El "windsurfing", "instrumento" de moda para las aventuras
Hace apenas diez a?os nac¨ªa en California (Estados Unidos) un nuevo deporte, el windsurfing o plancha a vela. Su aceptaci¨®n en este tiempo ha sido tal que para los pr¨®ximos Juegos Ol¨ªmpicos de Los Angeles, en 1984, ser¨¢ una de las clases en disputa. Sin embargo, esta nueva forma de navegar, la m¨¢s elemental con viento, no es s¨®lo actualidad en competiciones cerradas, sino que hace ya tiempo empez¨® a utilizarse en aut¨¦nticas aventuras a mar abierta. La pr¨®xima ser¨¢ protagonizada por dos espa?oles que piensan ir, por etapas, de M¨®naco a T¨²nez. En total, cerca de 2.000 kil¨®metros.
Juan Enrique P¨¦rez-Seoane, de veintitr¨¦s a?os, estudiante de ingenier¨ªa t¨¦cnica industrial, y Kit¨ªn Mu?oz, de veintid¨®s, de periodismo, intentar¨¢n navegar desde primeros de julio, con jornadas entre cincuenta y setenta kil¨®metros, por las costas francesas e italianas hasta la africana de T¨²nez. En dos meses, incluso de noche, conf¨ªan recorrer los 1.800-1.900 kil¨®metros o m¨¢s, seg¨²n la distancia a que se mantengan de tierra por el viento o las corrientes. La ¨²nica etapa m¨¢s larga ser¨¢ la ¨²ltima, entre Sicilia y T¨²nez, de unos 180 kil¨®metros, para la que deber¨¢n salir a primeras horas de la madrugada.Un grupo de apoyo, por carretera, seguir¨¢ a los dos j¨®venes con tablas de repuesto, alimentos y con el encargo de saber el parte meteorol¨®gico diario. Juar, Enrique y Kit¨ªn son ya ?especialistas? en este tipo de aventuras, que iniciaron hace dos a?os con ?instrumentos? distintos, al descender el Guadalquivir en piragua desde su nacimiento. A continuaci¨®n comenzaron con las planchas a vela, e incluso hace un a?o se fueron voluntarios a las COES -boinas verdes- para prepararse en todo tipo de situaciones.
Han previsto que el INEF les realice un estudio m¨¦dico de c¨®mo responden en su aventura, que s¨®lo toman como un fuerte entrenamiento para el a?o pr¨®ximo, en que intentar¨¢n, junto a Miguel de la Cuadra Salcedo, nada menos que cruzar el Atl¨¢ntico. Con tres tablas m¨¢s especiales a¨²n, a las que simb¨®licamente pondr¨¢n de nombre la Pinta, la Ni?a y la Santa Mar¨ªa, quieren conmemorar as¨ª el 500? aniversario del descubrimiento.
Por el momento ya se han puesto en contacto con el grupo de alemanes que recientemente quedaron a seiscientos o setecientos kil¨®metros de Am¨¦rica, y precisamente tienen inter¨¦s ahora de hablar, para asesorarse, con el ya legendario noruego Thor Heyerdhal, de la Kon-Tiki y tantas aventuras m¨¢s, que reside en una localidad de la costa italiana.
Supuestas haza?as de nobles
El deporte da lugar a que algunos de sus practicantes, no precisamente los, que se someten a las competiciones oficiales ni los que se conforman con el simple ejercicio, se conviertan en aut¨¦nticos aventureros que buscan el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa. Desde los que recientemente han pasado el Atl¨¢ntico en un simple bote de remos -el franc¨¦s Gerard d'Abboville, el a?o pasado, y una pareja, hace unos d¨ªas- a los que descienden sobre esqu¨ªs monta?as del Himalaya -otro galo, Patrick Vallencant-, pasando por buceadores que se han sumergido a pulm¨®n libre -en apnea- hasta cerca de cien metros -el italiano Majorca o el franc¨¦s Mayol-, multitud de haza?as casi incre¨ªbles se producen habitualmente en el mundo.El windsurfing no iba a ser una excepci¨®n, y los intentos de navegantes solitarios -por obligaci¨®n, al ser para un tripulante, pero ni siquiera por parejas- a imagen y semejanza de las regatas Transat de barcos de vela, han sido las m¨¢s significativas. El r¨¦cord mundial de velocidad con planchas a vela en corta distancia parece tenerlo el ingl¨¦s Clive Colenso, que logr¨® deslizarse a 42,5 kil¨®metros por hora en las islas Hawaii, donde los vientos, sumados a las olas -como en California- son propicios para convertir el surf en windsurfing. Un hawaiano, Robby Nash, est¨¢ considerado el mejor especialista mundial, y gan¨® el titulo mundial en las paradisiacas aguas de Canc¨²n, en M¨¦xico, al recorrer, diez millas, m¨¢s de dieciocho kil¨®metros, en menos de 45 minutos, es decir, a m¨¢s de trece nudos, unos veinticinco kil¨®metros por hora.
En mar abierta, un espa?ol, Tony Rodr¨ªguez, naveg¨® mil kil¨®metros, desde Playa de Aro hasta Gibraltar, tras batir antes el r¨¦cord de Europa, desde Ibiza hasta Denia, con 110 kil¨®metros. Un franc¨¦s, Frederic Beauchene, cubri¨® en quince d¨ªas seiscientas millas n¨¢uticas -m¨¢s de mil kil¨®metros-, desde Puerto Willianis, unos 2.800 kil¨®metros al sur de Santiago de Chile, hasta rodear el cabo de Hornos por primera vez. Curiosamente, no se trata.de ning¨²n personaje de la nobleza, pues el windsurfing parece haber tenido hasta ahora m¨¢s noticia en ella. Primeramente fue el pr¨ªncipe rumano-italiano Sergio Ferrero, quien asegur¨® haber cubierto en su plancha la distancia de Barcelona a Ibiza. Despu¨¦s, el bar¨®n franc¨¦s Arnaud de Rosnay, tras cruzar el estrecho de Bering, declar¨® haber navegado desde las islas Marquesas hasta la de Tuamot¨².
Sin embargo, en ambos casos la falta de pruebas oficiales hizo dudar m¨¢s de la cuenta de la veracidad de sus logros. La pol¨¦mica acompa?¨® a ambos. Ferrero insisti¨® en que hab¨ªa invertido 36 horas para recorrer 150 millas. Luego, mejor¨® su r¨¦cord de Marsella a Montecarlo, y nadie le hizo ya caso. Rosnay afirm¨® que su marca era de novecientos kil¨®metros en doce d¨ªas por el Pac¨ªfico, y como se consider¨® casi imposible por expertos en windsurfing, intent¨® tambi¨¦n mejorar su supuesto r¨¦cord. A los tres d¨ªas del comienzo tuvo que abandonar y fue recogido por un barco. Su credibilidad se perdi¨® totalmente y ahora contin¨²a su vida habitual de playboy.
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