La presencia de Mitterrand revoluciona el clima del Consejo Europeo
Los consejos europeos ya no son lo que eran. La ausencia de Giscard d'Estaing y la presencia del socialista Fran?ois Mitterrand han modificado el clima de las reuniones de los jefes de Gobierno y de Estado de los diez pa¨ªses miembros de la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE). Ayer, en Luxemburgo, Mitterrand hizo notar la diferencia, al menos en el plano anecd¨®tico. El presidente de la Rep¨²blica francesa rechaz¨® el sill¨®n de su predecesor, que exig¨ªa sentarse al lado de su buen amigo el canciller de la Rep¨²blica Federal de Alemania, Helmut Schmidt, y se sent¨® al lado del ministro de Asuntos Exteriores de Irlanda.
El l¨ªder socialista franc¨¦s anunci¨® tambi¨¦n que pensaba recibir a los representantes de los 2.000 trabajadores que se manifestaron, bajo una lluvia y un viento g¨¦lidos, frente al palacio de Kirchberg, reivindicando una pol¨ªtica de empleo m¨¢s eficaz. El anuncio de Mitterrand provoc¨® una r¨¢pida reacci¨®n del presidente del Consejo, el democristiano holand¨¦s Andreas van Agt, quien le record¨® que, en todo caso, el presidente de la Rep¨²blica francesa podr¨ªa situarse a su lado derecho cuando ¨¦l, Van Agt, recibiera a los sindicalistas europeos. Al final casi todo el mundo se apunt¨®, y varios jefes de Gobierno se adhirieron a la iniciativa gala.La nueva sesi¨®n del Consejo Europeo se inici¨® con otra an¨¦cdota: la primera ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher, se equivoc¨® de puerta y entr¨® en la sala de conferencias, sin que sus colegas, reunidos en una salita, al lado, advirtieran su presencia. Tras varios minutos de espera y de b¨²squeda de Margaret Thatcher por los pasillos del Kirchberg, alguien descubri¨® a la madrugadora dama de hierro instalada en su silla y asombrada por el retraso de los otros jefes de Gobierno.
No ser¨ªa justo, sin embargo, definir el Consejo Europeo iniciado ayer en Luxemburgo desde un punto de vista puramente anecd¨®tico. Los jefes de Gobierno y de Estado de los diez dedicaron varias horas al an¨¢lisis de la situaci¨®n econ¨®mica y a la preparaci¨®n de la cumbre de Ottawa, que se celebrar¨¢ los pr¨®ximos d¨ªas, 20 y 21 de julio. La intervenci¨®n m¨¢s esperada era, l¨®gicamente, la de Mitterrand, el hombre m¨¢s poderoso de Europa, seg¨²n le defini¨®, con algo de envidia y de iron¨ªa, la se?ora Thatcher.
Lucha contra el paro
El presidente franc¨¦s intent¨® tranquilizar a sus colegas, asegurando que aunque Francia cambia de pol¨ªtica no pretende "ideologizar todo" y que buscar¨¢ soluciones de compromiso, pragm¨¢ticas. Insisti¨® mucho, sin embargo, en la necesidad de desarrollar una pol¨ªtica coherente de lucha contra el paro y recab¨® la creaci¨®n de un espacio social europeo. Pero lo que ha levantado m¨¢s ronchas, sobre todo en el Gobierno brit¨¢nico, es el empecinamiento de Mitterrand en favor de una reducci¨®n del tiempo de trabajo sin que se produzcan autom¨¢ticas disminuciones de los salarios. El presidente franc¨¦s expuso la pol¨ªtica econ¨®mica que piensa seguir su Gobierno y solicit¨® la solidaridad europea.
El presidente del Consejo de Ministros italiano, Giovanni Spadolini, un republicano que representa por primera vez a su pa¨ªs, centr¨® tambi¨¦n su intervenci¨®n en los aspectos econ¨®micos y, con precauciones y rodeos, pidi¨® a los europeos una pol¨ªtica firme y coherente a Estados Unidos y a Jap¨®n en la pr¨®xima cumbre de Ottawa. Spadolini reconoci¨® la importancia que tiene para los diez que el Gobierno Reagan culmine con ¨¦xito su pol¨ªtica antiinflacionista, pero se?al¨® que esta pol¨ªtica no deber¨ªa hacerse a trav¨¦s de medidas puramente monetarias -subida de los tipos de inter¨¦s bancario-, porque ponen en peligro a los aliados norteamericanos y debilitan la econom¨ªa europea.
El canciller Schmidt, por su parte, suaviz¨®, al parecer, los velados ataques contra Estados Unidos y arremeti¨® contra el informe de la Comisi¨®n Europea para la reforma le los mecanismos financieros de a CEE, porque, dijo, debe quedar claro que esa reforma debe hacerse sin elevar el famoso 1% del impuesto sobre el valor a?adido (IVA) que recauda la Comunidad.
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