas las elecciones en Israel.
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