El Gobierno franc¨¦s nacionalizar¨¢ bancos e industrias valorados en m¨¢s de un bill¨®n de pesetas
El nuevo Gobierno franc¨¦s nacionalizar¨¢ la banca privada y los once grupos industriales m¨¢s importantes del pa¨ªs. Garantizar¨¢ la independencia de la informaci¨®n estatal, abolir¨¢ la pena de muerte, suprimir¨¢ la ley denominada Seguridad y Libertad y la jurisdicci¨®n de excepci¨®n (Tribunal de Seguridad del Estado). Presentar¨¢ la pr¨®xima semana un texto ante la Asamblea destinado a realizar la descentralizaci¨®n del poder. Rebajar¨¢ la edad de retiro a sesenta a?os establecer¨¢ la semana de 35 horas de trabajo, reformar¨¢ la seguridad social, garantizar¨¢ los derechos de los inmigrantes, crear¨¢ un impuesto sobre las grandes fortunas, suprimir¨¢ los prefectos y limitar¨¢ el programa nuclear.
En el plano diplom¨¢tico, Francia acentuar¨¢ su pol¨ªtica comunitaria, abordar¨¢ la ampliaci¨®n de la CEE de manera constructiva y, muy especialmente, respetar¨¢ las alianzas, en primer lugar con EE UU, aunque alerta sobre la inquietud que constituye el actual desequilibrio de fuerzas de Occidente respecto a la URSS. Estos son los puntos esenciales del programa de Gobierno presentado ayer por el primer ministro, Pierre Mauroy, ante la Asamblea Nacional dominada por los socialistas.Una Francia "fuerte, solidaria, responsable y defensora de los derechos del hombre" fue la que ayer esboz¨® Mauroy, al inicio de la primera sesi¨®n de la legislatura, como ambici¨®n del presidente Fran?ois Mitterrand. Este ¨²ltimo, precediendo el discurso del primer ministro, dirigi¨® un mensaje a los 491 diputados, le¨ªdo por el presidente de la Asamblea, Louis Mermaz, en el que resalt¨® que la carta de acci¨®n gubernamental s¨®lo puede inspirarse en los compromisos que ¨¦l adquiri¨® durante su campa?a electoral con los franceses: "Si algo m¨¢s se hiciese, el pueblo ser¨ªa consultado".
Mitterrand, pues, para desvanecer la desconfianza que a¨²n inspira en algunos medios econ¨®mico-pol¨ªticos nacionales e internacionales, reafirm¨® que cumplir¨¢ sus moderadas promesas electorales y nada m¨¢s. El conjunto del programa gubernamental, destinado a ser realizado esencialmente en los dos pr¨®ximos a?os, perfila las ambiciones mitterrandistas: transformar la sociedad francesa, pol¨ªtica, econ¨®mica, social y diplom¨¢ticamente, en el sentido de "una nueva ciudadan¨ªa", expresi¨®n de Mauroy que quisiera abarcar "m¨¢s justicia, m¨¢s libertad y una sociedad en la que no s¨®lo se hable el lenguaje de las cifras".
El cap¨ªtulo m¨¢s esperado de las reformas que van a sustanciar el cambio franc¨¦s era el relativo a las nacionalizaciones. A partir del pr¨®ximo septiembre, la banca privada pasar¨¢ a integrar el servicio p¨²blico. Quedan excluidas de la nacionalizaci¨®n los peque?os bancos locales o regionales. Los bancos extranjeros tampoco ser¨¢n nacionalizados. Dato importante: el patrimonio industrial de la banca privada no ser¨¢ nacionalizado, es decir, que las participaciones delos bancos afectados en la industria ser¨¢n devueltas al sector privado. La banca que va a pasar al sector p¨²blico representa el 20% del mercado actual.
Es de notar que el 40% de este sector, representado por los tres primeros bancos franceses, ya fue nacionalizado en 1945 por el general Charles de Gaulle. Seg¨²n la filosof¨ªa gubernamental, esta nacionalizaci¨®n tiene por objeto principal "controlar el cr¨¦dito en funci¨®n de los intereses generales".
El conocido grupo aeron¨¢utico Dassault, fabricante de los aviones Mirage, ser¨¢ el primer nacionalizado, en las semanas pr¨®ximas, de los once grupos industriales que pasar¨¢n al sector p¨²blico: Puk, n¨²mero uno del aluminio franc¨¦s; Rhone Poulenc, l¨ªder de la qu¨ªmica en este pa¨ªs; Roussel-Uclaf, de la petroqu¨ªmica; Saint Gobain, l¨ªder tambi¨¦n del cristal; Honeywell-Bull, primer constructor de ordenadores; CGE, de las telecomunicaciones y compoentes electr¨®nicos; Thomson, de los electrodom¨¦sticos de Matra y las firmas sider¨²rgicas Usinor y Sacilor. En algunas de estas empresas participan accionistas extranjeros, que podr¨¢n optar por la venta de sus paquetes al Estado o continuar manteniendo sus acciones. El Gobierno se compromete a pagarles a los accionistas "de manera equitativa".
En el momento presente, la capitalizaci¨®n burs¨¢til de las bancas y de las industrias nacionalizables asciende a 70.000 millones de francos (m¨¢s de un bill¨®n de pesetas), que el Estado pretende indemnizar seg¨²n una f¨®rmula, no establecida a¨²n, que no grave el d¨¦ficit presupuestario ni la salud de la moneda. El sector p¨²blico, que alcanzaba el 12% de la actividad nacional francesa, con las nuevas nacionalizaciones se sit¨²a al nivel del 18% escaso.
El cambio de la sociedad francesa se materializar¨¢ tambi¨¦n en todos los dem¨¢s aspectos del funcionamiento del pa¨ªs la ley de descentralizaci¨®n ser¨¢ sometida a la Asamblea la semana pr¨®xima. Un nuevo estatuto de los medios audiovisuales "garantizar¨¢ la independencia de la informaci¨®n" en los medios estatales "respecto al Gobierno y a los poderes financieros".
Pol¨ªtica exterior
El cap¨ªtulo de la pol¨ªtica internacional se titula la Francia "de los derechos del hombre". La Francia de Mitterrand quiere ser defensora de los derechos humanos y de un nuevo orden internacional. Una Francia m¨¢s generosa con el Tercer Mundo, de igual manera que al abordar el desarrollo de la CEE marca el enfoque de la nueva diplomacia gala, que reafirma su afiliaci¨®n a la Alianza Atl¨¢ntica, a Estados Unidos en particular.En el plano puramente comunitario, el Gobierno franc¨¦s piensa ahondar en el "espacio social europeo" expuesto por Mitterrand en la reciente cumbre de Luxemburgo, y estudia la ampliaci¨®n del Mercado Com¨²n.
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